Dana
Lía se pone delante de mi de manera protectora, pero Kail la ignora, tiene toda su atención en mi. Va a por mi.
Me alejo de Lia usando la misma velocidad que ha usado él para lanzarse sobre mi. Kail que ya venía rápidamente cambia de rumbo hacia donde me encuentro ahora. Lia me mira confusa, pero no tengo tiempo de pedirle que no se meta porque ya tengo al demonio encima con sus manos envolviendo mi cuello y apretando con fuerza.
Veo a la chica demonio y al ángel intentar llegar hasta mi pero James se interpone en su camino.
-Ka...Kail... Par... Para. - logro pronunciar.
-Estoy harto de que te metas en mis asuntos, eres un maldito grano en el culo y voy a acabar con esto de una vez. - gruñe.
-¡Kail! - grita Lia. - ¡Kail para, no eres así!
El aire lleva demasiados segundos sin llegar a mis pulmones, veo borroso y todo pierde conscistencia. Mi agarre en los brazos del chico cede y me suelto.
Y cuando pienso que se acabó sus manos se abren de repente, ahora que no me sostiene por el cuello mis pies tocan el suelo de golpe y sin fuerzas e intentando respirar caigo al suelo tosiendo.
-Basta ya. - oigo la voz de Amelie.
Levanto la vista aún recuperando el aliento y veo a Kail sujetandose el pecho con gesto de dolor, su madre a unos metros de él tiene el puño levantado en su dirección.
Me levanto del suelo como puedo y miro a Kail caer de rodillas, mirando con odio a la mujer.
-Amelie para. - digo preocupada.
La mujer me mira y una lagrima baja por su mejilla.
-No seguiré permitiendo que sea un peligro para todo... - dice.
El miedo corre por mi sistema. James intenta abalanzarse sobre ella pero lo veo a tiempo y lanzo mi poder hacia él haciendo que grite de dolor y se lleve las manos a la cabeza.
-Si lo vuelves a intentar te freiré el cerebro. - advierto parando mi ataque.
El chico me mira entrecerrando los ojos y promete que esto no quedará así antes de desaparecer a toda velocidad de nuestra vista. Daeve que se mantiene al lado de Amelie me mira y asiente dándome su aprobación.
Entonces me centro en Amelie. Tiene que parar... Esta no es la solución, no es una buena solución.
Lia me mira entendiendo y sin necesidad de decir nada asiente.
-¡Amelie cuidado! - grita la chica demonio haciendo que Amelie se gire rápidamente alertada, cesando así el ataque en su hijo.
Entonces a toda velocidad me pongo delante de Kail que permanece de rodillas en el suelo, protegiendo su cuerpo con el mío. La mujer tarda apenas un segundo en entender nuestro plan y suelta un suspiro visiblemente molesta. Me mira y abre los ojos como platos, cuando miro a Lia tiene la misma expresión en la cara...
-Dana... - murmura Daeve.
No me hace falta girarme para imaginarme qué miran con tanto temor. El aire no entra a mis pulmones, estoy aterrada pero me esfuerzo por permanecer serena ante ellos. Ante él.
Termino por voltear y lo encuentro a tan solo unos centímetros de mi, de pie e imponente. Levanto la cabeza y fijo mi mirada en la suya. Ya no tiene los ojos oscuros y parece mucho más controlado pero... No estoy segura de que el peligro haya pasado.
-Apartate. - dice.
Lo miro confusa.
-¿No me has oído? - pregunta entrecerrando los ojos. - Este juego es aburrido, aparta.
¿Juego? Aparto la mirada de él y la centro en un punto lejano a su espalda. Doy un paso grande a un lado y mantengo mi vista fija ahí, no vuelvo a mirarlo mientras él me mira fijamente. Sé qué está sonriendo de lado, que está satisfecho con esto.
Se aleja mientras oigo a Amelie sorber mocos, está llorando. Tan sólo Daeve se mueve para abrazar a la mujer. Yo sigo paralizada mirando a ese punto fijo en la nada.
Ha estado apunto de pasar, Kail casi me mata hoy. Tan cerca...
Un minuto después Lia se acerca a mi y sin hablar me abraza, pero yo sigo quieta, muy quieta. Completamente paralizada.
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Perdición (Inferno III)
Teen FictionSeparados. Dana intenta seguir con su vida apesar de ya no ser la misma. Kail sin humanidad, convertido en lo que siempre debió ser, letal y sin sentimientos. El mundo está a punto de explotar y ellos están en bandos diferentes. ¿A lado de quién luc...