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—¡Mátalo! ¡Mátalo! —el capitán del Aoba Johsai se encontraba parado sobre la mesa mientras gritaba como poseso.
Sus compañeros solo se reían de su desgracia, porque una inofensiva mariposa Blue Morpho se había posado en su dedo y él no quería sacudir la mano.
Habrá estado gritando una hora exacta hasta que su salvación llegó en forma de adolescente. Su querida novia —ya cansada de los gritos— le tomó la mano despacio y quitó con delicadeza la mariposa de su dedo.
—Tōru, ¿tanto escándalo por esto? —preguntó ella evitando mirar a su pareja.
Estaba segura de que si lo hacía, terminaría dándole mimos en lugar de regañarlo por ser tan ruidoso.
—Nos vamos —anunció Iwaizumi con una sonrisa burlona.
Al ser amigos de la infancia junto a Oikawa, el azabache era el único que conocía lo tierna que era Hoshi al hablar del setter cuando estaban solos. Sí, Hoshi no era tan cariñosa con el castaño.
—No puede ser que armes todo un show por una mariposa —lo regañó Hoshi una vez sus compañeros abandonaron el aula.
Oikawa paseó su vista por el cuerpo de su novia, reparando en sus manos que llevaban un lápiz entre el dedo índice y pulgar. Lo supo en un instante, su novia estaba estresada por el club de dibujo y él debía cuidar sus palabras.
De lo contrario, su cabeza rodaría.
[...]
Hoshi lo había ignorado durante todo el día, ni siquiera en el camino a casa de Matsukawa le había hablado. A la joven dibujante no le agradaban para nada las fans de Oikawa, no era celosa, pero ellas necesitaban bajarle 100 rayitas al volumen de sus gritos.
Y sí, que ambos querían mantener su relación en un perfil bajo, pero no era necesario que el armador fuera tan... cariñoso con otras mujeres.
—Te sale humo de las orejas —bromeó Hanamaki con ella y se arrepintió al instante. Un lápiz casi le atraviesa la garganta de no ser por su querido —nótese el sarcasmo— amigo.
—No deberías ser tan agresiva, Hoshi-chan —Tōru apartó la mirada de su celular y le guiñó un ojo, recibiendo un manotazo en la cabeza de parte de Hajime.
Basta, todo su enojo se había ido a la mierda. Simplemente no podía con el maldito "Gran Rey".
Siguió caminando e ignorando su presencia, no le daría el gusto a su estúpido novio, no cuando se estaba comportando peor que un niño buscando atención cuando se va de cara contra el piso.
—Hoshi —la llamó él y ella cerró los ojos con fuerza.
"No respondas, no respondas"
Muy tarde, cuando quiso correr con Makki, Oikawa ya había llegado a su lado y tomado su mano sin que los demás los vieran.
[...]
—Te odio —murmuró ella cuando Tōru la obligó a quedarse atrás.
—Uhm mi hermosa novia me odia, ¿qué debería hacer con los materiales de dibujo que le compré? —respondió pensativo el mayor.
—Dámelo y luego te parto la cara por imbécil —finalizó Hoshi apretando su mano.
Sí, sí lo quería. Sin embargo, Oikawa siempre solía sacarla de sus casillas y ella tampoco era tonta para decirle "Te amo" y que él comenzara a molestarla por eso.
Hoshi se soltó y siguió caminando al lado de Iwaizumi, estaría de más decir que su rostro le hacía competencia al cabello de Tendō Satori.
Oikawa Tōru rió antes de seguir con su última travesura de la noche. ¿Ella lo odiaría? Probablemente. ¿Se quedaría sin novia? Probable... No no, de ninguna manera.
—¡También te amo, Hoshi-chan!
Lo mataría, pero no ella. Su mejor amigo había actuado antes.
Como si una alerta se hubiera activado en el cerebro del capitán, comenzó a correr por su vida.
Nadie deseaba morir a manos de un adolescente con un aparente problema de ira.
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¿Se entendió lo que escribí?
Jsjs su escritora anda con gripe, a pesar de haberles dicho que la salud era importante :cc
