El despertó. Despertó asustado por aquel disparo.Despertó desorientado pues no sabía dónde estaba, ni dónde estaba...
—¡Sasuke!
Una persona entró por la puerta y se acercó a él para calmarlo. Era Minato.
—Hijo, tranquilo, ya todo está bien.
—Papá, ¿dónde está Sasuke? ¿Y Menma? ¿Menma está bien?
—Todos ya estamos bien— dijo y Naruto volvió a recostarse en la camilla—. Y gracias al cielo tú también lo estás.
—Creí que moriría. Le dije a Sakura que no le dijera a Sasuke sobre mí.
—Y lo ha cumplido— aquella rubia de nombre Ino entró a la habitación—. Ni él ni Menma saben de ti, pero en cuanto estés bien, debes ir a verlos.
—¿Cuánto tiempo llevó aquí?— preguntó, viendo cómo ella sacaba una jeringa.
—Tres semanas. Alégrate, ya estás fuera de peligro. Lo único que queda a ver es tu recuperación.
—¿No puedo irme a casa aún?— la chica negó y el mayor le dio una sonrisa.
—Naruto, perdiste bastante sangre, estabas muriendo, ya no veíamos salvación alguna para ti, debo ser sincera. Pero la vida te dio una oportunidad para que no cometas la misma estupidez que aquel entonces.
—Dudo que así le hables a tus pacientes-ttebayo.
—Eres amigo de Sakura, supongo, así que estoy lo suficientemente informada de lo que hiciste.
—Gracias. Necesitaba a alguien que me reprendiera, y Karin no esta aquí. Ino, ¿cierto?— la rubia asintió—, Sakura habla mucho sobre ti.
—Y Sasuke de ti.
>•<
—Necesito ramen-ttebayo. La comida del hospital no fue suficiente.
—Bueno, no debe ser un banquete— el menor le vio mal y Minato rió—. No te puedo dar grasas o algo así, pero comerás en abundancia.
—Si no me quieres, dejame en cualquier lado donde sí haya ramen.
El mayor sonrió. Las locuras de su hijo habían faltado demasiado en esos días, pero sabía que su tiempo no debía de ser demasiado, pues otra persona le esperaba y necesitaba con más desesperación.
Prendió el auto y arrancó a un destino donde todos les esperaban: la mansión Uchiha.
El camino no era muy largo, pero su pequeño debía estar en reposo, así que el auto había sido esencial para llevarlo.
Llegaron a la vivienda y estacionaron el auto en la cochera. Minato bajó y le ayudó a bajar, puesto que el yeso en su brazo le dificultaba.
Llegaron a la entrada y el mayor abrió con la llave que su otro hijo le dio. Entraron y fueron a la sala, teniendo las miradas de todos los presentes en ellos o, más bien, en él.
—Sasuke está en su habitación— habló su hermano y él sólo le vio—. Eres un libro abierto cuando de Sasuke se trata. Ve a verlo, nosotros luego.
El menor suspiro y, con ayuda de su padre, subió las escaleras, yendo a aquel cuarto. Minato regresó a la sala.
No tocó, sólo abrió y al hacerlo le vio. Le vio saliendo de aquella habitación, con su cabello húmedo y una toalla en su cintura.
Vio su blanca piel, sin imperfecciones en su cuerpo, sólo un pequeño lunar a la altura de sus costilla. Vio sus piernas, tan bellas y blancas como siempre. Su rostro, húmedo, con pequeñas gotas de agua que su cabello soltaba, sus ojos negros perdidos en un punto de la habitación, sus labios que siempre tenían un color rojizo o rozado.
¿Cuánto tiempo duraba Naruto sin estar a lado de aquel Uchiha? No mucho tiempo. Lo comprobó cuando ya no resistió el seguirlo viendo y se acercó a él, para sentirlo más cerca.El Uchiha se sobresaltó cuando una mano le tomó de la cintura, le giró un poco y lo hizo chocar a aquel otro cuerpo.
No sabía que hacer. Estaba perdido, sin nada en mente, más que cuando reconoció ese aromo, no hizo más que aceptar el abrazo. Lo abrazó con fuerza, pero con cuidado de no lastimar su brazo, dando a entender que ya no le soltaría, o no quería soltarlo de nuevo.
No de nuevo.
>•<
Su abrazo no duró mucho, puesto que un pequeño azabache entró a la habitación y le robó al rubio.
El pequeño lloraba y regañaba a los mayores. A Sasuke, por no avisarle que su padre había llegado a casa, y por ser un envidioso. A Naruto, por asustar los y preocuparlos de esa manera, no decirles de dónde estaba y porque no estaba en casa.
Sasuke se quedó en la habitación, con la promesa del rubio, la promesa de que regresaría en cuanto viera y preguntara a todos el como estaban y que habían hecho en su ausencia.
El azabache le dejó ir, pero antes de que saliera por la puerta, habló.
—Naruto...— dijo en un volumen bajo pero lo suficientemente alto para que el contrario le escuchara.
—¿Pasa algo? ¿Necesitas algo?
—Bueno, sólo quería decirte que estoy feliz de que estés de nuevo con nosotros.
—Yo también lo estoy, Sasuke.
Y ambos sonrieron.
Hicieron aquella acción que hace mucho dejó de aparecer en sus mentes.
Sonrieron.
Sasuke sonrió por y para Naruto.
Naruto sonrió por y para Sasuke.>•<
Holiii...
Bueno, antes que nada, feliz año nuevo 🤩😘😘
Espero que se la hayan pasado bien en compañía de sus seres queridos, familia, amigos o mascotas uwu
Y espero que este año lo iniciemos todos bien y que sus deseos y aspiraciones se hagan realidad :3
También, espero que el capitulo les guste. Ya lo tenía escrito pero decidí publicarlo el día de hoy.
Si les gustó pueden darle una estrellita, comentar o simplemente leer, cualquiera se aprecia comodequeno jsjsjs
Sin más que decirles. Los dejo.
Los amo 💕
Adiós uwu
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Los días de nuestra felicidad
RandomSegunda parte de las historias: "Veinte días" y "No cometí el error"