Cuando se despidieron de los chicos Samantha y Eva se fueron hacia el coche de Eva, que lo tenía aparcado en la misma calle, para ir al piso de Eva y Nia. Eva le había pedido que fuera con ella mientras Flavio acompañaba a los chicos al aeropuerto, para hablar. Durante el viaje prácticamente no se dijeron nada. Samantha sabía que su amiga se estaba esperando a hablar a llegar a su casa, porque no le gustaba pensar en otras cosas mientras conducía.
Al llegar, Eva preparó fue a la cocina a preparar café y Samantha la esperó en el salón. Volvió con dos tazas y le ofreció una a su mejor amiga.
-Venga, suéltalo ya, ¿qué ha pasado? - preguntó Samantha. Eva sonrió un momento, pero al instante se puso a llorar. Samantha dejó el café en la mesilla y se acercó a ella para abrazarla. La dejó llorar en su hombro, y cuando estuvo lista se separó de ella y se secó las lágrimas.
-Jo, no quería llorar porque no estoy tan triste pero me está bajando la regla y, claro...
-Claro. - dijo Samantha. - Puedes llorar todo lo que quieras, ya lo sabes. - Eva asintió.
-Bueno, a ver. - empezó. - Es que... Me he hecho ilusiones. Ya sabes cómo soy. Después de las vacaciones tenía muy claro que no podía haber nada más que una amistad entre nosotros, porque sería imposible con la distancia y eso. Pero este fin de semana... - Eva empezó a sollozar otra vez, pero se contuvo. - Con todo lo que me pasó, Rafa fue súper atento y me cuidó muchísimo. Y me sentí muy bien. Y cuando jugamos al Yo nunca en tu casa, quise ver si él también se había sentido así durante el finde... Y no.
-Pero Eva, no puedes haberte rayado porque no bebió... Tú pregunta fue si tendría una relación con alguien de allí, y yo entiendo que él respondió basándose en la situación que tenéis, tú aquí y él en Murcia... - Samantha le acarició el pelo.
-Ya, ya lo sé, reaccioné mal. - admitió Eva. - Y bueno, luego vino a mi casa y hablamos las cosas bien.
-¿Y? - preguntó Samantha.
-Y nada. Yo admití que estaba empezando a sentir cosas, y él me dijo que él no, porque sabiendo lo de la distancia se había puesto el freno de mano. - metaforizó la chica. Samantha le volvió a acariciar el pelo. - Y bueno, le pedí que dejáramos de hablar para enfriar las cosas y así poder asumir que no va a pasar nada más con él.
-Bien hecho. Lo siento por ti, pero te irá mejor.
-Sí, lo sé. Pero me da rabia, porque si él estuviera aquí quizás podría dejarse llevar y sentir lo mismo que yo.
-Ya, pero no lo está. - Eva suspiró. - Así que ahora vas a pasarlo mal, no te voy a mentir, pero vas a pasarlo mal para estar mejor luego. Es difícil, pero si él no siente lo mismo por ti solo te vas a dar de hostias.
-Ya. Si lo sé, eh, pero ahora duele un poco. Y necesitaba desahogarme y soltarlo todo.
-Pues claro. Tienes que llorar todo lo que necesites. - Samantha la abrazó.
-Gracias, necesitaba tus consejos realistas de los que duelen.
-De nada mujer, para eso estamos. - Eva se rió. Samantha pensó que era buen momento para cambiar de tema y distraer a su amiga. - ¿Quieres que te cuente algo?
-Cuéntame.
-Voy a ser tía. - Eva abrió los ojos.
-¡Qué va! - Samantha asintió, y Eva la abrazó. - ¿Débora está embarazada?
-Sí, de dos meses. Estoy súper contenta.
-Qué guay, me alegro muchísimo.
-Yo también.
Samantha le contó todos los detalles del embarazo de su hermana, y luego se acurrucaron las dos en el sofá, tapadas con una manta y con sus tazas de café, a ver capítulos de Friends hasta que sonó el timbre.
