Epílogo

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UN AÑO DESPUÉS

Samantha estaba sirviéndose un vaso de agua en la cocina cuando lo notó. Tardó un poco en darse cuenta de lo que estaba pasando, y cuando lo hizo la invadieron un montón de sentimientos que desconocía. 

-¡Flavio! - gritó alarmada. 

-¿Qué? - contestó él desde el piso de arriba, donde estaba haciendo la colada. No se había dado cuenta del tono alarmado de su pareja.

-¡FLAVIO, YA! - gritó ella aún más. 

Entonces Flavio entendió lo que pasaba. Tiró la toalla que iba a meter a la lavadora al suelo y corrió escaleras abajo hacia la cocina, donde se encontró a Samantha recostada en la encimera y con un enorme charco en el suelo. 

-¿Ya? - preguntó como si todavía no fuera evidente. Samantha asintió. Se acercó a ella, le cogió una mano y le pasó la otra por la cintura. - ¿Te duele? - preguntó confuso. Samantha negó. - Vale, a ver, no te pongas nerviosa, vamos a coger la maleta y me esperas en el coche... - el chico ya se había agobiado. 

-Fla, tranquilo. - dijo ella, cogiéndole la cara. Flavio se sintió inútil, debería estar calmándola él a ella. - Todavía no tengo contracciones, me da tiempo a cambiarme y vamos para el hospital. ¿Friegas esto mientras? - dijo refiriéndose al charco que se había formado cuando había roto aguas.

-Sí, ahora voy a ayudarte... - dijo mirando el desastre del suelo. Cuando se dio cuenta de que Samantha salía de la cocina la agarró por el brazo para darle la vuelta y besarla. - Te quiero. - le dijo. 

-Y yo. Venga, vamos a hacer esto. - dijo señalándose la enorme barriga y devolviéndole el beso antes de ir a cambiarse. 

Flavio fregó lo más rápido que pudo y fue a su habitación a ayudar a Samantha. Con la barriga que llevaba sabía lo que le costaba vestirse, así que la ayudó a aguantarse para ponerse el pantalón. Cuando lo tuvo colocado, Samantha notó un dolor punzante en la parte baja de su vientre, y Flavio se lo vió en la cara. La miró inquisitivamente, para saber si estaba todo bien. 

-Supongo que esto era una contracción. - dijo Samantha tratando de esbozar una sonrisa. 

-Vamos. - dijo él antes de besarle la cabeza y salir de su casa para ir al hospital. 

Durante el trayecto, Samantha tuvo alguna otra contracción, pero las soportaba bien. En realidad estaba pensando en el momento en el que descubrió que estaba embarazada. Habían hablado de tener hijos, y habían decidido que empezarían a buscarlos cuando Flavio acabara la gira de su tercer disco, durante la cual Samantha lo acompañó en todos los conciertos. Aún así, Samantha había dejado de tomarse las pastillas al empezar la gira, pues el ginecólogo les dijo que tardarían un tiempo en dejar de hacer efecto. Sin embargo, resultó que a los dos meses concibieron un bebé. Cuando le faltó la regla, Samantha empezó a sospecharlo, y notó que se mareaba un poco por las mañanas. Fue en Madrid, el último concierto de la gira de Flavio, donde se decidió a hacerse el test de embarazo. No había dicho nada a Flavio porque tenía una intuición y quería sorprenderle, y así lo hizo. Decidió decírselo después del concierto y después de la celebración del final, cuando el chico creía que no podía estar más feliz por lo bien que había ido toda la gira. Cuando llegó al hotel, descubrió que sí, que se podía ser mucho más feliz. Samantha había subido antes a la habitación del hotel mientras Flavio se hacía algunas fotos con la banda que lo acompañó en los conciertos. Cuando subió a la habitación, se encontró una cajita con el test de embarazo positivo en medio de la cama, y a Samantha observándole de pie. Flavio no se lo podía creer. Ninguno de los dos recuerda un día tan feliz como ese, aunque el de hoy, sin duda, lo iba a ser más. 

Cayó una cometa (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora