Pasaron los días, y después las semanas. Samantha y Flavio se veían todos los días, y muchas noches las pasaban juntos, habitualmente en casa de Samantha, donde tenían más intimidad. Aquel día Samantha tenía una reunión con Aitana y la productora de su próximo videoclip, y Flavio seguía trabajando con Anne y componiendo temas. Flavio terminó la sesión de composición a las seis de la tarde. Había quedado con Samantha para ir a cenar a las nueve, y ella iría directamente al restaurante después de su reunión. Así que Flavio se fue a su casa. Cuando llegó se encontró a Hugo sentado en el sofá, con una cerveza en la mano y mirando a la tele apagada.
-Hola. - dijo Flavio.
-Ey... - contestó Hugo muy apagado.
-¿Qué te pasa? - Flavio enseguida vio que su amigo no estaba bien. Hugo lo miró.
-Pues que Anajú me ha dicho que no quiere que sigamos con lo que tenemos y que quiere que seamos amigos.
-¿Qué dices?
-Pues eso... que ha conocido a otro.
-¿En serio? ¿Así de la nada? Pero si todo parecía ir bien... - Flavio estaba realmente sorprendido.
-Eso creía yo...
-Lo siento tío...
-Nada hombre, ya se me pasará. Ya sabes que no soy de relaciones. Que haya durado más de un mes es todo un récord. Además tampoco habíamos hablado nada de hacerlo oficial ni nada de eso. - Hugo se levantó del sofá. Estaba intentando aparentar que no le importaba. Flavio lo abrazó antes de que pudiera salir del comedor.
-Si necesitas algo, ya lo sabes.
-Gracias. Me apetece estar solo ahora, ¿vale? - dijo el rubio.
-Claro, lo entiendo. - contestó Flavio mientras el chico caminaba por el pasillo hacia su habitación. - Hoy voy a salir a cenar con Samantha, no sé si dormiré aquí. - lo informó antes de que entrara a su cuarto y subiera su pulgar para confirmar que lo había oído.
Flavio entró en su habitación y se sentó en el banquillo del piano. Había pasado toda la tarde componiendo, pero ahora le apetecía tocar piezas clásicas que se sabía de memoria. A las ocho y cuarto se vistió y arregló un poco, y a y media salió hacia el restaurante. Llegó diez minutos antes y esperó a Samantha fuera. Mientras esperaba vio entrar a una pareja, el chico le resultó familiar pero no supo de qué le sonaba. A las nueve y dos minutos llegó Samantha.
-Hola bebé. - le dio un beso. - ¿Hace mucho que te esperas?
-Sí, pero porque he llegado antes. ¿Vamos?
-Sí.
Entraron en el restaurante. Era un japonés que se encontraba en el centro, y se encontraba en el piso subterráneo del edificio. Bajaron las escaleras y le dijeron al recepcionista el nombre de su reserva. Este les llevó a su mesa, y cuando se sentaron Samantha se quedó mirando fijamente a un punto del comedor que Flavio no veía porque estaba de espaldas.
-No puede ser. - dijo la chica tapándose la cara con las manos.
-¿Qué pasa? - Flavio no entendía nada.
-¿Me cambias el sitio por favor?
-Claro, pero ¿por qué? - se cambiaron.
-El chico que está dos mesas más allá con una chica. Queda frente a ti. - Flavio asintió. Era el chico que le había resultado familiar mientras esperaba a Samantha. - Es Carlos Right.
La cara de Flavio cambió de repente. No le apetecía nada cenar en el mismo restaurante que el ex de Samantha, y menos viendo lo incómoda que se estaba sintiendo la chica.
-¿Quieres que nos vayamos? - preguntó él.
-No, da igual, creo que no me ha visto. Quiero disfrutar de la cena contigo. - Samantha le cogió la mano.
Durante la cena, Flavio consiguió que Samantha se olvidara de Carlos, le contó todos los detalles de su sesión de composición, y Samantha lo escuchaba atentamente sin hacerle caso a nada más. Flavio también quiso comentarle el tema de Anajú y Hugo.
-Por cierto, ¿has hablado con Anajú estos días?
-No mucho, pero hoy nos ha dicho de quedar esta semana. ¿Por qué?
-Ha dejado a Hugo.
-¿Qué?
-Eso, me lo he encontrado bastante triste esta tarde, se ve que ha conocido a otro.
Flavio le contó todo lo que le había contado su amigo, y a Samantha también le sorprendió mucho. De repente una voz les sacó de su conversación.
-¿Samantha? - la chica cambió la cara automáticamente solo con oir la voz. Era Carlos. Lo miró muy seria.
-Carlos.
El chico miró a Flavio. Trató de hacerlo disimuladamente, pero se notó mucho que estaba intentando averiguar qué había entre ellos.
-Cuánto tiempo, no esperaba verte aquí.
-Teniendo en cuenta que es uno de mis restaurantes favoritos, tampoco debería sorprenderte tanto. - dijo Samantha cortante.
-Es cierto, me lo enseñaste tú. - volvió a mirar a Flavio para comprobar cómo le había sentado su comentario. Flavio se quedó impasible. - ¿Qué tal todo?
-Muy bien. - no dijo nada más, quería que entendiera que no quería hablar con él.
-Me alegro. - hizo una pausa, pero Samantha no volvió a hablar. Entonces volvió a mirar a Flavio. - Soy Carlos, por cierto. -le alargó la mano
-Flavio. - se la cogió muy serio y sin ganas. Ni él ni Samantha dijeron nada.
-Bueno Samantha, nos vemos por Inspira. Un placer Flavio.
Samantha hizo una media sonrisa, Flavio asintió y Carlos se fue hacia el baño. Samantha destensó todo su cuerpo y miró a Flavio. Los dos hablaron a la vez:
-Lo siento. - se rieron.
Flavio volvió a hablar.
-No tienes por qué sentirlo. Menudo imbécil el tío este. Se le notaba que quería que supiese que estuvisteis juntos.
-Ya... Tú tampoco tienes por qué sentirlo, no has hecho nada malo.
-Le he cogido la mano.
-Hombre claro que se la has cogido, no lo ibas a dejar ahí con la mano en el aire. - se rieron de nuevo.
-No, y quería demostrarle que soy mejor que él. - dijo Flavio con una sonrisa juguetona.
-Por supuesto que lo eres. ¿Te noto un poco celoso? - dijo Samantha con la misma sonrisa.
-¿Celoso yo? Qué va. - dijo él provocando una carcajada de Samantha.
Cuando terminaron de cenar, pagaron y se levanataron. Vieron que Carlos les observaba. Sabiendo eso, se cogieron de la mano y se fueron.
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Cayó una cometa (COMPLETA)
FanficSamantha se va de vacaciones con sus amigas. Nada fuera de lo normal hasta que, por error, conoce a Flavio. ¿Será solo un amor de verano? ¿Qué tendrá ese chico que le gusta tanto?