Cayó una cometa (COMPLETA)

CAPÍTULO CUARENTA Y DOS: ¿Vuelta a casa?

Habían pasado dos días desde que volvieron de Murcia. La primera noche la habían pasado en casa de Samantha, les venía mejor quedarse en las afueras que en el centro. La segunda, el día previo a volver al trabajo, la pasaron en casa de Flavio y Hugo porque así se podían ahorrar utilizar el coche para ir a trabajar. Por la noche habían cenado con Hugo y Anajú, que habían consolidado su relación durante las Navidades, en casa de los chicos. Durante la cena, Hugo les contó que le habían ascendido a Primer Chef en el restaurante donde trabajaba, y le habían dado un aumento de sueldo bastante importante. 

A la mañana siguiente el despertador de Samantha sonó como siempre a las 7:30. Vuelta a la rutina. Se movió en la cama al notar los brazos de Flavio que la apretaban fuerte. También había despertado.

-Buenos días bebé. - dijo ella. 

-Buenos días. - dijo él con su voz mañanera, mucho más grave que lo normal. 

-¿Cómo tienes la agenda hoy? - preguntó Samantha.

-Voy al estudio a terminar de grabar los arreglos de la última canción que falta del disco. - explicó. - La colaboración. - dijo con una sonrisa que no escondía la ilusión que le hacía hacer su colaboración debut con Pablo López.  

-¡Es verdad! - a Samantha también se le llenaron los ojos de ilusión por él. Aún abrazados, le acarició la mejilla. - ¿Y la anunciáis hoy no? - Flavio asintió. - ¿Estás nervioso?

-Pues un poco, la verdad. - dijo él acariciando su espalda por debajo del pijama. - ¿Nos vemos luego y te cuento qué tal?

-Sí, en mi casa si quieres. - dijo ella. - Aunque hoy tengo una reunión con Javy al final del día y puede que llegue un poco tarde. Lo que me recuerda... - dijo levantándose y yendo hacia su bolso. Cogió algo que Flavio no pudo ver. - Toma. - le tendió un llavero con dos llaves en él. Flavio levantó una ceja sonriendo, intuía de qué se trataba. - Las llaves de mi casa. - clarificó la chica. 

-¿De verdad? - dijo él sonriendo aún. Samantha asintió. 

-Nos pasamos todo el tiempo juntos, así que no veo porque no deberías tenerlas. Si llegas antes que yo puedes esperarme allí sin problema. - dijo ella acercándose a darle un beso. 

-Gracias. -dijo él besándola de nuevo. - Reconozco que yo también lo había pensado, pero realmente pasamos más tiempo en tu casa que aquí, así que quizás no tiene mucho sentido que yo te dé las mías. 

-No, no lo tiene, siempre venimos juntos aquí. - reconoció Samantha. Además, ella pensaba que cuando fueran a vivir juntos no tendría sentido que buscaran algo, Flavio podía irse a vivir con ella sin problema. - Voy a ducharme. - dijo saliendo de la habitación. 

Se encontró con Anajú en el pasillo, y le dio los buenos días a su amiga. Flavio, por su parte, seguía sonriendo en la cama con las llaves en la mano. 

Él entraba al estudio más tarde, pero se levantó para hacerle el desayuno a Samantha que se lo comió junto con su café descafeinado que también le había preparado el chico. Después de desayunar, Samantha cogió sus cosas de la habitación de Flavio y volvió a la cocina para despedirse de él. 

-Bueno, nos vemos luego entonces. - dijo abrazándolo por detrás. Él estaba sentado en el taburete y asintió. - Que vaya muy bien la grabación, te quiero. - dijo dándole un beso. - ¡Adéu! - gritó para las otras personas que estaban en el piso antes de salir por la puerta. 

Flavio recogió la mesa del desayuno y se metió a la ducha. Después se vistió, sin parecer que se arreglaba pero que se viera bien. Quería causar una buena impresión a Pablo López, quien se había interesado mucho en su musica cuando desde Inspira le habían propuesto la colaboración. Y aunque ya lo había conocido, e incluso había grabado el videoclip con él, seguía estando nervioso. Flavio lo había admirado mucho durante toda su carrera, y sabía que si la colaboración tenía éxito sería el empujón definitivo para su carrera. Sería el single de su disco, que lo sacaría más adelante. 

Cuando estuvo vestido se miró al espejo y le gustó lo que veía. Aquel iba a ser un gran día.

Por la tarde, Flavio condujo desde su casa a la de Samantha más feliz que una perdiz. Había terminado el single con Pablo López, que había sido de lo más agradable con él, ya lo habían visto con el videoclip y tenian programada la publicación de la portada para aquella noche. 

Aparcó delante de la casa de su novia y sacó las llaves que le había dado. Cuando abrió la puerta descubrió que Samantha tenía razón y no había llegado aún, por lo que decidió sentarse en el sofá a esperarla. Eran las ocho de la tarde, no tardaría mucho. 

A las ocho y diez cuando escuchó la puerta del garaje cerrarse de un portazo. El chico se levantó del sofá y fue hacia allí, ilusionado por ver a su novia y contarle lo maravilloso que había sido su día. 

Pero lo que encontró lo descolocó bastante: Samantha estaba recostada en la puerta, con las manos en el pecho, sujetando aún las llaves del coche y llorando a moco tendido. Flavio se asustó mucho. Se acercó más a ella, puso sus manos en sus brazos y empezó a acariciarlos. 

-¿Qué pasa? - preguntó dulcemente. Samantha solo se llevó las manos del pecho a la cara. Flavio la abrazó. 

El contacto del chico hizo que se relajara un poco. Se separó de la puerta, se deshizo del abrigo y el bolso y dejó sus llaves en la estantería. Sin dejar de llorar volvió a abrazar a Flavio. 

-¿Qué ha pasado? - volvió a preguntar él. 

-Me han... - empezó antes de volver a sollozar. Flavio le dejó su tiempo para que volviera a hablar, sin soltarla. - Vamos a sentarnos mejor. - dijo dirigiéndose al sofá. Flavio la siguió. 

Samantha se tomó su tiempo para contar lo que tenía que contar. Primero quería poder hablar, así que se obligó a dejar de sollozar, aunque no podía evitar que las lágrimas le cayeran por las mejillas. Ella no se atrevía a mirar a Flavio a los ojos, pero él no dejaba de observarla. La única vez que la había visto así fue en la playa, cuando la llamaron para contarle que su hermana había tenido un accidente. Ya entonces el chico se preocupó desmesuradamente por Samantha, ahora aún más. Ella no dejaba de mover los dedos en sus manos unidas cuando empezó a hablar.

-Me he reunido con Javy. - volvió a empezar. - Y me ha dicho que... - cogió aire. - Él dice que es una gran oportunidad para mi, y tu sabes que me desvivo por mi trabajo. Dice que es el último paso que me queda para dar en la indústria musical... -volvió a coger aire. - Y que no creen que haya nadie más adecuado que yo para hacerlo. - dijo. Flavio no entendía qué le estaba diciendo, pero un mal presagio recorrió su cuerpo. - Quieren que dirija la nueva sucursal de Inspira en Estados Unidos. - dijo finalmente.

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Hacía ya un tiempo que tenía pensado este capítulo, siento no haber avisado pero aquí tenéis un poco de drama.

No os enfadéis, sabéis que soy buena. 

No he puesto foto porque es lo primero que se ve y no quería hacer spoiler. 

Decidme qué os ha parecido, gracias por leerme.