✘Capitulo 28✘

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Dana

Camino por los jardines de la universidad en busca del demonio de ojos grises. Después de la charla en mi salón decidimos que no podíamos esperar más y en un arrebato de valentía cogimos los coches y aquí estamos... Layla y Amelie se han quedado en el aparcamiento con la pequeña Evelyn esperando nuestro aviso. Lia y Seth me siguen escondidos a la distancia en un estúpido intento de mantenerme a salvo. Daeve está rastreando a James para entretenerlo. Y bueno, a mi me ha tocado la parte divertida... Kail.

Debo encontrarlo e intentar mantener una conversación con él que lo haga dudar y así aprovechar para nombrar a Eyden. Y por el tono rojizo que está empezando a adoptar el cielo intuyo que esta es una de las ultimas oportunidades que tenemos. Hemos decidido no traer al pequeño ejercito de aliados de Amelie porque no pretendemos matar a James y mucho menos a Kail.

Avanzo por los jardines desiertos sin ver ni a un solo alma, es aterrador verlo así de vacío. Parece un lugar muy diferente en comparación a hace unos días cuando aún rebosaba de vida.

Noto su poderosa esencia mucho antes de oír su voz y me paro, esperando. Debo ser muy cautelosa o sospechará que tramo algo.

-Siempre tan molesta. -dice detrás de mi.

-He creído que podríamos hablar.

El aire frío que deja al pasar a la velocidad de la luz por mi lado me hace encogerme sobre mi misma. Cierro los ojos en un auto reflejo y cuando los abro de nuevo lo tengo frente a mi con una media sonrisa egocéntrica.

-Déjame adivinar, ¿sobre lo bonito que está el cielo hoy? -se burla. -Estoy ocupado para tus jueguecitos Dana, deberías irte si quieres seguir respirando.

Estoy a punto de responderle cuando noto su esencia y me quedo paralizada. ¿Qué coño está pasando? Me giro rápidamente para encontrarme a James con Alis, este la agarra del brazo bruscamente y la arrastra obligándola a caminar a su lado. Parece ser que Daeve no ha logrado dar con su hijo.

-¿Qué...? -logro decir cuando llegan a nuestro lado.

-Oh Dana, aposté diez euros a que vendrías justo hoy. -se ríe James.

Yo solo puedo mirar a Alis que sigue sujeta por su hermano, ella solo mira al suelo con la mirada perdida. Ignoro por completo a James y miro a Kail.

-¿Qué es esto Kail?

-Teníamos un trato y que tú estés aquí significa que no lo ha cumplido. -se encoje de hombros, quitándole importancia.

-Sí, mi querida hermanita prometió mantenerte alejada a cambio de que no la matáramos, pero como es obvio es una ridícula humana inútil.

-Otro estúpido intento de un frágil humano por ser parte de nuestro mundo. -escupe Kail con asco.

Alis quería ayudarlos manteniéndome alejada pero... no la he visto en días, es imposible. Y de repente el entendimiento cruza mi cabeza. Nos hemos mudado de vuelta a los viejos apartamentos, Alis debió buscarme en la residencia y en casa de Amelie donde no hemos estado desde hace días. No es que haya fallado es que no me ha encontrado a tiempo.

-Y ahora tendrá que pagar el precio. -dice el impuro antes de tirar a la chica al suelo.

Ya no siento ningún tipo de aprecio hacia Alis, pero verla en el suelo mientras la amenazan de muerte me produce pena. Se ha desviado tanto del buen camino... Si tan solo me hubiera escuchado... Si tan solo hubiera escuchado a su padre entonces las cosas serían muy diferentes. Quizás si ella no hubiera ayudado a secuestrar a Layla esa noche Eyden no habría muerto y quizás, si mi teoría es cierta, Kail no se hubiera marchado.

Perdición (Inferno III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora