Kail
Fingir ante Lucifer ha sido agotador. Desde que llegamos nos hizo miles de preguntas, las ha repetido hasta la saciedad. Pero lo más agotador ha sido fingir no tener sentimientos, no recordar nada...
-¿Una niña? -pregunta de nuevo. Ha hecho esa misma pregunta miles de veces.
-Una mocosa. -asiente James. El cual también se esfuerza por fingir no sentir nada, por ser solo el cascarón sin sentimientos que mi padre intentó crear.
Hemos contado todo tal cual fue planeado con Daeve y Amelie. Una niña mitad humana mitad demonio, hija de una humana de la universidad. Nada más y nada menos. No dijimos en ningún momento que sabemos que es hija de Eyden. No nombramos al chico ni la razón por la que es ella el sello. Yo porque se supone que no sé quién es y James porque tiene órdenes de no nombrarlo conmigo presente.
De camino al infierno James me contó todo, lo que hizo mi padre para mantener a Eyden oculto. Me dijo que no lo mató porque quería sacarle información o usarlo si fuese necesario para controlarme. No le hizo falta, por supuesto, ya que fui con el sin oponer resistencia. Se lo puse en bandeja de oro.
-¿Por qué? -habla Lucifer de nuevo.
-¿Y qué más da eso? -pregunto encogiendo los hombros.
Pasan unos segundos de tensión donde Lucifer nos mira analizando la situación. Me mantengo indiferente, sentado en una silla de piedra, con los brazos cruzados, pero realmente estoy en tensión, preparado para cualquier cosa que pueda pasar.
Entonces un golpe fuerte casi me hace meter un brinco en mi sitio. Lucifer da una palmada y empieza a reírse a carcajadas. James me mira, pero evito su mirada, debo fingir que no lo soporto.
-Es genial. -dice mi padre animado. -¿No lo veis? El último sello es una niña de un año. Más fácil es imposible. -se ríe de nuevo.
Hijo de puta... Está literalmente celebrando que le será fácil matar a una niña. Lo mataría ahora mismo con mis propias manos si fuera posible...
-Ya casi lo tenemos. -le sigue el juego el impuro.
Me levanto fingiendo estar muy aburrido y me acerco a una de las ventanas de la estancia donde nos encontramos. El paisaje es terriblemente deprimente, un paraje desierto. El cielo de un color rojizo casi igual al color que el cielo de la tierra está adquiriendo.
-¿A qué esperas hijo? -pregunta poniendo una mano en mi hombro derecho.
-Es el último sello padre, llevas siglos esperando a este momento. -me giro y hago contando visual con él. -Debes estar cuando pase.
Desde que ideamos el plan no he dejado de pensar que no se creería nada. Que al pedirle que viniera con nosotros, sabiendo lo vulnerable que es en la tierra, sabría que tramamos algo. Pero yendo en contra de todo lo que creo asiente y me da palmaditas en el hombro.
-Estoy orgulloso de ti Kail.
Cada palabra que dice se clava como un puñal en mi pecho. Al niño pequeño que torturaba le habría encantado oír esas palabras de su padre. Ese niño soñaba con oírlas, aguantaba cada paliza y cada huezo roto pensando en oír eso algún día.
Aunque me da asco que diga eso sabiendo todo lo que me ha hecho, me pongo mi mejor careta y sonrió de lado. Le devuelvo el gesto con una palmadita en el brazo.
-Vamos al lío o qué. -dice James detrás de Lucifer. La manera en la que me mira me deja claro que ha intentando salvarme de la situación tan incómoda que estaba viviendo. Asiento en su dirección agradeciéndole.
-Por supuesto. -asiente el hombre.
Allá vamos. Y por el bien del mundo espero que todo salga bien.
-Organizaré una de las legiones de demonios y saldremos cuanto antes.
-Quizás es mucho para una niña de un año. -se ríe James.
-No van por ella, van por mi.
Mierda. Ya me imaginaba que no subiría sin protección. De todas maneras no me preocupa demasiado, ya solo con ir será vulnerable, si consigo matarlo los demonios pasarán a ser míos.
Además estará unas horas ocupado yendo a por la orda de demonios, eligiendo a quienes llevar y organizando todo. Y eso me dará tiempo para encargarme de un asunto...
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Perdición (Inferno III)
Teen FictionSeparados. Dana intenta seguir con su vida apesar de ya no ser la misma. Kail sin humanidad, convertido en lo que siempre debió ser, letal y sin sentimientos. El mundo está a punto de explotar y ellos están en bandos diferentes. ¿A lado de quién luc...