-Será Flavio. - dijo Eva cuando se levantó para ir a abrir. Respondió al telefonillo y al rato apareció el murciano por la puerta.
-Hola, vengo a por mi lisiada. - dijo saludando a Eva.
-La tienes en el salón.
Flavio pasó al salón y se encontró a Samantha tumbada en el sofá, cubierta con una manta y la coleta despeinada. Al verle la chica le sonrió, y a él se le dibujó otra sonrisa en la cara automáticamente.
-Hola bebé. - le dijo ella, destapándose.
-Hola. - dijo acercándoe al sofá. La ayudo a levantarse y le dio un beso. La ayudó a ponerse el abrigo y le acercó las muletas.
-Gracias. - le dijo ella. Se acercó a Eva y la abrazó. - ¿Vas a estar bien?
-Sí, gracias por todo.
-No me las des. Nos vemos pronto, ¿vale?
-Sí, a ver si te mejoras. - dijo Eva para despedirse. - Adiós Fla.
-Adiós. - respondió él.
Flavio y Samantha subieron al ascensor y cuando se cerraron las puertas él la abrazó. Ella se dejó abrazar, pues con las muletas no podía hacer demasiado. Salieron del edificio de Eva y Nia, subieron al coche y se fueron para casa de Samantha. Llegaron allí sobre las dos y media del mediodía.
-Tengo hambre Fla. - dijo Samantha.
-Yo también. ¿Preparo algo de pasta?
-Sí, ya sabes dónde está.
El chico la besó y se fue a la cocina, mientras ella se acomodaba en el salón. Comieron macarrones al pesto y un poco de ensalada, y después de comer se tumbaron en el sofá abrazados.
-¿Qué tal ha ido la despedida con los chicos? - preguntó Samantha.
-Bien, hemos hablado de lo de Eva y Rafa...
-Ya, yo también he hablado con Eva. Está un poco chof.
-Ya... Es que Rafa no siente lo mismo... - dijo Flavio. - Dice que no se está dejando llevar porque no quiere, pero yo sé que cuando sientes cosas por alguien no puedes elegir si dejarte llevar o no.
-He pensado lo mismo cuando Eva me ha contado no sé qué de que se ha puesto el freno de mano. - dijo Samantha. - Me alegro de que nosotros no tuviéramos estos problemas.
-Y yo.
-Aunque la entiendo, porque si tú no te hubieras venido a vivir a Barcelona tras las vacaciones a mí seguramente también me habría costado hacerme a la idea de no tener nada más contigo. - señaló Samantha.
-¿Sí? - Flavio discrepaba, se explicó: - Si Hugo y yo no hubiéramos venido a vivir aquí, quizás habríamos seguido hablando por un tiempo, pero yo no tendría nada más que tú aquí. - Samantha no lo terminaba de entender. - Me refiero a que Rafa nos tiene a Hugo y a mi, sus amigos de toda la vida, que nos hemos mudado aquí. Y yo estoy contigo y Hugo está de lo que sea que esté con Anajú. Así que entiendo que Eva se haya cogido a algún tipo de esperanza de -que Rafa viniera a vivir con nosotros, o que nos venga a ver más a menudo, no sé.
-¿Quieres decir que a Eva se le hace más difícil la idea de no estar con Rafa porque tú y yo estamos juntos y Anajú y Hugo también? - Flavio asintió. - Ya, puede ser. Ella y Rafa se conocieron en las mismas circunstancias que nosotros pero ellos no pueden estar juntos.
-Exacto.
-¿Nos ponemos una peli? - Samantha decidió terminar la conversación.
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Cayó una cometa (COMPLETA)
FanficSamantha se va de vacaciones con sus amigas. Nada fuera de lo normal hasta que, por error, conoce a Flavio. ¿Será solo un amor de verano? ¿Qué tendrá ese chico que le gusta tanto?