Advertencia: Mención de poligamia
— Creo que a Mirai-chan le hace falta un balonazo en la cara.Shirabu se quedó callado, Semi dejó de comer, Tsutomu se levantó horrorizado y Ushijima asintió muy de acuerdo.
La aludida observó asustada los movimientos de Satori, esperando que él actuara igual que su familia.
Sin embargo, nada de eso sucedió.
La risa del pelirrojo llegó a sus oídos y la enorme mano del capitán se ganó sobre sus hebras azabaches.
— Pero creo que ya se lo dieron, ¿no, Wakatoshi-kun?
— Sí, hoy está más hermosa de que costumbre.
Fue allí cuando los demás jugadores entendieron el chiste, que realmente había sonado como una amenaza, razón por la cual, Shirabu ya se había mentalizado para defender a su mánager de ser necesario.
Incluso si un golpe de Ushiwaka lo regresaba la vientre de su madre.
— ¡Te estás vengando por lo dije ayer, Satori! —exclamó la menor y Tendō asintió muy feliz.
— Eso te pasa, Mirai, por decirle que le arreglarías la cara de un balonazo —la regañó Semi.
Callado, como es de costumbre, Wakatoshi escondió entre sus brazos a la chica y dijo lo de todos los días.
— Bonita.
[...]
— ¿No regresarás a casa? —Taichi se sentó al lado de su menor en aquel inmenso comedor.
— ¿Para qué? ¿Para recibir golpes e insultos, Taichi-san?
Para nadie en el equipo en el equipo de volleyball era un secreto los constantes abusos de los que su mánager era víctima, he ahí por qué ella jamás pedía permiso para dejar la academia.
No tenía dónde ni con quién ir.
— Si te mueves, se cae —Reon llegó de un salto y dejó una lata de soda en la cabeza de Mirai.
Como el equilibrio no era amigo de Mirai, ella no pudo mantener más de tres segundos aquella lata en su cabeza y blanqueó los ojos al saber que Reon no la dejaría beber.
Cuando Tsutomu y Wakatoshi llegaron a la mesa, Satori y Mirai se miraron cómplices y le extendieron la lata a Tsutomu, quien la aceptó gustoso. Sin embargo, la naranja no era su sabor favorito, así que se la obsequió a Wakatoshi, que era incapaz de rechazar algo que le invitaban.
Expectantes, Mirai y Taichi no despegaron sus ojos del capitán, puesto que Tendō ya se estaba carcajeando.
— No puedo creer que hayas caído en eso, Wakatoshi-kun —dijo Mirai casi sin poder respirar debido a la risa.
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Haikyuu; Stories
De TodoDonde yo escribo lo que se me venga a la mente y tú disfrutas con los chicos de Haikyuu!! ¡Se aceptan pedidos! EN PROCESO: 12/2020