Kail
Termino de darme una ducha, necesitaba relajarme un poco después de lo de ayer. Han sido demasiadas cosas juntas. Siento que he estado como en trance todos estos meses, y que en un solo día he tenido que afrontar todos los problemas juntos.
Me pongo algo de ropa que todavía conservaba en la habitación de Dana y salgo al salón. Todo está muy tranquilo y entonces recuerdo que Amelie ha ido a ver a los aliados para pedir consejo y Daeve está en su casa con James, en un intento por recuperar algo de tiempo perdido. Lo cual no me parece muy sensato, Lucifer podría tirar del lazo que los une en cualquier momento, pero el hombre insistió en que mientras su hijo llevara las esposas de huesos el riesgo sería mínimo.
Entro en la cocina en busca de un café y me encuentro a Dana, dándole de comer a Evelyn. Lia y Seth deben de seguir dormidos. Desde la puerta tengo una vista perfecta de la escena. Dana le sonríe y le hace el avioncito con la cuchara a la niña y esta parece encantada con el pequeño juego.
Y por un momento, un maldito momento. No puedo evitar pensar cómo sería. Cómo sería si al bebé que Dana está dando de comer fuera nuestro. Si todo hubiera sido diferente y nos hubiéramos conocido en una realidad distinta. Yo siendo un chico normal, sin un macabro destino que cumplir y ella una chica humana sin una llave celestial...
-Hola. -me sonríe tímidamente la chica cuando Evelyn me descubre y me hace muecas.
-Te veo ocupada. -digo devolviéndole la sonrisa.
Por la cara triste que pone no me cuesta adivinar que cuando me ha visto mirándolas ha pensado lo mismo que yo.
-Layla necesitaba un momento para cambiarse y asimilar todo lo que ha pasado estos días. Sobre todo lo de que Evelyn servirá de anzuelo para el rey del infierno... -me explica.
Asiento y me acerco a la pequeña que extiende los brazos hacia mi de inmediato. Me pongo nervioso al momento, creo que nunca en mi vida he cargado a un bebé. Es más, no recuerdo haber estado nunca tan cerca de uno.
-Vamos, cógela. -me anima Dana.
-Creo que no es lo mío cielo, pero gracias por la oferta. -me niego.
-Vamos Kail, no seas amargado. ¿Verdad Evelyn? El tío Kail es un amargado... -eso último lo dice con voz de bebé y consigue que la niña se ría a carcajadas.
-¿Tío Kail? -enarco una ceja.
-Creo que es lo que Eyden querría. -asiente orgullosa.
La niña sigue haciéndome muecas con las manos, pidiéndome que la alce. Joder. No puedo ignorarla, ¿quién en el mundo ignoraría a un bebé que quiere atención? Pues al parecer ni el mismísimo anticristo.
Espero por todos los demonios del infierno que no se me caiga. Acabo levantándola de su silla con extremo cuidado, estoy completamente concentrado en no hacerle daño.
-No es de cristal Kail. -niega ella riéndose.
Es sorprendente lo mucho que se parece a su padre. Es como ver una mini versión de él. Evelyn me sonríe contenta por haber conseguido lo que quería y con su diminuta mano agarra mi nariz. Una sonrisa sincera brota de mis labios.
-Le gustas. -dice Dana.
-Qué puedo decir, soy irresistible. ¿Verdad cielo?
Dana pone los ojos en blanco y niega mientras se ríe. Y joder, se ve tan increíblemente preciosa así de relajada.
-Es lo único bueno que ha pasado en medio de este desastre. -dice acariciando el pelo de la niña que sigue en mis brazos. -Es sorprendente como algo tan puro puede nacer en medio de tanto horror.
-Si... Lo es.
-Kail, si lo que dijiste sobre Eyden es cierto...
-Lo es. -la corto.
-Entonces puede que quizás no esté todo perdido... Quizás y solo quizás podamos hacer que Evelyn tenga una familia completa y un mundo seguro donde vivir.
La miro, muy serio. Quiero eso, quiero que esta niña tenga a su padre. Quiero que vaya al colegio, que sea inmensamente feliz, que se enamore y envejezca. Quiero que haya un después porque, ahora mismo, mirando a Dana a los ojos, con esta preciosa niña en mis brazos, tengo más claro que nunca lo que quiero. Quiero vivir.
-Quizás nosotros también podríamos tener eso. -digo si pensar. -Un nuevo comienzo, a salvo. Una familia.
-Kail... -veo una lágrima escapar de sus hermosos ojos, ella se la limpia de inmediato.
-Sé que ahora mismo parece una locura. Sé que no lo ves posible, pero cielo, no puede ser esto todo lo que está destinado para nosotros. No puede ser morir, no después de habernos encontrado. -devuelvo a Evelyn a su silla y le doy su juguete. Ella inmediatamente nos ignora y empieza a agitarlo animadamente.
Doy un paso hacia la chica de ojos verdes que evita mirarme directamente.
-Me niego a que esto haya sido todo. -susurro muy cerca de su cara. -Nuestro inicio ha sido un caos, no nos encontramos, nosotros chocamos uno con el otro. -le sonrio y toco su mejilla, entonces ella me mira directamente a los ojos y soy capaz de ver en ellos la tormenta de emociones que está sintiendo. -Pero después de la tormenta llega la calma. Y joder amor, déjame creer que tenemos más por vivir juntos. Una vida aburrida juntos.
Ella se ríe. -¿Quieres una vida aburrida? -dice.
-Quiero una casa, quiero bebés, quiero que hablemos de cosas banales tras llegar a casa del trabajo. Dana, quiero una vida extremadamente humana y normal contigo. -le aseguro.
Ella suelta un suspiro y da un paso haciendo desaparecer toda la distancia que nos separaba. Sus labios chocan con los míos y por un momento me toma por sorpresa. Es un beso suave, y joder hace que me tiemblen las malditas piernas. No era consciente de lo mucho que la había echado de menos. De lo mucho que me hacía falta.
-Quiero esa aburrida vida contigo Kail Blake. Lo deseo más que nada en el mundo. -dice cuando nos separamos, haciendo que mi corazón se hinche. -Yo vendería mi alma por algo así.
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Perdición (Inferno III)
Teen FictionSeparados. Dana intenta seguir con su vida apesar de ya no ser la misma. Kail sin humanidad, convertido en lo que siempre debió ser, letal y sin sentimientos. El mundo está a punto de explotar y ellos están en bandos diferentes. ¿A lado de quién luc...