CAPÍTULO VEINTIOCHO: Barcelona y accidentes

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El sábado Flavio se levantó a las doce del mediodía. Samantha seguía durmiendo. Salió de la cama, se duchó, tomó un café y un plátano y se puso a hacer la colada. Aquel día habían quedado en ir a comer por la playa y hacer un poco de turismo por Barcelona. Samantha solo iría a comer, pues no sería muy práctico para ella recorrerse toda la ciudad en muletas. Él todavía no tenía claro qué hacer por la tarde, si ir con sus amigos o quedarse en casa con Samantha. 

Mientras estaba metiendo la ropa en la lavadora Samantha se despertó y salió de la habitación. Pasó por delante del cuarto de la lavadora y se encontró a Flavio. 

-Buenos días. - se agachó y le dio un beso en la nuca. - No hace falta que me laves la ropa eh. 

-También hay ropa mía. ¿Has dormido bien?

-Sí, estaba hecha polvo. ¿Y tú?

-También. 

-Voy a comer algo. - dijo ella yendo hacia la cocina. 

Samantha encendió la cafetera y cogió una manzana. Cuando su café estuvo hecho puso el vaso en la mesa y cogió un cuchillo. Se sentó y empezó a cortar la manzana y se iba comiendo los trozos que cortaba. Flavio entró a la cocina. 

-¿Vas a ir esta tarde a visitar Barcelona? - le preguntó Samantha. 

-No sé qué hacer todavía. ¿Tú quieres que me quede contigo?

-No hace falta, ve con ellos, no te preocupes. Va a venir mi hermana esta tarde a hacerme compañía. 

-De acuerdo, pues iré con ellos. 

Samantha se terminó la manzana y se levantó de la mesa. 

-¿Ya te has duchado? - le dijo a Flavio.

-Sí, ¿por qué?

-¿Me duchas a mí? - dijo con una mirada traviesa. Flavio se rió. - Por la pierna, digo.

-Sí, claro, por la pierna. - el chico fue hacia ella y se le acercó mucho. Sus labios casi se tocaban, pero de repente el chico le tocó el culo y le dijo: - Tira anda, ya estás tardando. 

Después de una ducha conjunta bastante más larga de lo normal, los dos se vistieron y salieron hacia la Barceloneta, la playa de la ciudad. Llegaron al restaurante y se encontraron a Bruno, Gèrard, Maialen y Nia en la puerta. Anajú, Hugo, Eva y Rafa todavía no habían llegado. 

-Hola chicos. - dijo Samantha descansando por fin los brazos al llegar junto a ellos. 

-Hola. - dijo Flavio. 

-Hola bonitis. - dijo Maialen. 

-¿Y Rafa? ¿No ha venido con vosotros? - preguntó Flavio a Bruno y Gèrard. 

-No, se fue con Eva. 

-¿Han dormido en vuestra casa? - preguntó Samantha a Nia, que era la compañera de piso de Eva. 

-No, en casa no han dormido. Se irían a un hotel o algo. - contestó Nia. 

Llegaron Anajú y Hugo. 

-¡Hola! - dijo Anajú. Se saludaron.

-Bueno, ¿entramos y ya vendrán? - dijo Flavio, viendo que Samantha necesitaba sentarse. 

Todos accedieron, y se sentaron en la mesa que les indicó la camarera. Le dijeron que todavía faltaban dos personas, así que aún no pedirían su comida. Cuando pasaron diez minutos y todavía no habían llegado Gèrard dijo:

-Voy a llamar a Rafa a ver qué hacen. 

-Yo he llamado a Eva cuando me he levantado y no me lo ha cogido. - dijo Nia. - He supuesto que habría pasado la noche con Rafa.

Gèrard sacó el móvil y buscó el número de Rafa. Esperó un rato, y finalmente Rafa contestó. 

-Ey, estamos en camino. - dijo Rafa.

-¿Eva está contigo?

-Sí, ya llegamos. - y colgó.

-Que borde. - dijo Gèrard cuando dejó el móvil. - Que raro. - añadió. 

Al rato llegaron Rafa y Eva, muy serios. Saludaron a todos y se sentaron. 

-Perdón por llegar tarde, no os imagináis lo que nos ha pasado. 

-¿Qué ha pasado? - preguntó Anajú. Eva miró a Rafa para que hablara él. 

-Ayer, cuando nos fuimos de la discoteca... - el chico empezó, pero parecía que no tenía muy claro cómo seguir. - Bueno, cuando íbamos a salir, yo fui al baño y Eva salió a esperarme fuera y bueno... - el chico suspiró, Eva estaba blanca y no decía nada. - Cuando salí me encontré a dos tíos arrinconando a Eva en una esquina con una navaja. Le robaron el bolso. 

-¿Qué dices? - dijo Samantha alterada. - ¿Estás bien? - Eva asintió. 

-Sí, nos hemos pasado la noche en comisaría, llegamos a un hotel a las 9:30 de la mañana. 

-¿Y vas a recuperar tus cosas? - dijo Nia. 

-Lo dudo. Dicen que no creen que puedan hacer nada. - dijo Eva. - Pasé mucho miedo. - se tapó la cara con las manos. 

-No me extraña titi... - dijo Maialen abrazándola, que estaba a su lado. 

-¿Y tú los viste atracándola? - preguntó Bruno a Rafa.

-Sí, lo vi cuando salí y corrí hacia allí gritando. Y luego le cogieron el bolso y se fueron.

-Dios mío, qué miedo... - dijo Anajú.

-Estoy bien eh, tengo que recuperarme del susto y ya está. Ahora hablemos de otras cosas así desconecto. Seguro que lo de esta tarde me viene muy bien. - dijo Eva tratando de sonreir. Samantha alargó la mano para cogerle la suya.

Todos accedieron a la petición de Eva de hablar de otra cosa, y así pasaron la comida. Después de comer, salieron del restaurante. Anajú dijo:

-Bueno, pues Mai y yo os hemos preparado un súper tour por los lugares más guays de la ciudad. ¿Estáis listos?

-Por supuesto. - dijo Bruno. 

-¿Te llevo? - le dijo Flavio a Samantha. 

-Sí, a mí me encantaría unirme a ese súper tour chicos, pero lo veo complicado en mi situación. Así que mi chófer personal me va a llevar a casa. - señaló a Flavio con la muleta, que sonrió. - Si queréis por la noche podéos venir a mi casa y os invito a gintonics.

-Nunca diríamos que no a eso. - dijo Gèrard.

-Yo me reúno con vosotros luego, ¿dónde creéis que estaréis en una hora más o menos? - les dijo Flavio a Anajú y Maialen. 

-Por la catedral en principio. 

-Genial. 

Flavio y Samantha se fueron y Flavio condujo hasta casa de Samantha. Cuando llegaron, aparcó delante de su casa y Samantha se desató el cinturón del coche. 

-Nos vemos luego. - se acercó a él para besarle. 

-Te echaré de menos. - dijo él después del beso. 

-Y yo a ti. Pasadlo bien. - le dio otro beso y salió del coche.

Flavio volvió a conducir hasta el centro de la ciudad, aparcó el coche de Samantha en un párking subterráneo y se encontró con los demás en la plaza de la catedral. A decir verdad, ese tour que habían preparado las chicas también le vendría bien a él, ya que a fin de cuentas no hacía mucho que vivía en Barcelona y no había tenido mucho tiempo para visitar las partes más emblemáticas de la ciudad. 












Cayó una cometa (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora