Advertencia: Bigamia
Si no te agrada este tema, siempre puedes evitarlo ^^
Los estudiantes del Fukurodani esperaban pacientes a las afueras de la Universidad de Tokyo, llevaban unos pocos minutos allí, pero el azabache se mantenía con un ojo sobre su acompañante y otro sobre su celular.— ¡Ahí está, Akaashi! —exclamó el bicolor dando saltitos mientras era retenido por la mano del azabache jalando su chaqueta.
— Espera un momento, Bokuto-san, está hablando con sus compañeros —murmuró Akaashi con la mirada sobre el grupo de 5 chicos.
Bokuto comenzó a quejarse, pues para nadie era un secreto que los amigos de Amaya siempre buscaban comprarla con comidas y regalos costosos.
A veces era por eso mismo que Bokuto y Akaashi deseaban producir su propio dinero.
— Uhm... déjenme preguntarles, ¿vale? —Amaya se giró en dirección a los estudiantes y caminó hasta ellos para luego ser apresada por los brazos de Kōtarō.
— ¿Nos vamos? —preguntó Keiji.
La venita de los celos había saltado en ambos y querían alejarse de allí cuanto antes.
— ¿Les gustaría ir al cine con algunos compañeros de mi Facultad?
Akaashi estuvo listo para negarse, pero era obvio que Amaya de verdad quería ir, de lo contrario, no se habría tomado el tiempo de hacer esperar a sus "amigos".
Bokuto miró como un niño pequeño a Akaashi esperando por una respuesta, a él tampoco le agradaban los amigos de Amaya, pero por ella haría cualquier cosa.
— Está bien, Amaya-san, pero ni bien termine la película, la llevamos a casa —finalizó el azabache.
Amaya saltó en su sitio y depositó un tierno beso en la mejilla de su pareja antes de echarse a correr hacia sus colegas, quienes ante la afirmativa de la fémina, sonrieron complacidos.
Akaashi supo de antemano que esa sería una larga noche.
[...]
Mientras los universitarios caminaban adelante, Bokuto y Akaashi se miraban preocupados. No esperaron que Amaya quisiera salir esa noche y era por ello que no pidieron dinero a sus padres.
Su última opción era Akaashi, pues Bokuto acababa de recibir un rotundo 'no' de parte de su padre. Él tenía que aprender a ahorrar, hace solo dos días había recibido la mesada.
— ¿Qué hacemos ahora? —Kōtarō se jalaba el cabello esperando a que la madre de su pareja contestara el celular.
[¿Keiji? ¿Pasó algo?]
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Haikyuu; Stories
RandomDonde yo escribo lo que se me venga a la mente y tú disfrutas con los chicos de Haikyuu!! ¡Se aceptan pedidos! EN PROCESO: 12/2020