Deidara.

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Nadie entendía el cómo habían pasado de ser ex novios a "mejores amigos".

El rubio tenía un gran cariño por el Uchiha y viceversa, no era raro, pero era confuso.

Deidara sabía que, para Itachi, el haber perdido a Shisui, había sido el fin. Sabía que Itachi a él le quería y siempre le trataría con el mismo amor  que años atrás surgió entre ellos, pero con Shisui, con él era diferente. Había algo más, un sentimiento más fuerte que a él no le había entregado. Ni a él, ni a ella. Y estaba agradecido por ello.

Así que, entendía el por qué su azabache amigo no podía dejar de estar así. Había perdido una parte importante de él. Probablemente, lo que él pensaba como su otra mitad se había ido, quizá, para siempre.

Y él estaba ahí, dando su hombro para que Itachi se recargara y liberará toda su tristeza. Estuvo para darle abrazos de consuelo. Estuvo para despertarlo cada mañana, obligarlo a comer, a asearse, a tener su vida devuelta. Estuvo en sus borracheras, cuando regresaba de trabajar, pasaba a beber con sus compañeros, aunque ahora sobrepasaba los tragos.

Y estaba ahí, por la frase que él chico dijo aquella tarde. La última tarde donde Shisui había entrado como un desconocido nuevamente.

"—Sin él mi vida ya no tiene sentido. Ella me está desgastando tanto...".

El Uzumaki sabía que, si dejaba al azabache aunque sea un poco, haría cualquier locura.

Y él quería evitarlo.

>•<

Acompañame...— el rubio apareció en la puerta de su habitación.

El chico tenía todo su cabello recogido, dejando ver completamente sus ojos azules. Itachi sonrió al verlo así, puesto que cuando eran novios, el rubio, la mayoría de las veces, se recogía el cabello así.

—¿A dónde?— preguntó, levantándose de su cama y acercándose a su tocador. Amarraría su cabello.

—Necesito ir por mis estudios— se cruzó de brazos—. No quiero ir solo.

—¿Por qué no esperas a Sasori?— terminó de amarrar su cabello y se acercó a su mueble por un suéter abierto.

—Está en la universidad y va a salir tarde.

—Bien, vamos.

~•~

Salió del consultorio, con sobre en mano. Itachi le esperaba paciente en la sala de espera. En cuanto le vio se levantó, esperando que el rubio se acercara a él.

—¿Qué salió?— el rubio no le contestó. Probablemente no lo había abierto aún o el resultado era negativo. El Uchiha le abrazó y el contrario correspondió el afecto—. ¿Le avisaras a Saso...?

—Le diré cuando llegue a casa, quiero que él sea el primero en enterarse— le vio y el contrario sonrió un poco—. Gracias por acompañarme.

—No hay de que, rubia— comenzó a caminar hacia la salida.

—¡No me digas así!— le siguió por detrás.

No estaba molesto por el apodo, estaba feliz. El hecho de ver a aquel Uchiha sonriendo y molestando, le hacía muy feliz.

>•<

Una noche en su departamento, otra en la mansión Uchiha.

A pesar de que Sasori le había pedido que vivieran juntos, Deidara aún no se creía, ni se sentía, libre para hacer eso; pues su hermano, Sasuke, Menma y hasta Itachi, aún necesitaban de él, aunque sea un poco.

El instinto sobreprotector de Mikoto y su madre estaba en él.

Sasori entendía eso y esperaba hasta que su pareja estuviera lista.

Así que, ahí se encontraban. En aquella habitación que se le fue asignada hace tiempo por la Uchiha, sentados en la orilla de la cama.

—Dei...— habló el pelirrojo, viendo al mencionado con aquel sobre en la mano—. ¿Está todo bien?

—Bueno...— se escuchaba y veía nervioso—. Hoy fui a la clínica por los resultados de mi estudio— le pasó el sobre y Sasori lo agarró.

Debía ser sincero. Estaba aterrado por lo que aquel papel pudiera decir. Lo que estuviera en este, cambiaría sus vidas por completo. Un bebé o una niña o niño.

Abrió el sobre, bajo la atenta mirada del Uzumaki. Sacó la hoja y la desdobló, empezando a buscar aquella palabra. Esa palabra relucia en letras mayúsculas y negritas "POSITIVO". Al leerla, soltó el aire, que no sabía que había retenido, en un suspiro de alivio y tranquilidad.

—Sí podremos ser padres— dijo el rubio con un nudo en su garganta, por retener las lágrimas que amenazaban con salir. Se levantó para quedar frente al pelirrojo, quien seguía viendo el pedazo de papel—. Saso...

No obtuvo respuesta, mas vio como una pequeña gota aparecía en la hoja.

El pelirrojo tomó al Uzumaki de su suéter y lo jaló hacia él, puso la hoja sobre la cama y le abrazó por la cintura con ambas manos, descansando su cabeza sobre el estómago del chico.

—Gracias, Dei— habló Sasori, tratando de calmar las lágrimas que salían. El rubio sonrió y puso sus manos sobre la melena pelirroja, acariciandola—. Gracias por querer hacer una familia conmigo. Te haré muy feliz, los haré muy felices.

—Eso es obvio— sorbió un poco por su nariz—. Mis hijos tendrán al mejor papá-hm— se agachó un poco y depositó un beso en sus cabellos—. Te amo, Danna.

—Te amo, Dei.

>•<

Holaa.

Wueno, como saben esta historia habla de todos en general, así que dos capítulos SasoDei no venían mal.

Iré retomando con calma la pareja SasuNaruSau sin problema, no se me vayan a desesperar por capítulos de otras parejas 😔😔

Cómo dije, la mayoría de estos capítulos que vienen son de los días de las parejas, por algo el título, en cuanto yo creo conveniente se decidirá lo demás 😉

Si les gustó el capítulo, denle una estrellita o dejen su bellísimo comentario se aprecia mucho y me divierte mucho leerlos.

Estaba leyendo los comentarios de "Veinte días" nuevamente y... Es bastante divertido pasarse por ahí de vez en cuando.

Los amo 💕
Adiós.


Los días de nuestra felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora