Había pasado un mes desde que habían regresado.Había pasado un mes desde que Sasuke se había quedado sin su empleo.
Había pasado un mes desde que Naruto estaba con ellos.
Un mes y apenas volvía a hablar con Karin. Sólo que la situación se le salió un poco de control a la chica, pues el azabache ya estaba ebrio.
—Sasuke, creo que es mejor que dejes de beber...— dijo, queriendo quitarle la botella que tenía en su mano.
—¿Pero sabes que es lo que más odio...?— le arrebató la botella y tomó un sorbo—. Que todos siempre me preguntan que cómo va todo con Naruto... Como si siguiera casado con él.
—Es que...
—Varías personas me ven con un mal gesto, por el hecho de que creen que yo le robe el esposo a esa malcriada... Pero ella me lo robó a mí— vio hacia un punto de la mesa y volvió a tomar de la botella—. Es un idiota.
—¿Quién...?— la pelirroja ya sabía que era mejor que su amigo se desahogara. Era lo mejor.
—Tu primo. Cuando... cuando Menma nos pregunta algo respecto a la relación que llevabamos, él se va. Me tengo que inventar una excusa demasiado... planeada...— dijo dudand—... Para que mi hijo crea toda la farsa. Es muy listo.
—Es tu hijo. Eres demasiado listo, Sasuke— la chica tomó un pequeño sorbo de su vaso—. Yo no digo que este mal que le inventen diez mil excusas a Menma, pero no puedes seguir permitiendo que Naruto evada esas cuestiones.
—Lo amo...— murmuró recostandose en la mesa, aún con la botella en mano—. Pero tengo miedo de que él ya no me ame...
—Te lo digo como amiga y como prima de Naru... El aún te ama más que nada en el mundo.
—Karin, yo...
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—No estoy seguro de lo que debo pensar de ti...El rubio le veía y no entendía la razón de las palabras del ojinegro. O tal vez... sí.
—Una parte de mí me dice... "Sasuke, él es el mismo que conociste hace tanto tiempo", pero la otra parte dice: "el de hace tiempo jamás te habría dejado".
—Sasuke, ya hemos hablado de eso. Por favor, levantate...— le sostuvo del brazo pero este se arrebato—. Teme...
—¡No me digas así!— alzó la voz, haciendo que el ojiazul se soprendiera—. Esa simple palabra... es demasiado importante para mí y tú... tú ya no deberías decirla.
—Pero...
—Ya no, Naruto...
El azabache se levantó, con dificultad, del suelo y subió las escaleras rumbo a su habitación.
Al llegar a esta, cerró la puerta con seguro y se deslizo hacía el suelo.
Las lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas. Probablemente, esas palabras le habían dolido más a él que todavía al chico que se encontraba en la planta baja, pero lo que Sasuke tampoco sabía es que, ese chico, sufría por el amor de su vida.
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Los golpes en la puerta le hicieron despertarse y, con ello, tener un horrible dolor de cabeza, la maldita resaca.
Se levantó del suelo y abrió la puerta, encontrandose con el rubio que tenía un semblante serio.
—Supuse que tenías hambre. Hay comida puesta en la mesa por si quieres comer...— dijo para luego comenzar a dirigirse hacía la habitación del infante.
—¿Tú no comeras?
—Hoy no tengo mucha hambre. Come tú, yo iré a dormir un poco.
El rubio entró a la habitación y Sasuke fue rumbo a las escaleras.
Entró a la cocina y, efectivamente, había comida sobre la mesa. Se puso a calentarla para luego sentarse a comer.
"—Karin, yo... no estoy seguro de lo que debo pensar de él.
—¿Por qué?— la pelirroja dejó su vaso sobre la mesa nuevamente.
—Cada día pienso que... que Naruto puede cambiar de opinión sobre lo que ha pasado. Que haga lo mismo que hace seis meses.
—Habla con él..."
Sasuke terminó de comer y se dirigió escaleras arriba, nuevamente. Necesitaba y deseaba bañarse.
Pasó frente a la habitación del azabache menor y se detuvo ahí.
"—Habla con él..."
Acercó su mano a la puerta.
"—... puede cambiar de opinión".
Dio unos leves golpes, avisandole al rubio que debía abrirle.
"—Tengo miedo de que él ya no me ame..."
La puerta se abrió y el rubio apareció con una maleta en mano.
—Quiero el divorcio, Sasuke...
Sasuke se despertó, sobresaltado, preocupando al rubio que cuidaba su sueño.
—¿Estás bien?— preguntó el rubio, a lo cual el ojinegro sólo asintió.
Se hallaba en su habitación, recostado en su cama con la pijama puesta. El rubio estaba sentado en la orilla, con un trapo húmedo en las manos. Se sentó y tocó su cabeza. Dolía.
—Le hablé a Karin. No debiste beber tanto, tú casi no bebes, teme...— sonrió un poco mientras suspiraba—. ¿Qué fue lo que soñabas...? Te despertaste muy asustado.
—Nada, sólo... un sueño estúpido...
—No creo que haya sido tan estúpido para ti.
—¿Por qué dices eso?
—Si fuera estúpido, no estarías llorando...
El Uchiha tocó su mejilla y efectivamente estaba llorando. Vio al rubio y este le sonrió con cierta calidez. Pronto, los brazos del menor estaban alrededor del cuerpo del mayor.
Ahí, nada más importaban ellos.
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Holaaaaa.
¿Cómo han estado? Yo espero que bien :3
Wueno, pues este es el cuarto(? Capitulo, aunque en la historia me diga que es el quinto jsjsjs.
Amm... se supone que el capitulo hablaría tanto de Sasuke como Naruto pero... luego vendrá la parte de Naruto.
Mmm... bueno, pues esperen el siguiente capitulo de la historia, y espero que les guste mucho este :'3
Los amo ❤
Adiós uwu
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Los días de nuestra felicidad
CasualeSegunda parte de las historias: "Veinte días" y "No cometí el error"