|| 𝖭𝗂𝗌𝗁𝗂𝗇𝗈𝗒𝖺 𝖸𝗎̄ ||

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Advertencia: Soulmate AU

— ¿Por qué estamos aquí?

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— ¿Por qué estamos aquí?

Preguntó en un susurro Hinata Shōyō.
Al finalizar el entrenamiento, todo el equipo había sido arrastrado por Nishinoya y Tanaka hacia la piscina de la preparatoria y se encontraban escondidos detrás de la puerta del almacén.

— Noya-san ya sabe quién es su alma gemela.
— ¿El tatuaje ya es visible? —preguntó Sugawara.
— Así es.

Con orgullo respondió el líbero.
La mirada de todos fue a parar en la joven de cabellos castaños que parecía dar indicaciones a las demás miembros del equipo.

— Pueden irse por hoy entonces.

Al verla girarse en dirección a ellos, algo se activó en los recuerdos de Kageyama Tobio, puesto que abandonó su escondite y caminó hacia la chica.

— Saiko-senpai.
— ¡Tobio-chan!

El azabache movió la cabeza en señal de saludo y miró curioso a la chica que lo observaba de igual manera.

— ¿Sucede algo?
— Nishinoya-senpai dice que usted es su alma gemela, ¿es cierto?

Saiko lo miró confundida.
¿Quién era ese tal Nishinoya?

Luego de unos segundos en los que su mente procesó la información brindada por su menor, abrió los ojos exageradamente y sonriente, mostró las letras grabadas en su cuello.

"Nishinoya Yū"

— Nishinoya-senpai, ella sí es su alma gemela.

Dijo Tobio en dirección al almacén.
Unas risas se escucharon dentro y, unos segundos más tarde, un chico salió de aquel lugar.
Sus mejillas estaban rojas y él parecía querer salir corriendo a como diera lugar.

Yū extendió su brazo y mostró el nombre sobre este.

"Hamasaki Saiko"

Sugawara sonrió ante el logro de su "pequeño", pero también quiso golpear a Kageyama.
Solo a alguien con falta de tacto se le ocurría decir eso así como así.

Aunque de cierta manera le aliviaba saber que fue su armador y no Tsukishima.



[...]



— Bien, esto es incómodo.

Saiko rió nerviosa debido al silencio que se hizo presente al regresar a sus casas.

— Hamasaki Saiko, clase 1-7 y no formo parte de ningún club, solo apoyo a las chicas de natación.

El joven de mechón rubio respiró hondo y contó mentalmente hasta 10 en lo que trataba de reunir valentía para hablar sin tartamudear.

— Nishinoya Yū, clase volleyball, club de segundo año.

El rostro de jugador palideció al darse cuenta de lo que había dicho.
Sin embargo, escuchó la risa de la joven y solo se deleitó con las carcajadas extrañas de la fémina.

— No pensé que tú serías mi alma gemela.
— Y-Yo menos, pero es un alivio que estemos en la misma preparatoria.

Hamasaki asintió muy de acuerdo y siguió caminando con la mirada fija en el piso, una mala manía que tenía desde pequeña.

— ¿Cuánto mides? —preguntó Noya.
— 170 cm.

Chasqueó la lengua ante los 10 cm de diferencia que los separaban, ¿por qué su soulmate tenía que ser más alta que él?

Yū giró su cabeza y apreció el perfil de la muchacha.
Saiko no era alguien que poseía una belleza descomunal, pero la cálida personalidad que tenía deslumbraba a cualquiera.

— Esta es mi casa —mencionó Saiko.
— C-Claro. Nos vemos mañana.
— Hasta mañana, Yū-san.

Antes de ingresar a su casa, una mano detuvo su andar al tomarla de la chaqueta.
Era Nishinoya, quien luego del golpe de valentía, había quedado mudo.

— ¿Pasa algo?

Saiko lo vio cerrar los ojos y apretar los labios para luego arrodillarse de golpe.

— ¡Si no te molesta, mañana también podemos regresar juntos!

El líbero se mantuvo en la misma posición cuando —de la nada— sintió una mano en sus cabellos.
Abrió los ojos y alzó la mirada notando a Saiko concentrada en él.
Esperando un rotundo 'No', se puso de pie y dio media vuelta.

— Podrías venir en la mañana, Yū-san. O c-como desees.

Era la primera vez que Saiko demostraba nerviosismo en todo su recorrido, pero le alegraba saber que ella no le era indiferente.

— ¡VENDRÉ A PRIMERA HORA!

La chica ingresó a su casa luego de escuchar esas palabras y la atropellada despedida de su senpai.

Tener a Nishinoya Yū como soulmate era sin duda alguna, un gran reto.

Casi no tengo ideas porque la escuelita online me consume, una disculpa si quedó un poco feo :cc

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En fin, cuídense mucho uwu

—кαιяι.

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