✘Capitulo 24✘

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Dana

Después de que Kail se fuera y las lagrimas cesaron, decidí ignorar los toques en la puerta. Lo que menos me apetece es tener una conversación con Theo ahora.

Tan solo me produces asco. Oigo esa maldita frase en mi cabeza una y otra vez. ¿Asco? ¿Yo?
Me levanto enfadada y cojo mi teléfono. Hay algo que no ha parado de dar vueltas en mi cabeza. Marco el número de Amelie y tras tener una corta conversación con ella me dirijo a su casa.

Conducir me hace bien. Me despeja y el aire que entra por las ventanillas me ayudaha aclarar mi mente. Cuando aparco frente a la casa de Amelie suspiro. Ha sido un día de locos.

Cuando toco la puerta solo tarda en abrirme cinco segundos, pareciera que esperaba detrás de la puerta. La mujer me mira y yo solo siento pena de lo que veo. Tiene los ojos rojos y tremendamente hinchados.

-Hola. - digo. Realmente no sé muy bien cómo actuar.

Ella se aparta a un lado dejándome pasar y camino hasta el sofá, me siento y espero pacientemente a que sea ella la que inicie la conversación. Quiero dejarle su espacio.

-¿Estás bien? - pregunta mirando las marcas que Kail dejó en mi cuello.

-No ha sido nada.

-Dana... él ha intentado...

-Lo sé. - la corto.- Pero sigo aquí.

Amelie asiente y entrelaza los dedos de sus manos. Se queda mirando fijamente sus rodillas. Sé que está así de mal porque se llegó a plantear matar a Kail para salvar el mundo. Me imagino lo difícil que tuvo que ser tan siquiera que la idea le pasara por la cabeza.

-Supongo que tenías razón. - dice con voz entrecortada.- Él ya no es bueno.

Suspiro y niego con la cabeza. Intento encontrar la fuerza necesaria para poder decir lo que llevo pensando desde el encuentro con Kail en mi habitación hace unas horas.

-No creo que Kail volviera al infierno por voluntad propia. - suelto de repente. Lo digo atropelladamente, y no estoy segura de que Amelie me haya oído.

La mujer se queda muy quieta y levanta la cabeza lentamente hasta que sus ojos abiertos como platos me miran fijamente. No dice nada así que continuo.

-¿Por qué sino Lucifer iba a jugar con sus recuerdos? - hablo más tranquila, a medida que permito que todo lo que he pensando salga en palabras me relajo cada vez más. -Él decidió irse, de repente y sin más. Creí lo que me dijo porque Eyden murió por protegerme y tenía sentido que Kail se fuera a casa enfadado y arrepentido de haberme protegido. Tenía sentido que volviera y ocupara su puesto, que se encargara de los sellos.

-Dana... yo lo he visto hoy, él...

-Espera. -le pido.- Déjame acabar por favor, necesito decirlo.- trago saliva y continuo.- Creo que cuando James mató a Eyden, de alguna manera Kail intentó protegernos a todos, darnos algo más de tiempo y decidió volver con Lucifer. Creo que Lucifer no quería correr riesgos, no quería que la lealtad de Kail tambaleara de nuevo y por eso jugó con sus recuerdos. Lo sometió al quitarle los recuerdos, se aseguró que rompiera los sellos.

-Si ya lo tenía sometido, ¿por qué no matarte y ya?

-Creo que, el hecho de dejarme viva es un seguro. Si me mata, quizás se arriesga a qué Kail recuerde. De alguna manera... Y al final, Lucifer necesita a su hijo para que reine a su lado.

Amelie se queda pensativa durante un momento y luego suelta el aire que estaba conteniendo, relaja los hombros y una pequeña sonrisa brota de sus labios.

-Tiene sentido Dana... Y si eso es así, podemos recuperarlo. No tenemos mucho tiempo, si consigue romper el sello antes de que lo traigamos de vuelta ya será demasiado tarde.

-Entonces debemos llamar a los demás y contarles todo esto. - cojo el móvil pero Amelie me para.

-Dana, si evitamos que Kail rompa el último sello y lo traemos de vuelta, nadie podrá romper el último sello y ¿sabes lo qué significa eso? ¿Lo que significa eso para ti?

Una lágrima baja por mi mejilla y asiento. Claro que lo sé, Lucifer está tan cerca de abrir las puertas que no lo dejará pasar. Sin Kail el infierno no puede romper el último sello, sin Kail la única opción que les queda soy yo. Irán por mi de nuevo.

-Nos preocuparemos de eso cuando Kail vuelva a ser él. Con él a nuestro lado buscaremos una solución. - digo en un intento de convencer no solo a Amelie sino a mi también.

Llevo tanto tiempo creyendo en la mentira que Kail me contó antes de irse, de verdad creí lo que dijo. Y él solo intentaba protegernos, para que no acabáramos igual que Eyden...

Cuando Kail se fue de mi habitación y poco a poco fui cayendo en la cuenta de todo fue realmente doloroso y liberador a la vez. Doloroso porque Kail se había sometido y había hecho tantas cosas que estaban en contra de sus valores, por nosotros... y liberador porque él no nos abandonó. No fue una mentira nada de lo que vivimos.

Una hora después la casa de Amelie está llena de gente. La mujer me deja relatar a mí todo. Decidí contárselo primero a ella porque al final es su madre... Los demás me miran atónitos y a la misma vez veo sus caras de alivio.

-Que idiota....- suelta Lia, refiriéndose a Kail.-Se creía que iba a poder ayudarnos así, lo ha empeorado todo.

No lo dice enfadada sino con pena. Y veo el alivio en su cara al saber la verdad.

-Lo importante ahora es descubrir cómo hacer que sus recuerdos vuelvan. - interviene Daeve.

-Pues vamos allá. Ahora tenemos mucho trabajo, el sello y recuperar al demonio. -suspira Seth.- No hay tiempo que perder.

Nos ponemos inmediatamente a consultar miles de libros antiguos, escritos por demonios, ángeles y demás. También preguntamos a los aliados de Amelie para ver si pueden aportar algo. Me cuesta concentrarme porque mi cabeza va a mil por hora pero me esfuerzo.

Perdición (Inferno III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora