CAPÍTULO VEINTINUEVE: Débora y gintonics

762 43 2
                                    

Cuando Flavio la dejó en su casa, Samantha sacó como pudo la ropa de la lavadora que había puesto Flavio aquella mañana y la puso en la secadora. Después se dirigió al comedor, cuando escuchó que llamaban a la puerta. Era Débora. 

-¡Hola! - dijo Sam. 

-¡¿Pero cómo puedes ser tan torpe?! - dijo Débora casi gritando al verla. Se abrazaron. 

-Mira, yo qué sé. Pasa, vamos al comedor. - fueron al comedor y se sentaron en el sofá. - ¿Quieres tomar algo?

-Sí, un café. ¿Me lo hago yo, no? - Samantha se rio. 

-Sí, mejor. 

Cuando Débora volvió se sentó al lado de Samantha. 

-¿Qué tal estás? - le preguntó su hermana mayor. 

-Pues a parte de lo de la pierna, muy bien, la verdad. - contestó pensando en que tenía que contarle lo de Flavio. - ¿Y tú?

-Nunca he estado mejor. 

-Caray, ¿y eso? - preguntó Samantha ante la felicidad extrema de su hermana. Débora la miró a los ojos. Realmente su mirada desprendía felicidad, y estaba exageradamente guapa. Sonrió ampliamente. 

-Estoy embarazada, Sam. - dijo finalmente Débora.

-¡¿Qué dices?! - gritó Samantha. Débora asintió y Samantha se lanzó a sus brazos. - Dios mío, Débora, me alegro muchísimo... ¡Que voy a ser tía! - dijo casi llorando. 

-Vas a ser la mejor tía. - dijo su hermana. 

-¿De cuánto estás? 

-De dos meses, todavía no sé si va a ser niño o niña pero lo sabré pronto. 

-Qué ganas. Espero que sea niña. 

-A mí me da igual, la verdad. Estoy muy feliz. 

-Qué bien, me alegro un montón. - Samantha la volvió a abrazar. - ¿Y cómo te encuentras?

-Pues muy bien, casi no tengo náuseas y estoy genial. 

-Ay qué bien... Me muero por ir a comprar cosas de bebés contigo. 

-¡Y yo! 

Estuvieron charlando un rato más sobre el bebé de Débora y sobre su embarazo, y Samantha se alegró de lo feliz que estaba su hermana, que también le contagió muchísima felicidad. Finalmente, Samantha dijo:

-Débora, yo también tengo algo que contarte... - empezó. 

-¿Qué? - su hermana la miró expectante. 

-Bueno, pues que estoy con alguien... 

-¡¿Qué dices?! ¿Tienes pareja?

-Pues sí... Se llama Flavio. Estoy muy enamorada, Débora... - dijo Samantha avergonzada. 

-¡Ahhhh! - chilló su hermana. Samantha sonrió levantando una ceja, por la vergüenza que le daba. - Pero mírate qué mona... ¿Cómo os conocistéis?

-En las vacaciones, nos conocimos en la playa el primer día, él estaba con sus amigos y pasamos todas las vacaciones enteras juntos... Si cuando tuviste el accidente quería acompañarme al hospital y todo. Es un amor. 

-Por favor, ¡quiero conocerlo! - dijo Débora emocionada. 

-No, no, todavía no, que me lo espantas. 

-¡Que no! - su hermana se defendió. 

-Bueno, ya lo conocerás, pero todavía no. - Samantha sonrió ante la cara de decepción de su hermana. - Te gustará, ya verás. Se está quedando conmigo estos días para cuidar de mi. - dijo señalándose la pierna.

Cayó una cometa (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora