Kail
La rabia corre por mis venas, me arde la sangre. Quién cojones se creen esos cinco para interponerse así en mi camino. Y James... Maldito hijo de puta. Primero me hace enfadar y luego me abandona a mi suerte. Cuando lo pille...
Reconozco que no ha sido buena idea ponerme así delante de todos esos humanos, pero James no para de seguirme como si fuera mi maldita sombra y me pone de los nervios.
Paso la mano por mi pecho desnudo mientras me miro frente al espejo. El dolor que sentía hace un rato me hizo creer que moriría ahí mismo. Cuando Amelie me atacó, una parte de mi quería que pasara, que me matara... Pero, ¿por qué? Niego, alejando esa idea de mi cabeza , no tiene sentido. No cuando estoy tan cerca de tener el trono del infierno. Lo que más deseo en el mundo.
Me siento en la cama y tiro de mi pelo hacia atrás, está un poco más largo ahora, debería cortarlo un poco. Gruño al pensar esto, joder tengo que centrarme de una maldita vez.
James tiene razón cuando dice que estoy muy distraído, la verdad es que estar aquí en la universidad no me hace sentir bien. Qué hay aquí que sea tan diferente como para que no pueda centrarme en mi cometido.
Ella.
Su nombre me cruza tan rápido que me confunde. Maldita llave... Hay algo en ella que atrae mi atención y eso es malo, encima está esa maldita advertencia en mi cabeza de que si le hago daño algo me pasará. Tengo tantas ganas de matarla como curiosidad por lo que produce en mi. Debo alejarme de ella, si sigue metiéndose en mis asuntos no encontraré el último sello y James y mi padre habrán tenido razón.
Me levanto de la cama y cojo el montón de papeles que tengo sobre el escritorio. Son impresos de noticias antiguas, desgracias que ha pasado en todo el mundo, los sello deben romperse en el mismo sitio donde grandes desastres sobrenaturales han ocurrido. En total son sesenta y seis sellos que los demonios han ido rompiendo a lo largo de los años, pero los últimos siete debían ser rotos por alguien como yo. Admito que durante este año, encontrarlos y romperlos no me ha supuesto un gran esfuerzo, pero este último...
Miro las hoja impresa, en ellas hay varias noticias. Leo por millonésima vez lo que pone en ellas sobre este lugar en concreto, esperando encontrar alguna pista sobre qué o quién es el sello final. La primera noticia es de hace unos quince años, en ella cuentan como la policía examina restos de personas que fueron encontrados en la parte de atrás de este campus, calcinados. Nadie del campus se había percatado de los sucesos, es más, parecía imposible que nadie supiera lo que ocurría a tan solo unos metros. Al final determinaron que era obra de una secta. Echo un vistazo a las demás noticias de este lugar, siempre algo parecido, cuerpos calcinados, lo único que cambia es que no siempre sucedía dentro del campus de la universidad, pero si a sus alrededores.
Los humanos siempre creyeron que eran imitadores a la secta, pero no podían estar más equivocados, los cuerpos calcinados no eran solo humanos sino brujas, demonios, impuros, caídos, ángeles... Este sitio lleva marcado muchos siglos atrás como un lugar de sacrificios hacia Lucifer, desde la primera purga de brujas que fueron quemadas en estos terrenos. Es por eso que debe ser aquí dónde se encuentre el último sello.
La última noticia de este lugar habla sobre una masacre de alumnos hace un año, un joven entró, mato a todos los alumnos que encontró en su camino y secuestró a una chica. Nadie identificó al agresor aunque lo vieron de cerca, nadie supo dar una descripción o un nombre. En realidad, no pudieron identificar siquiera a la chica secuestrada, y como ningún padre denunció nada el caso quedó así. Esta última masacre de humanos me resulta tan familiar que me incomoda no saber por qué. Me quedo un rato dándole vueltas, hay algo que no me cuadra desde que estoy aquí, es como si me resultaran familiar tantas cosas de las que no sé nada.
Entonces su nombre pasa por mi cabeza de nuevo... ella tiene otra versión de las cosas, una que no tiene sentido pero quizás escucharla me haga entender por qué siento que falta información. Si resuelvo eso podré centrarme en encontrar al maldito último sello.
-Joder. - gruño. Tendré que soportar mis ganas de matarla.
Me pongo una camisa y voy en su busca sin pensarlo mucho más, tan solo han pasado unas horas desde que nos vimos. El campus ha vuelto a la normalidad después de la alarma de incendios. Los estudiantes se mueven por ahí con total tranquilidad. Busco en la cafetería y los jardines, pero nada, ni rastro de la chica.
Después de unos minutos buscando decido que esto es estúpido, si no está por los alrededores debe de estar en su residencia, sé cuál es pero no el número de su habitación. No creo que sea tan complicado de descubrir y como me da pereza ir al punto de información de la universidad a preguntarlo decido hacerlo de una manera más fácil y me acerco a su residencia esperando poder preguntarle a alguien.
-Eh tú. - llamo la atención de un chico sentado en la jardinera del edificio. Aparta la mirada de su móvil y asiente en mi dirección. - Necesito el número de la habitación de una chica. - digo.
-¿De quién? Quizás la conozca, mi novia vive en esta misma residencia. - sonríe.
-Dana Hunter.
-Ahhh creo que es una de las chicas que viven con Lia, la del pelo rojo. ¿Sabes quién es? Está buenísima. - vuelve a sonreír de lado.
Subo una ceja ante su comentario, ¿no que tenía novia? Este chico tiene pinta de ser divertido, podría hasta caerme bien por lo descarado que parece. Por otra parte... Lia, la chica demonio que protege a Dana.
-Si, debe de vivir con ella.
-Pues habitación 156.
No espero a terminar la conversación y entro en el edificio, aunque oigo cómo se despide de mi. Subo en el ascensor hasta la tercera planta y busco la habitación 156. Cuando la encuentro leo la pizarra blanca que hay a un lado de la puerta. Tres nombres, Lia, Dana y Layla. El último nombre... otra vez esa sensación de que me falta información, de que esa chica es importante por algo, pero ni siquiera sé quién es.
No le doy más vueltas y me centro en lo que había ido a hacer, uso radar sobrenatural para asegurarme de que la chica demonio no se encuentre en casa. Y efectivamente, no noto presencia demoníaca cerca. Y por suerte tampoco angelical, lo que quiere decir que el ángel que suele estar con ella tampoco está.
Toco dos veces y no me abre nadie. Justo cuando estoy apunto de irme oigo los pasos y la puerta se abre dejándome ver a Dana. Tiene cara de cansada, los ojos hinchados como si hubiera estado llorando. Un moño alto deja al descubierto su cuello marcado, eso se lo he hecho yo antes. Me mira aterrada pero no cierra la puerta ni da un paso atrás. Que valiente y estúpida.
-Vengo a hablar.
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Perdición (Inferno III)
Teen FictionSeparados. Dana intenta seguir con su vida apesar de ya no ser la misma. Kail sin humanidad, convertido en lo que siempre debió ser, letal y sin sentimientos. El mundo está a punto de explotar y ellos están en bandos diferentes. ¿A lado de quién luc...