Advertencia: Ninguna
Sus sollozos se podían escuchar a través de la puerta del baño, llevaba casi media hora encerrada allí tratando de creer que solo era un sueño lo que estaba viviendo.
Pero el aparato entre sus manos la regresaba a la realidad.
Estaba embarazada y su novio acababa de dejarla.
—Oshin, sal de una vez.
Ella negó con la cabeza, como si él pudiera verla a través de la puerta.
El azabache tomó aire y se quitó la mascarilla, estaba cansado y no entendía por qué demonios su amiga se había recluido a solo el baño.
Sin mucha prudencia, tomó la llave que era para el baño y abrió la puerta, quedándose de piedra al ver el delgado objeto entre las manos de su amiga.
Podía ser desinteresado, pero no tonto.
—Estás embarazada —afirmó y se acercó con cautela, no sabía si su amiga se había desinfectado correctamente.
El baño estaba limpio gracias a él, pero no se confiaba de ella.
—S-Sí... Omi... —la muchacha comenzaba a realizar rasguños en su piel debido al miedo.
—No seas idiota, deja de hacer eso —Sakusa apartó las manos de la joven de sus brazos.
La albina cerró los ojos y se aferró a Sakusa, quien se mantuvo inmóvil hasta que el cabello húmedo de su amiga le confirmó que estaba limpia, solo así se atrevió a aferrarla a él.
—En otras circunstancias no te diría esto, pero... —Kiyoomi dejó salir un gran suspiro y levantó el rostro de su amiga —. No lo necesitas, yo me haré cargo.
Ni siquiera él sabía qué demonios acababa de decir.
[...]
—Omi Omi, ¿las luces no deberían estar encendidas? —preguntó Atsumu dejando las compras sobre la mesa.
El azabache asintió dándole la razón, era extraño que todo estuviera apagado, puesto que Oshin había desarrollado un miedo inexplicable a la oscuridad desde que llevaba 6 semanas de embarazo y ahora con 16 era incapaz de dejar las luces apagadas.
Sí, él las contaba.
Al no escuchar ningún ruido, corrió escaleras arriba verificando cada habitación y cada uno de los tres baños que tenían, hasta que llegó al de la habitación de su amiga peliblanca.
—¿Oshin?
—A-Aquí estoy, O-Omi...
—¿Por qué estás llorando, idiota? ¿Qué pasa?
Esperó cerca de tres minutos para que su amiga hablara, a tal momento, sus compañeros de equipo ya lo estaban acompañando con un rostro preocupado.
—Ha-Hay mucha sangre...
Solo esas palabras encendieron una alerta en el azabache para que mandara a Hinata por las llaves y, una vez logró abrir la puerta, ni siquiera pensó en los gérmenes al correr hacia la albina.
—Llama a una ambulancia, Hinata.
Fue lo único que pudo decir antes de correr con su amiga escaleras abajo.
"Te dije que no hicieras ninguna estupidez, estúpida"
[...]
Atsumu esperaba pacientemente por su amigo y por el doctor que atendía a Oshin.
Vio a su amigo llegar con el cabello húmedo y el tapabocas mal puesto, le sorprendió verlo así, pues Sakusa era... un adicto a la limpieza y un miedoso de los gérmenes.
—¿Familiares de Uzui Oshin?
—Yo, ella vive conmigo —el jugador se acercó hacia el médico y escuchó atentamente.
"Aborto espontáneo"
Kiyoomi asintió y maldijo el momento en el que comenzó a dejarla sola, ella siempre era tan distraída con su cuidado y con su salud.
Se despidió de Atsumu luego de agradecerle a regañadientes e ingresó a la habitación de su amiga.
—Omi... lo siento... —susurró la joven tapándose el rostro.
—Déjalo, es innecesario —el de orbes azabaches tomó asiento en el sofá al lado —. ¿Cómo te sientes?
—Siento que una gran carga desapareció de mis hombros, pero... de verdad quería verlo crecer...
Sakusa asintió y se acercó para abrazarla.
Al demonio los gérmenes, solo por esa vez haría una excepción y mimaría a la chica que amaba como se debía.
No se había estado preparando desde la preparatoria por nada.
—Gracias Omi, siempre me estás cuidando.
—Porque si dependiera de ti, ya no estarías aquí.
Oshin rió débilmente y siguió jugando con el cabello de Kiyoomi, no se sentía mal al 100%, algo le decía que no era el momento indicado para tener un niño correteando por allí. Suficiente tenía con Miya, Bokuto y Hinata.
—Te amo, Omi... —susurró Oshin y sintió un golpe en la frente.
—Idiota, ¿tanto te tomó darte cuenta?
La albina rió y se refugió en los brazos de Sakusa, tenía que aprovechar el momento, pues luego él la alejaría con la excusa de los gérmenes.
Cuando su cuerpo comenzaba a ceder ante el sueño, lo escuchó. Casi inaudible, pero lo hizo.
—También te amo, estúpida.
Aquí uno de Sakusa, porque es mi gusto culposo...
Espero que pasen y tengan un Feliz Año Nuevo, nos leemos~
—кαιяι.
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Haikyuu; Stories
RandomDonde yo escribo lo que se me venga a la mente y tú disfrutas con los chicos de Haikyuu!! ¡Se aceptan pedidos! EN PROCESO: 12/2020