✘Capitulo 9✘

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Kail

El asqueroso humano frente a mi sigue hablando sin cesar de la fiesta a la que tengo que ir esta noche. Es un estúpido intento por entrar a la residencia después de que esos chicos tuvieran el descaro de rechazarme.

Al menos esa sensación de hace unos minutos ha pasado. No logro entender por qué de repente empecé a sentirme tan raro. Sacudo suavemente la cabeza intentando alejar toda distracción tonta. Necesito esto, necesito entrar a esa recidencia de mierda.

-¿Entonces vendrás? - pregunta el chico.

-Si hay alcohol me apunto. - digo fingiendo una sonrisa. El imbécil parece satisfecho, se despide y al fin puedo dejar de actuar.

El resto del día se me pasa demasiado lento entre tanto humano. Esto de no poder escacharles la cabeza cuando se me plazca empieza a desesperarme. Son tan molestos.

Y cuando llega la noche nada mejora demasiado, una fiesta implica humanos más pesados de lo normal. Venir a esta estúpida fiesta ahora no parece tan buena idea.

Debo relajarme, controlar mis impulsos y centrarme. Esto es importante, cuando llegué noté una especie de energía salir de esa recidencia. Necesito entrar para poder averiguar si es una persona, un objeto o a saber qué más. Los demonios aseguran que el último sello está por esta zona, está vez no han sido tan específicos lo que me complica el trabajo.

Estoy apunto de conseguir que el chico frente a mi me dé su visto bueno, cuando unos gritos hacen que todos dejen de beber para centrarse en las chicas peleándose a unos metros.

-¡Tienes mucho valor para venir a una fiesta donde sabías que iba a estar! ¡Y encima vienes sola! - la chica de pelo cobrizo sigue gritando estupideces, pero ya no le presto mucha atención.

Ahi está. La sensación tan molesta de esta mañana mientras hablaba fuera de la cafetería con el idiota que me invitó a esto.

Esto ha pasado de parecerme molesto e irrelevante a interesarme. Me acerco un poco más y entonces soy capaz de ver perfectamente a la chica que la rubia ataca tan despiadadamente.

La gente a mi alrededor se olvida rápidamente de la pelea de las chicas y sigue a lo suyo. En cambio a mi me parece que todo se ha detenido.

La chica de ojos verdes que hace un segundo intentaba hacer callar a su atacante ahora me mira con los ojos muy abiertos.

Entonces pasa muy deprisa, el asco me invade de pies a cabeza. La rabia empieza a brotar de mi de inmediato. Mi cuerpo tiembla por completo intentando entrar en mi verdadera forma. Y justo cuando estoy por perder el poco control que tengo un chico se pone en medio y cogiendo a la chica del brazo la saca de ahí de forma apresurada.

Mierda, he sentido al chico. Es lo mismo que sentí dentro de la residencia. No tiene nada que ver con el sello, lo que sentí fue energía de ángel. He estado perdiendo el tiempo al intentar entrar a vivir con esos chicos.

Salgo por la parte de atrás del edificio y me pierdo en la noche. Aunque me encantaría dar rienda suelta a mis deseos más oscuros y transformarme ahí mismo tengo que mantener el control. Y por alguna razón esa chica ha hecho que me sea muy difícil mantener el poco autocontrol que poseo.

Perdición (Inferno III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora