CAPÍTULO DIECINUEVE: Verdades

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-¿Os conocéis? - Javy les devolvió a la realidad. Flavio salió del ascensor sin dejar de mirar a Samantha. Pasaban muchas cosas por su cabeza en aquel momento. 

-Sí, bueno... - a Samantha le costó reaccionar. - Nos conocimos durante las vacaciones. 

-Ah, ¡genial! - exclamó Javy. - Entonces no hacen falta muchas presentaciones. Flavio, Samantha va a ser tu mánager. Os dejo que empezéis a trabajar. 

Javy se fue. Samantha y Flavio se quedaron de pie en medio del vestíbulo, mirándose, completamente descolocados. 

-Samantha, ¿de qué va esto? - empezó Flavio.

-Sígueme. - contestó ella dirigiéndose a su despacho. 

Entró a su oficina, y esperó a que Flavio hiciera lo mismo para cerrar la puerta detrás de él. El chico observó el despacho y miró a Samantha esperando a que empezara a explicarse. La chica se dirigió a su sitio en la mesa. 

-Siéntate, por favor. - le dijo, indicándole la silla de delante suya. 

-Samantha, me dijiste que trabajabas en una tienda de discos... - dijo el chico todavía perplejo y sin entender nada. 

-Lo sé. No es cierto.

-No me digas... - dijo el chico con sarcasmo. 

-Lo siento Flavio. Siento haberte mentido. - Samantha se puso las manos en la cabeza. - Pero me dijiste que te querías dedicar a la musica el mismo día que nos conocimos, y no sabía a dónde iría esto. Y cuando me preguntaste a qué me dedicaba te mentí, porque cuando sé que alguien se quiere dedicar a la musica mi reflejo es no contarle a qué me dedico y de quién soy mánager, porque más de una vez se han intentado aprovechar de mí por eso. - la chica miró a Flavio esperando una reacción que no obtuvo, así que continuó. - Así que siento haberte mentido, pero nunca más salió el tema del trabajo y para nada me esperaba que aparecieras tú por la puerta esta mañana. Di algo por favor. 

Samantha lo miró, y por primera vez desde que lo conocía no supo descifrar lo que decía su mirada. El chico suspiró. 

-No sé qué decir Samantha. Ni si quiera sé qué pensar. - empezó. - Yo venía aquí ilusionado esta mañana por una reunión que podía determinar mi futuro en el mundo de la musica y pensando que después me iría a comer con una chica fantástica que me gusta un montón. Obviamente tampoco me esperaba verte aquí, porque pensaba que trabajabas en una tienda de discos. - Samantha bajó la mirada. - Y ahora resulta que no solo es que no trabajes en una tienda de discos, sino que vas a ser mi mánager. No sé, perdona, pero estoy un poco en shock. 

-Ya, lo entiendo. Yo también. - Samantha se levantó y pasó al otro lado de la mesa. Se sentó en la silla de al lado de la de Flavio. - ¿Estás enfadado?

El chico pensó un momento. 

-No, no sé cómo me siento. Entiendo por qué me mentiste, supongo que tiene lógica que no quieras que la gente se aproveche de ti. - Samantha soltó el aire que no sabía que contenía desde que vio a Flavio salir del ascensor. - Pero ahora no sé qué significa esto, ni para mi carrera ni para nosotros.

-No tiene por qué significar nada Flavio. - la chica sonrió. - Si tu quieres que a pesar de todo sea Inspira quien te lleve tu carrera, así va a ser. Pero no voy a ser yo. Sé por experiencia que no es bueno trabajar con alguien con quien se tiene un vínculo emocional. - los ojos de Samantha se oscurecieron un momento. - Pero si a ti te apetece seguir trabajando con nosotros, puedo hablar con Javy para que te busque a otro de nuestros mánagers. 

La mirada de Flavio se volvió brillante de repente. Quizás esto solo había sido un imprevisto, y quizá todavía podía definir su futuro en aquella empresa tan conocida en el mundo de la musica. Samantha vio que su propuesta le había gustado, así que se permitió bromear:

-Claramente yo soy la mejor, pero los otros tampoco están tan mal. - Flavio sonrió por primera vez. Samantha se lo devolvió. - ¿Hablo con Javy?

Flavio asintió. Samantha fue a levantarse, pero Flavio la cogió del brazo e hizo que se volviera a sentar. La atrajo hacia él y la besó en los labios. 

-Gracias por hacer tan fáciles las cosas más difíciles. - le dijo. Samantha sonrió, le devolvió el beso y se fue al despacho de Javy. 

Llamó a la puerta y entró. 

-¿Podemos hablar? - dijo cerrando la puerta detrás de ella. 

-Claro, ¿todo bien?

-Sí, eso espero. - la chica se sentó en el sofá que Javy tenía en la oficina, y él se sentó a su lado. - Verás... - no sabía muy bien cómo decirle lo que estaba a punto de decirle. - No creo que pueda llevar la carrera de Flavio. - Javy frunció el ceño.

-¿Por qué? ¿No os habéis entendido?

-Sí, sí, ese no es el problema... El problema es que nos entendemos demasiado bien. - dijo Samantha. Javy seguía sin entender nada. 

-¿Qué quieres decir?

-Que estamos liados Javy. - finalmente Samantha optó por decirlo tal cual. 

-¡Ah! - Javy se rió. - ¡Ah, vale! - repitió, riéndose. Samantha se rió con él. 

-Es que nos conocimos durante las vacaciones, nos liamos y nos seguimos viendo, y bueno, yo no le había dicho que trabajaba aquí y claro, cuando nos hemos visto hoy... Y bueno, después de lo de Carlos yo...

-Samantha tranquila, lo entiendo. - Javy se volvió a reir. - Dios, habréis flipado al veros... - otra carcajada. 

-Bueno, ¡no te rías! ¡Intento ser seria! - volvieron a reir los dos. 

-Vale, vale. No te preocupes. Hablaré con Anne a ver si lo quiere llevar ella. Ahora está reunida con Cepeda pero si Flavio puede venir por la tarde creo que podrán hablar. Sino ya buscamos otro día.  

-Genial, se lo digo. - Samantha se levantó del sofá. - Gracias Javy. - abrazó a su amigo y salió para darle la buena noticia a Flavio. 






Cayó una cometa (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora