✘Capitulo 8✘

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Dana

-¿Estás bien? - pregunta el chico alado.

A duras penas asiento. Me he quedado petrificada, mi cerebro va a toda velocidad pero no soy capaz de hablar o moverme. Ni si quiera siento esto como algo real, es como si estuviera soñando. Una horrible pesadilla.

-Deberíamos llamar a Amelie... - susurra Layla.

Apesar de su esfuerzo la oigo y rápidamente mi cuerpo se activa, niego con tanta fuerza que me hago daño en el cuello. Llevo la mano al lugar donde he sentido el tirón y pongo cara de molestia.

-¡No! Amelie no puede saber qué Kail ha vuelto. - digo al fin.

Sé las ganas que tiene la mujer de ver a su hijo de nuevo, pero no sabemos qué intenciones tiene, no sabemos qué hace el demonio aquí. No la pondré en peligro ni mucho menos le daré falsas ilusiones.

De repente abro muchos los ojos. Me levanto y me echo el pelo hacia atrás mientras camino nerviosa por la habitación. Los tres jóvenes de la habitación me miran preocupados.

-El último sello está aquí. - les informo.

-¿Qué? - Lia me mira como si estuviera loca. No la culpo, debo parecerlo.

-Que él esté en la universidad no tiene sentido a menos que el último sello esté aquí. - explico.

-Dana... En realidad él podría haber vuelto por otra cosa... - carraspea Seth.

-Que estés insinuando que ha vuelto por mi es la mayor estupidez que has soltado nunca, y mira que sueltas muchas estupideces.

-No creo que sea estúpido. - se encoje de hombros.

-Si hubieras estado ahí cuando se marchó, si hubieras oído lo que dijo no estarías diciendo esa mierda Seth. - doy por zanjado el tema. - Queríamos buscar el sello para evitar que lo rompiera, pero no sabíamos por donde empezar a buscar. Estábamos dando palos de ciego, ahora sabemos que está aquí. Tenemos una oportunidad.

-¿Eres consciente de que si lo que dices es cierto, Kail ya está más que advertido de nuestra presencia? Lo que quiere decir que si intentamos algo lo sabrá, nos conoce. - Layla suspira.

-Dudo que recuerde siquiera el nombre completo de alguno de nosotros. Y de todas maneras hay que intentarlo.

~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~

Me siento frente al tocador y me cepillo el pelo de manera pausada. Estoy absorta en mis pensamientos y extremadamente cansada. Anoche no dormí nada, me la pasé dando vueltas. Me siento inquieta.

Después del shock inicial y de un largo debate sobre si deberíamos irnos o quedarnos a intentar impedirle acabar con el mundo por completo, estuvimos intentado elaborar un plan para hoy. Pero sinceramente, poco conseguimos.

En principio nos vamos a mantener alejados de manera prudente. Si Lia, Seth o yo nos acercamos demasiado a él se terminaría por darse cuenta dada nuestra naturaleza sobrenatural. Así que, por descarte Layla será quien lo vigilará de cerca.

Me preocupa un poco que la chica vaya a estar pegada al peligroso demonio, pero no tenemos otra opción. Necesitamos saber qué es lo qué busca, una persona, un objeto... Puede ser cualquier cosa.

Seth me acabó contando que Kail estuvo en su residencia, quería formar parte de ellos, quedarse ahí a vivir. Sus compañeros estuvieron más que dispuestos a dejar entrar al chico de ojos grises, pero Seth se las arregló para evitarlo.

El hecho de que el anticristo quisiera quedarse en la residencia me hizo sospechar y hemos empezado por ahí. Seth investiga sobre su residencia y los alumnos que viven ahí, intentando buscar algo fuera de lo normal. Layla vigila a Kail y Lia vigila a Layla a la misma vez que habla con los pocos demonios que aún le dirigen la palabra, en un intento por que suelten algo de información. Y yo... Bueno yo prometí mantenerme quieta en mi habitación, pero ahora mientras cierro la puerta y empiezo a bajar las escaleras pienso en que fue una estupidez. Todos sabíamos que no iba a cumplirla.

Y es que si paso una hora más encerrada en esas cuatro paredes me acabaré volviendo loca de remate. Además, no tengo porqué cruzarme con él, la universidad es enorme y está llena de gente.

Cruzo el césped camino a la sala de estudios, dónde sé que estará Seth investigando. Alguien grita mi nombre y me giro a tiempo para ver a Theo correr hacia mi con una sonrisa.

-Ehhh, hola. - saluda el chico. Yo muevo la cabeza a modo de saludo y fuerzo una sonrisa. - No has ido a clase hoy, ¿estás bien?

Siempre tan atento.

-Si, solo me quedé dormida. - miento.

-Bueno, me preguntaba si te apetecía tomar un... - Theo sigue hablando pero ya no lo escucho y es que él está ahí. Lo bastante lejos para no reparar en mi presencia, pero lo sufiente cerca para verlo. El corazón me deja de latir y las piernas se me aflojan. Un incómodo dolor en el pecho me inunda y las lágrimas amenazan con desbordar.

Vestido todo de negro, habla con un chico frente a la cafetería, apenas a unos metros. Desde donde me encuentro soy capaz de diferenciarlo a la perfección. Tiene el pelo un poco más largo y lo lleva despeinado, alcanzo a ver algo de barba. Su cuerpo irradia tensión incluso viéndolo desde lejos.

-¿Dana? Si no quieres no pasa nada. - vuelvo a oír al chico frente a mi. Agito suavemente la cabeza para centrarme y veo su cara con el ceño fruncido.

No he llegado a escuchar lo que me ha dicho, pero por lo poco que he conseguido retener y su cara intuyo que me ha pedido quedar. No tengo tiempo para esto, tengo que salir de aquí antes de que el demonio pueda sentir mi presencia.

-Lo siento, estoy ocupada con unos trabajos muy importantes que tengo que entragar esta semana. - vuelvo a mentir. - Espero que no te importe. Me voy pero ha sido bueno verte.

Echo un último vistazo al chico de lejos y salgo de ahí apresuradamente.

En la biblioteca le cuento a Seth lo sucedido y este me regaña. Un par de estudiantes molestos lo mandan a callar en repetidas ocasiones.

-Vale vale, lo siento. Pero necesitaba salir de ahí, y quería ayudaros. - susurro. - Vamos Seth no podéis pedirme que no me involucre.

El ángel parece tranquilizarse ya que suspira y baja el tono por fin.

-No vuelvas a salir sola, es peligroso con él aquí. ¿Estás segura de que no te vio?

-Segurisima. - asiento.

-Bien. Ahora ayúdame a revisar los papeles de propiedad de la residencia. Querías ayudar así que venga, manos a la obra.

Me pongo a ello en seguida, necesito distraerme. Ahora que lo he visto, aunque sea de lejos, la ansiedad ha crecido de manera monstruosa. Cuando cojo los papeles que me tiende Seth noto que aún estoy temblando. Sé que él también lo ha visto pero decide no comentar nada al respecto.

Perdición (Inferno III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora