Advertencia: Ninguna
Se puso de pie cuando escuchó la alarma, desde el día anterior que no veía a su novia por la estúpida ¿tradición? De no ver a la novia hasta que llegara al altar.
Bah menudas tonterías.
Osamu quería tocar y besar a su futura esposa como él mandaba.
No hablarle solo por mensajes.
—Hermanito~ —se golpeó la frente al recordar quiénes lo ayudarían.
Sí, el famoso equipo de volleyball de Inarizaki.
¡Incluso Kita había asistido a su boda!
—¡Manos a la obra!
[...]
Rin se analizaba frente al espejo minuciosamente... algo en ella no la convencía.
Se tocó el pecho y no sintió la cadenita que Osamu le había regalado por su compromiso.
Eso era lo que faltaba.
—Yuki, ¿no has visto una cadena con un dije de copito? —le preguntó a su amiga.
—No, desde que vine no lo llevas puesto —Rin se alarmó.
Yuki había llegado el día anterior a las 19:00 y eso ya era mucho tiempo... ¿dónde estaría su cadena?
Rin estaba sensible, sus sentimientos estaban a flor de piel y esa pérdida solo la ponía peor.
Sus ojos se cristalizaron y se mordió el labio con fuerza.
—Hey, no no, ¿qué sucede? —Yuki se acercó a su amiga y la abrazó.
—Esa cadena es importante —respondió ella entre sollozos.
—Está bien, la encontraremos, pero deja de llorar por favor —Yuki agradecía no haber maquillado aún a su amiga.
Ahora solo tenía un objetivo.
Encontrar la cadena antes de la boda.
[...]
Misión fallida.
¡La mendiga cadena no estaba por ningún lado!
Sin decirle nada a Rin, la maquilló con sutileza y le acomodó el vestido mientras la hacía reír y trataba de distraerla. Sin embargo, su amiga parecía más concentrada en su celular.
—¿Tu Romeo ya te habló? —bromeó Yuki y Rin asintió —. Es hora.
Solo eran unos pasos hacia la iglesia, pero Rin sentía que se le iba la vida en ello.
No sabía si llorar por haber perdido el regalo de Osamu o llorar por la emoción de su boda.
Su padre la llevó del brazo hacia su prometido y ella sintió su corazón detenerse.
¿Es posible enamorarse por segunda vez?
Ese pensamiento se mantuvo firme entre los futuros esposos.
[...]
Solo faltaba el sí de Rin y serían marido y mujer oficialmente.
—S-Sí. Acepto —dijo ella y se escucharon los vitoreos de Atsumu.
Osamu se acercó a su novia y juntó sus labios con los de la fémina. La alegría no cabía en su 183 cm.
—Samu, tengo algo que decirte...
—Yo tomé la cadena de tu habitación —confesó el chico sonriendo apenado —. Creí que si tenía una excusa para verte, Yuki me dejaría pasar... pero no.
Rin sonrió tonta por aquella travesura y solo pudo volver a juntar sus labios con los de... su ahora esposo.
—Te amo, esposa mía.
—También te amo, esposo mío.
Ya estaban casados. Era hora para comentarle sobre el bebé en camino...
¿No?
—кαιяι.
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Haikyuu; Stories
RandomDonde yo escribo lo que se me venga a la mente y tú disfrutas con los chicos de Haikyuu!! ¡Se aceptan pedidos! EN PROCESO: 12/2020