CAPÍTULO DIECISEIS: Último día

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Sin darse cuenta, llegó el último día de vacaciones. La noche anterior habían dado una fiesta todos juntos para despedirse, pues Flavio y Hugo eran los únicos que vivirían en Barcelona y que podrían seguir viendo. Fue una fiesta para todos, nadie se fue más temprano con su ligue, estuvieron todos juntos pasándolo genial. Samantha se despertó a la mañana siguiente y Flavio dormía a su lado, desnudo. Se recostó sobre sus codos y lo observó respirar fuerte. Se acercó a él y le dio un suave beso en el pómulo. El chico se despertó. 

-Buenos días. - le dijo sonriendo y abrazándola. 

-Buenos días bebé. - contestó ella acomodándose en sus brazos.

-Me da pena que se acaben las vacaciones. 

-Y a mi. - Flavio cogió la cara de Samantha y la levantó para que le mirara. - Creo que han sido las mejores vacaciones de mi vida. - Samantha sonrió. 

-Y las mías. 

Se besaron, y al separarse se miraron a los ojos. Flavio la volvió a besar, con más intensidad, y bajó sus manos hacia el culo de Samantha. Ella hizo lo mismo, y Flavio se lo tomó como aprovación a que continuara. Cogió a la chica e hizo que se pusiera encima de él. Samantha decidió tomar el control, y cogió las manos de Flavio y las aguantó encima de su cabeza, de manera que el chico no pudiera tocarla. Le empezó a besar el cuello mientras se movía encima de sus partes íntimas y notaba las ganas que tenía el chico de terminar aquello. Cuando no pudo más, Flavio se sacó a Samantha de encima, la tiró en la cama y empezaron su juego de placer que tanto les gustaba. 

Cuando salieron a desayunar, Eva lloraba abrazada a Rafa, que intentaba consolarla, Nia y Gèrard estaban sentados en la barra de la cocina, Maialen se untaba una tostada con aguacate mientras Bruno la observaba y Anajú estaba comiendo sentada en el regazo de Hugo. Samantha fue a abrazar a Eva. 

-Ven aquí. - le dijo mientras la rodeaba con sus brazos. 

-Es que me da pena no verles más... - dijo la chica entre sollozos. 

-¡Pero que nos vamos a volver a ver! - exclamó Rafa como si fuera la quinta vez que se lo decía. 

-Pero solo cuando vengas a visitar a Hugo y a Fla, y a saber cuando va a ser eso... 

Samantha entendió desde el primer momento que Eva no lloraba por el grupo de chicos, sino por Rafa. Estaba claro que su amiga se había sentido muy cómoda con el chico, y le daba pena despedirse de él. Miró a Rafa y vio que a él tampoco le gustaba separarse de Eva, pero que no podía cambiar su vida para estar con ella. Y Samantha sabía que Eva lo entendía. Dejó a su amiga para que volviera a los brazos de Rafa. 

Flavio se acercó de nuevo a Samantha con dos tazas de café y le ofreció una, que Samantha cogió y se lo agradeció con una sonrisa y un beso en la mejilla. Samantha habló, dirigiéndose a todos:

-Bueno chicos, me ha encantado conoceros y haber coincidido con vosotros en estas vacaciones. Ha sido muy divertido. 

-Lo mismo digo. - dijo Gèrard. 

-Cuando vengáis a visitar a Hugo y a Fla nos avisáis, eh. - dijo Anajú. 

-Claro que sí. - dijo Rafa besando a Eva en la frente. 

-Y vosotras nos tenéis que enseñar la ciudad a Flavio y a mí eh. Que no conocemos a nadie. - dijo Hugo. 

-Pues claro, y si quereis podemos ser vuestras amigas en Barcelona y todo. - dijo Maialen indicándoles que podían contar con ellas para lo que quisieran. 

-¡Voy a hacer un grupo de Whatsapp! - exclamó Nia. - Así podemos quedar y nos vamos viendo. 

-Pero no nos lo restreguéis... - se quejó Bruno. 

-Podemos hacer otro todos nosotros juntos y así mantenemos el contacto. - dijo Flavio. 

Samantha lo miró. Si coincidían no solo en uno, sino en dos grupos de Whatsapp con amigos, quería decir que sin duda alguna mantendrían el contacto. Flavio pasó un brazo por la espalda de Samantha, como si supiera lo que la chica estaba pensando. 

Cuando terminaron de desayunar, los chicos tuvieron que irse a su casa a recoger las cosas y a hacer las maletas. Empezaron a despedirse, abrazándose todos con todos. Eva no dejaba de llorar. Samantha, al menos, tenía el consuelo de que volvería a ver a Flavio pronto. Cuando se abrazaron para despedirse, Flavio le dijo:

-Bueno, que sepas que en dos días ya estoy en Barcelona. Y que sepas que te voy a llamar para que me ayudes con la mudanza. 

-Pues me parece estupendo. - contestó ella. Se abrazaron con fuerza, y estuvieron unos segundos sin moverse. Luego se separaron y se besaron en los labios dulcemente. De repente, el grito de Rafa los sacó de su mundo.

-Abrazo colectivo, ¿no? - y se fundieron en un abrazo grupal, todos juntos. 

Samantha se acercó de nuevo a Flavio. Le dijo:

-Te veo en dos días. 

Y él la volvió a besar. 

Cayó una cometa (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora