CAPÍTULO TREINTA Y NUEVE: Que te dé igual

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La pareja paseó un buen rato por las calles de Murcia. Flavio la llevó a los sitios más emblemáticos de la ciudad. Samantha no había estado nunca, y no supo si fue por la ciudad en sí o porque nunca en su vida había estado tan feliz, pero le pareció preciosa. La Catedral de Santa María, la Plaza de Santo Domingo, el Real Casino de Murcia, el Jardín del Malecón y, como no, la playa del Mar Menor. El día siguiente se lo pasaron haciendo el vago en casa de Flavio, él tocó el piano y Samantha se animó a cantar un poco con él. Por la noche, habían quedado a cenar con los amigos de Flavio en el centro histórico. Estaban tumbados en la cama, abrazados, cuando Samantha aprovechó para preguntarle por la cena. 

-¿Con quién hemos quedado?

-Con mis amigos, no serán muchos. Cinco o séis como mucho. - explicó el chico. - Seguro que vienen Dani, Aitor, Víctor, Sara y Marta. 

-Qué ganas de conocerlos. - dijo ella. 

-¿De verdad? - preguntó Flavio.

-Claro.

Después de un rato en la misma posición, decidieron canviarse. Samantha optó por una falda de tubo negra con unas medias negras y sus botas Marten's también negras y un jersey rosa de cuello alto. Se recogió el pelo en una coleta alta. 

-Qué guapa. - le dijo Flavio. Él llevaba un jersey negro, también de cuello alto, y unos vaqueros gris. 

-Tú también. - contestó ella dándole un beso en la mejilla. 

-¿Vamos? 

Samantha asintió. Se puso su abrigo, al igual que Flavio, cogió su bolso y salieron de la casa de él. Después de andar un rato llegaron al restaurante dónde habían quedado con los amigos del chico. Al entrar, Samantha vio una mesa donde había algunos chicos de su edad, y les saludaban con la mano. De repente, Flavio se puso tenso. Samantha volvió a mirar a la mesa y vio que había una chica más de las que le había dicho Flavio. Se acercaron y Flavio saludó. 

-Hola chicos. - dijo. Se levantaron y lo abrazaron todos, uno por uno. A la última chica que saludó no la abrazó, solo le dio dos besos. - Lucía. - le dijo. Entonces miró a Samantha y la agarró por la cintura. - Bueno, ella es Samantha, mi novia. Ellos son Aitor, Sara, Marta, Dani, Víctor y Lucía. 

-Hola, encantada. - dijo Samantha. Todos los amigos de Flavio le dieron dos besos para saludarla amablemente, pero Samantha notó un ambiente tenso. 

Aún así, se sentaron a comer y se pusieron al día. Le preguntaron a Flavio por su trabajo, les contaron la historia de como se conocieron y del descubrimiento de que Samantha trabajaba en la empresa que había contratado a Flavio. También les contaron su viaje a Beniarrés, el pueblo de la familia de Samantha. Mientras esperaban los postres, Samantha fue al baño, y Lucía y Víctor salieron a fumar. Flavio se quedó en la mesa con Aitor, Dani, Marta y Sara. Les miró enfadado. 

-Sabíais que traería a Samantha, ¿qué hace ella aquí? - dijo señalando el sitio de Lucía. 

-Lo siento Fla, se me escapó lo de la cena contigo cuando he quedado con ella esta tarde y ha insistido mucho en venir. - dijo Marta. - Le dije que venías con tu novia pero eso solo hizo que quisiera venir más, lo siento mucho. - Flavio suspiró con la disculpa de su amiga. 

-No pasa nada Marta, lo entiendo. Pero me da rabia porque ha venido para cotillear a Samantha y para joderme la cena con vosotros. 

Se hizo un silencio en la mesa. Samantha volvió del baño, y los cuatro amigos se apresuraron a hablar de algo más mientras ella se sentaba en su sitio al lado de Flavio. El chico posó un brazo en el respaldo de su silla. 

Cayó una cometa (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora