Verdad

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El azabache tragó y sus ojos se llenaron de lágrimas. Vio por última vez el cristal y salió de aquella habitación.

Caminó por los pasillos, guiándose por la pared, pues las lágrimas le impedían ver.

Su oficina era el lugar más seguro para él.

A lado de su escritorio, pudo escuchar la voz de Shisui y aquella oración que le destruyó.

—Tobirama Senju asesino a Madara y Hashirama.

El no lo podía creer. No lo quería creer.

¿Cómo era posible que la persona que más amaba, era la responsable de tal crimen?

¿Qué habían hecho ellos? Ni habían hecho nada malo, más que amarse más que nada.

Amarse más que nada.

>•<

Tobirama volteó hacía la puerta de aquella habitación, esperando que él entrará por ahí, aunque sólo fuera para verle por última vez.

—No sé a quién esperas que entre— la persona que le acompañaba, hablo—. Nadie vendrá por ti.

—¿Dónde está Izuna?

—Lo siento, amigo. Ningún Uchiha entrará aquí mientras tú estés.

—Pero quiero hablar con él. Necesito hablar con él.

—No creo que él quiera hablar contigo.

>•<

—Se rumora que a Senju se le darán de quince a veinte años de condena por el hecho de mandar a asesinar a Madara Uchiha y Hashirama Senju.

Los reporteros hablaban y decían cosas parecidas. Esparcian los rumores en las televisor as, sin estar seguros de lo que sucedía.

El hecho de saber quién era el responsable de la muerte de estas conocidas personas, era y fue impactante.

Mientras tanto, dentro de la sala, Tobirama se declaraba culpable.

Se levantaron, dando por terminado el juicio. Tobirama volteó a ver al Uchiha detrás de él y el contrario sólo aparto la mirada.

—Izuna, debo decirte algo...

—Vamos. Tu celda te espera— dijo el oficial mientras le ponía las esposas.

—No. Aguarde— el Senju forcejeaba e Izuna se dio la vuelta, dispuesto a salir de aquel lugar—. Izuna, debes de escucharme...

—¿Por qué?— detuvo su andar y volteó a verle—. ¡¿Quieres mentirme más?! ¡Tragate tus palabras!— se volvió a dirigir hacia la puerta.

—Camina— el oficial le empezó a jalar hacia el otro lado.

—No, Izuna...— el mencionado ya no volteó y llegó a la puerta, dispuesto a abrirla—. Ella les seguirá haciendo daño. Dile a Naruto que cuide a Menma, es su blanco.

>•<

La persona de rubia cabellera entró a aquella habitación de hotel.

Neji vio con cierto temor y asombro por lo que aquella traía.

Hanabi se sentía tan impotente por no poder hacer nada. No poder ayudarle.

Hinata sonrió. Sonrió mientras las lágrimas bajaban por sus ojos. Volteó a ver a Neji. En esa mirada decía que todo ya iba a estar mejor.

La chica se acercó a la rubia y se hinco en el suelo, poniendo sus manos sobre sus muslos, aquellos que la falda larga cubría.

—Menma, bienvenido a casa— le acarició la cabeza y Menma sollozo un poco—. Neji, lleva a mi bebé a su habitación, por favor.

El castaño se acercó hasta el niño, quien sólo veía todo con temor.

—Hinata, esto...

—Neji, haz lo que te digo. Ahora.

El chico hizo lo pedido y tomó al menor de la mano, quien le siguió con poca confianza. Le siguió porque ya no podía hacer nada para volver.

La chica sonrió y vio a la rubia. Fue hacia el sofá donde estaba sentado y tomó el maletín que estaba detrás de él.

—Como lo acordaron, Tobirama dejó tu dinero y tú me trajiste a mí hijo.

—Nadie tiene que enterarse que hice esto. Yo no soy parte de sus juegos.

—Tranquila, señora Tsunade. Su nieto no sabrá que usted trajo al niño donde pertenece.

—Mas vale que así sea.

>•<

—Sakura no contesta e Ino no sabe donde esta— el rubio empezó a caminar por la sala.

—Regresarán pronto. No se preocupen— Mikoto trató de relajar el ambiente—. Ambas son mujeres fuertes y probablemente sólo están un poco distraída. No pasa...

La puerta principal fue abierta y aquella pelirrosa entró. Despeinada, sin cosas, llorando.

Sasuke le quedó viendo con preocupación, sintiendo como aquellas palabras le perforaban el corazón y todo su mundo se destruía.

Aquellas palabras que nunca espero escuchar.

Se llevaron a Menma. Lo siento.

El silencio reino en la casa, y sólo fue interrumpido por el llanto de la chica y los pasos del azabache, quien había salido a su patio, a sacar el grito y las lágrimas que tiempo atrás habían querido salir.

Todos estaban en shock.

Sasuke. Sasuke sentía el peso de ser Uchiha.

Sasuke, él comenzaba a morir por dentro.

>•<

Hola 😅
Capítulo algo pequeño pero con fuertes noticias asies.

No sabía muy bien como dar continuación a los otros capítulos, así que me pareció mejor empezar con esto uwu.

Esperen el otro capitulo con ganas, no los abandonare ya tanto, es que tuve bloqueo sjsjs

Si les gustó el capitulo, denle una estrella o dejen su comentario de los que más les inquiete o algo así.

Lez escribo luego.
Los quiero.
Adiós.

Los días de nuestra felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora