✘Capitulo 13✘

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Dana

Los recuerdos me invaden nada más cruzar el umbral de la puerta. Dolorosos recuerdos. Kail besándome en el sofá diciéndome que me amaba, Kail sonriéndome desde la cocina, Kail sin camisa dormido en mi cama... Fue real, él... lo que vivimos fue real.

Apenas consigo reponerme de todos los sentimientos que me invaden cuando un recuerdo más doloroso cruza mi cabeza. Eyden. Eyden pegado a mi nevera robando comida, Eyden contándome chistes sin ninguna gracia, Eyden sonriendo...

Siento una lagrima bajar por mi mejilla y una mano entretelarse con la mía. Es Layla.

-Al principio es abrumador, se hará mas soportable a medida que vayas asimilando dónde estás. - sonríe suavemente.

Asiento incapaz de hablar. Cierro los ojos y obligo a todo mi ser a calmarse. Cuando lo consigo suelto a Layla y me atrevo a dar unos pasos por la casa.

-No quiero parecer un insensible pero, ¿qué hacemos aquí Dana? - Seth mira a su alrededor como si así pudiera entender mis ansias por venir.

-Algo que dijo Kail, necesitaba venir aquí y tener todos los recuerdos más claros. - mi voz suena débil, apagada. -Aparte de haber negado que tuvimos algo, lo cual no me resulta extraño ya que seguramente sea otro intento de hacerme daño. Dijo que me salvó esa noche de ser atropellada, que me siguió hasta el instituto y se metió en mi vida porque eran ordenes de Lucifer, que abajo ya sabían que yo era la llave. 

-Eso es imposible, abajo solo se supo que tú eras la llave cuando Kail te salvó y empezó a seguirte. Que fue cuando se me ordenó advertirlo. - niega Lia confundida.

-Lo sé, pero él parecía tan convencido de lo que decía. Algo no va bien. - digo.

-¿Qué crees que signifique eso?

-No lo sé Seth, pero necesito averiguarlo. Lo que significa que tendré que acercarme más a él. Tengo que saber qué más cree que pasó y en realidad no fue así.

-Es demasiado peligroso. - niega el ángel. - Demasiado peligro solo por algo que pudo haber dicho para confundirte.

-Sé como lo dijo, él creía lo que salía de su boca. Si hubiera querido hacerme daño ya lo hubiera hecho, y en todo caso sé cuidar de mi misma.

-Si es lo que necesitas para estar tranquila nosotros te apoyamos. - dice Layla evitando que Seth vuelva a quejarse.

-De todas maneras estaremos pendiente a ti en todo momento. - añade Lia.

-Bien, ahora me gustaría estar sola unos minutos. - digo dando por zanjada la conversación.

Nadie se niega a dejarme sola en el apartamento y uno a uno se despide antes de salir.

-Estaremos justo ahí fuera, en el otro apartamento si necesitas cualquier cosa.

Asiento y me fundo en un cálido abrazo con la chica humana, sé que Lia también siente el dolor de la perdida pero Layla comprende lo que siento al estar de vuelta a un lugar que me trae tantos recuerdos. 

Cuando me quedo sola me dirijo a mi antigua habitación. avanzo como puedo y me siento en la cama. Todo está tan vacío, cuando nos mudamos a las residencias me llevé casi todo. Solo quedaron algunas cosas de Kail y algo de mi ropa. Asimilo poco a poco dónde estoy y los recuerdos que van llegando a mi. No sé cuanto tiempo paso así, sentada mirando a un punto fijo en el suelo cuando mi teléfono suena. Es Lia.

"Cariño, vamos a casa, ¿estás lista o necesitas más tiempo?"

Creo que no estoy lista para volver a la universidad aún.

"Id yendo. Me hará bien estar un rato a solas con mis pensamientos."

"Está bien, pero háblanos cuando estés de camino a casa para no preocuparnos."

Le contesto con un breve vale y apago el móvil.

Paso unas horas más deambulando por el apartamento. Cuando estoy convencida de que no lloraré más decido que es hora de volver a la universidad.

Reúno todas mis fuerzas y me obligo a salir del edificio con la cabeza alta, sin mirar atrás. Cuando me subo al coche suspiro aliviada.

Ha sido doloroso pero a la vez liberador, como si siempre hubiera sentido la necesidad de volver aquí.

No sé qué va a pasar ahora. Cuando Kail se fue pensé que moriría, y no por el dolor que su marcha me causó, sino porque esperaba que los demonios vinieran a por mi. Algo que nunca pasó. Después, cuando los sellos empezaron a ser rotos, nos dimos por vencidos, el mundo se acabaría de una forma u otra. Pero, ahora que el fin está tan cerca... Necesito que hagamos algo por evitarlo, necesito que la muerte de Eyden no haya sido en vano, que cada sacrificio haya sido por algo. Ahora, después de un año sobreviviendo por puro instinto, después de volver a verlo y de haberme enfrentado a mis miedo volviendo al apartamento, lo tengo más claro que nunca. Quiero luchar, debo luchar.

Perdición (Inferno III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora