✘Capitulo 42✘

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Kail

En medio de una calle desierta, un agujero negro inmenso desgarra el paisaje. Por el una legión de demonios está cruzando a la tierra. James y yo lo contemplamos desde fuera, sin mostrar el horror que sentimos. No contábamos con que mi padre quisiera subir con una legión de demonios para protegerse. Ya había subido la vez que me llevó de vuelta con él al infierno y no recuerdo que se trajera un ejercito.

Es sin duda un gran contratiempo, pero ya no hay marcha atrás. Está hecho. Cuando lleguemos el pequeño ejercito de Amelie tendrá que encargarse de esto.

-Casi como estar en casa. - dice Lucifer cuando sale por la grieta y camina hacia mi con una enorme sonrisa. Se refiere al ambiente, el cielo rojo, el aire cargado y supongo que lo dice también por los doscientos demonios que nos acompañan. Casi es el infierno.

-Lo echarás de menos cuando gobiernes el cielo. - le respondo.

-El cielo será a imagen y semejanza del infierno, me encargaré de ello. -dice. -Y espero que tú, hijo, te encargues de mantener la grandeza del infierno. Que seas un buen rey.

No respondo. No lo miro. Si fuese por mi después de matarlo haría arder todo el maldito infierno. Pero en le fondo sé que hay demonios ahí abajo como Eyden y Lia, demonios buenos con más humanidad que oscuridad.

Nos ponemos en marcha, hacia la casa de mi madre. Lucifer se rio a carcajadas cuando se enteró que era Amelie la que protegía a la niña humana. No se han visto en años y dijo algo así como que sería una gran ultima despedida. Tuve que usar todo mi autocontrol para no reaccionar a lo que eso significa. No tocará a mi madre, estará muerto mucho antes de poder hacerle algo. Me encargaré de ello. Y pagará por todo esto, pagará por el daño que le ha causado a Dana, a Eyden y su familia, y sobre todo por el daño que le hizo a Amelie al arrebatarme de su lado. Pagará cada tortura que me hacia. Hoy acaba todo y a la misma vez hoy empieza mi vida, por fin fuera de las garras de mi padre. Mi vida humana con ella.

Cuando llegamos a la casa, ya hay un ejercito esperándonos y mi madre, en la puerta de la casa con los brazos cruzados. Parece implacable, nada de miedo en su mirada, pero cuando me mira puedo ver la duda en sus ojos. Algo va mal. No sé qué es pero algo pasa.

-Pensaba que tardarías algo más en darte cuenta de que veníamos. -dice Lucifer interrumpiendo mis pensamientos y haciendo que mi madre le preste atención. - Y me encuentro con este teatrito. - señala burlón al pequeño ejercito conformado por demonios, ángeles y caídos.

-He notado la peste a demonio desde que habéis cruzado. - suelta ella.

Lucifer sonríe.

-Te lo advertí una vez Amelie, que te alejaras de mi si querías vivir.

-Era joven y cobarde. Dejé que te llevaras lo que le daba sentido a mi vida... No me mataste ese día Lucifer, pero te llevaste mi vida contigo. Cogiste algo hermoso y lo convertiste en dudas, en miedo. -sus ojos vuelven a los míos cuando dice la ultima parte.

-Lo convertí en un rey, lo más cercano a un dios que tendrás cerca nunca. - anuncia orgulloso.

-No debías convertirlo en nada, solo amarlo...

-Amelie. - la corta Lucifer. -No he venido a tener esta conversación, me aburre. Era MI hijo, me lo llevé porque es MI hijo. Tú solo fuiste una herramienta más para conseguirlo.

Aprieto los puños con fuerza, pero intento controlarme de todas las maneras posibles. No es el momento, no rodeado de tantos demonios, no sin saber el motivo por el que Amelie me ha mirado con preocupación cuando me ha visto. Se me viene a la mente Dana de inmediato, pero intento sacar los malos pensamientos de mi cabeza. Tiene que estar bien, no le puede haber pasado nada y ya lleva un año defendiéndose ella sola, no lo ha hecho nada mal.

Diga lo que diga Lucifer debo mantener mi papel un poco más, darle algo más de tiempo para Eyden de salir del infierno.

-Es casi poético, ¿no crees? Ya te arrebaté un niño hace años y ahora vengo a quitarte otro.

-No. - sentencia ella. -Hoy vas a morir Lucifer.

No le da tiempo a reírse porque el ejercito de Amelie se abalanza sobre nosotros y todo se vuelve un caos. Estoy buscando a mi padre entre toda la gente. El ejercito de mi madre debe de tener ordenes de no tocarnos ni a mi ni a James porque pasan por nosotros sin rozarnos siquiera.

Cuando veo a Lucifer frente a mi, cuatro demonios lo están escoltando, matando a todo aquel que se le acerque. Estoy a punto de abalanzarme sobre él cuando la voz de Amelie se cuela en mi cabeza yv me deja confundido durante unos instantes.

¨Cariño, Dana está con los arcángeles, Lia llegó hace unos minutos y nos contó que se fue con ellos para salvarla¨

Pasan unos segundos hasta que vuelvo a oír su voz. Supongo que esperaba una respuesta.

¨Kail, quieren la llave y esta noche es perfecto para el ritual.¨

Quedan solo unas horas para que anochezca, unas horas...

-Vamos tío, reacciona. - me grita James mientras mata a un demonio que tenia demasiado cerca.

Entonces es como si de repente volviera a despertar. Todo se había pausado a mi alrededor, se había desvanecido por completo la lucha.

-Los arcángeles tienen a Dana. - me limito a decir.

-Mierda... - escupe él. -Vale, escucha, Dana estará bien, iré a buscar a Eyden e iremos juntos a por ella, pero solo tú puedes matar a Lucifer.

-No, iré yo.

-Kail, no tendremos otra oportunidad como esta...

Joder. Sé que tiene razón y eso me enfada. Lucifer no volverá a salir del infierno después de esto, no volverá a dejarse ver tan vulnerable. Tengo unas horas, puedo acabar con él e ir a por Dana. Eyden me dará algo más de tiempo hasta que pueda llegar hasta ella.

-Ve. - le ordeno al impuro. -Mi padre aún no sospecha de nosotros, mantendré el papel un poco más para que no note que no estás, te cubro. En cuanto hayas ayudado a Eyden vuelve aquí, sigues unido a él es peligroso que lo descubra.

James asiente y desaparece a la velocidad de la luz.

¨Dile a Seth que invoque a Gabriel, esto es cosa de arcángeles y ella se supone es la protectora de la llave, que pare esto ya.¨

Le contesto a mi madre y me pongo en marcha en busca de Lucifer de nuevo. No me cuesta mucho encontrarlo. Esta vez él también me ve.

-Proteged al anticristo. - oigo que ordena a los demonios que hacen un circulo a su alrededor, estos abren el circulo y acabo dentro con min padre.

-Amelie está alimentando el poder de todos estos traidores, en cuanto se agote mi ejercito los matará como si nada. -me anuncia.

No llegarás a hacerlo... En la posición que me encuentro estoy perfecto para matarlo, el ejercito de demonios esta demasiado centrado en la lucha, con el caos ni se enterarán. Te sedan pocos minutos de vida papá.

Perdición (Inferno III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora