Advertencia: Ninguna
Él conocía la condición de su novia a la perfección, por eso no le sorprendió cuando tuvieron que sacarla del aula en brazos pensando que se había desmayado.Caminó tranquilo hacia la enfermería, encontrándose con su equipo en la sala de proyecciones.
Había olvidado que debían juntarse... ya tendría tiempo para inventar una excusa.
—Oe Kenma —la voz de su mejor amigo solía ser tan molesta en ciertas ocasiones.
—Kuro, tengo cosas que hacer —explicó con las palabras justas y que él creía necesarias.
—Kenma, esto es importa-
—Yua también es importante, Kuro —Kenma lo cortó al instante —. Entrenaré todo lo que quieras, pero ahora no puedo.
Dejando a su amigo con las palabras en la boca, corrió hacia su destino.
—Hoy no trajo sus estimulantes —le comentó orgullosa la enfermera.
Kenma soltó un suspiro cansado.
—No quiere tomarlos —respondió él.
—Kozume-kun, sabes que los medicamentos no son necesarios.
—Sé que depende de ella, pero realmente no quiere mejorar.
—Y cómo lo haría si su único soporte eres tú, muchos permisos involucran a los padres y...
—Yo no puedo hacer nada —finalizó el rubio y la enfermera suspiró.
Narcolepsia.
Ese era el diagnóstico de su novia.
[...]
—Te vas a chocar —Kuroo jaló el cuerpo de su amiga hacia él.
Ese era su trabajo diario, evitar que Kenma y Yua se chocaran contra algo o alguien. El primero por andar metido en la consola y la chica, por mantenerse casi dormida a pesar de estar caminando. Aunque le resultaba un fastidio ser su guía, verlos tomarse de la mano hacía que su corazón de "padre" saltara de la ternura.
Su Kenma estaba creciendo.
—Ten cuidado —esta vez fue Kenma quien jaló a su novia.
—A ver, abre la boca —el gato mayor metió su mano a su bolso y sacó una de esas tantas bebidas energéticas que Yua solía beber.
—Eso es horrible —la rubia murmuró con una voz como si de un ebrio se tratara.
—Es el que te gusta, vamos, tómalo —Tetsurō acercaba la lata hacia los labios de la menor.
Kozume suspiró y le quitó la lata a Kuroo, encargándose de hacer que su novia bebiera todo el contenido.
Yaku lo miraba atento, jamás habían visto a Kenma comportarse tan responsable o atento con alguien, a menos que fuera Shōyō.
Vaya que su novia lo volvía más centrado.
—Me mentiste.
—No te lo ibas a tomar —respondió él acariciándole el cabello.
—Te quiero, traidor —susurró Yua ronroneando contra el brazo del rubio.
Kozume Kenma sabía muy bien en lo que se metía al lograr que Namikaze Yua se volviera su novia y es por eso mismo que había hecho una promesa.
Si Yua no podía, él sería el responsable.
[...]
—¡Muévete, Kenma! —solo ese grito faltó para que el setter del Nekoma tomara una decisión.
Que no le gustaba cansarse, pero en la lucidez de Yua valía la pena esforzarse.
El entrenador Nekomata sonrió ampliamente, los ánimos que le daba Yua a Kenma estaban siendo la salvación del partido.
Todos lo supieron, cuando finalmente el partido terminó a favor de Nekoma.
Kenma suspiró sin creérselo.
Esta vez su novia lo había salvado.
—¡Te amo!
Solo puedo decir... ¡otro gato! Aunque esta vez es el Sugar Daddy de Shōyō bebé
¡Dejen su voto, dejen su voto!
¡Cuídense mucho también! 💕
—кαιяι.
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Haikyuu; Stories
RandomDonde yo escribo lo que se me venga a la mente y tú disfrutas con los chicos de Haikyuu!! ¡Se aceptan pedidos! EN PROCESO: 12/2020