✘Capitulo 30✘

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Dana

-¿Me has oído? Te voy a matar. -repito.

Alis no me responde, se limita a mirarme visiblemente nerviosa... Nunca he atacado a un humano, pero no dejo que eso me detenga. Dejo que la luz se filtre en cada rincón de mi sistema y lo dirijo hacia ella. La chica suelta a la niña soltando un grito ahogado y cae de rodillas agarrándose la cabeza. La sangre empieza a brotar de su nariz, oídos y ojos. Layla se apresura a coger a su hija y alejarla de Alis, y es entonces y solo entonces cuando detengo mi ataque.

-Has sido tan estúpida, querías recuperar a tu hermano poniéndote de su lado. -le digo mientras Amelie se apresura a socorrerla, supongo que lo hace por Daeve. -Le ayudaste a secuestrar a Layla sabiendo lo que Eyden sentía por ella, él fue tu amigo durante años y aún así...

-Dana... -Amelie intenta detenerme. Pero no me detengo porque sé que no le he causado ningún daño importante y llevo guardándome esto durante demasiado tiempo.

-En mi vida hubiera creído que eras así de traicionera y rastrera. James tiene la excusa de que han jugado con su puta cabeza, pero tú... Ohhh pobre Alis, la única que ha salido herida de todo esto, como si no hubiera muerto gente. Y gracias a ti, gente a manos de tu hermano. ¡Eyden murió! Y ahora por si fuera poco, has estado a punto de matar a su hija.

Una lágrima baja por su mejilla pero eso solo consigue enfadarme más.

-Si no te mato Alis Whiterman es porque Daeve ha sufrido demasiado ya, pero te aseguro que como vuelva a tenerte en frente... si vuelves a cruzarte en mi camino no me detendré. Te freiré ese maldito cerebro.

-Fuera. -gruñe Lia.

Alis se levanta del suelo con ayuda de Amelie y sale del apartamento apresuradamente. Me dirijo hacia Layla y le acaricio la espalda a la pequeña Evelyn.

-Está bien. -me tranquiliza ella.

-Ha ido a por la niña. -dice Amelie.

-Cobarde. -escupe Lia.

-No. Iba a por Evelyn por alguna razón. -insiste la mujer.

-El cielo... - De repente mi sospechas de por qué el cielo sigue oscuro toman más sentido. Lia sabe a qué me refiero y me mira abriendo mucho los ojos.

-No tiene que ver con Kail, el cielo se empezó a oscurecer cuando Evelyn llegó a la ciudad.

-No... - niega repetidamente Layla. -Por favor, no puede ser...

-Ella es el sello. -Seth se atreve a decir lo que nosotras no conseguimos.

-¿Cómo es posible? -pregunto.

-Es un símbolo para Kail, es lo único que lo hizo bajar sus muros para recuperarlo. -explica Amelie. -Representa algo que Kail perdió, algo muy querido, un hermano. Si mata a la niña posiblemente termine de convertirse en el anticristo, acabaría con lo que lo hace benevolente.

Entonces recuerdo las esposas de huesos que tengo en la sudadera y me levanto apresuradamente. Entro a mi habitación donde el demonio descansa inconsciente y le esposo ambas manos.

-¿Qué haces? -pregunta su madre horrorizada.

-Si despierta y no es él Evelyn correrá peligro. Si estas esposas pueden detenerlo, no hay nada que discutir al respecto.

La mujer acaricia el pelo de su hijo y aunque parece que va a quejarse, se lo piensa mejor y asiente. No permitiré que le pase nada a Evelyn, a Eyden no pude protegerlo pero a su hija si.

-No quiero interrumpir, pero tenemos otro problema. -dice Lia tras entrar en la habitación. -James está frente al edificio.

Perdición (Inferno III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora