Capítulo 8 - Ana

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Capítulo 8 - Ana

Me despierta el teléfono que no para de sonar. Son un montón de notificaciones de Instagram, veo que Damián me etiquetó en un par de publicaciones, son las fotos que hicimos hace una semana. Salto de la cama y me refriego una y otra vez los ojos. Me veo al espejo y después vuelvo a las fotos y no me reconozco. Ahí estoy, arrobada como modelo, y sigo sin poder creerlo. Vuelvo a notificaciones para ver porque tenía tantas. Limpio la pantalla para ver de nuevo, son nuevos seguidores, muchos de golpe y no sé cómo tomarlo. Lo primero que pienso es que definitivamente me va a ayudar a conseguir más alumnos.
Me levanto para buscar a Diego y contarle. Es sábado, pero igual está trabajando desde temprano. Lo encuentro como siempre sentado adelante de la computadora en el estudio.

_Buen día -le regalo mi más sincera y enorme sonrisa-.

_Ana, tengo un mal día... perdón. – Respiro profundo-.

_Quería mostraste esto -le acerco el celular para que vea-.

_ ¿Y eso?

_Damián subió fotos de la sesión mira.

_ ¿Esa sos vos? – Su pregunta me cae bastante mal-.

_Aja... Y supongo que sus seguidores empezaron a seguirme, o los de la marca, no sé... ¿te gustan las fotos?

_ ¿Y de qué sirve tener seguidores? Es algo virtual Ana...no tiene sentido.

_ ¿Me estás hablando enserio Diego? ¿Tanto te cuesta alegrarte por mí? ¿No te parece que puedo conseguir más alumnos y alumnas? Incluso puedo conseguir trabajo como modelo... ¿o tan disparatado te parece que pueda gustarle a otras personas? – Salgo del estudio furiosa, con el alma por el piso-.

_No quise decir eso, tenés razón, perdoname.

Viene atrás mio, pero no quiero tenerlo cerca.

_Mira Diego, tenés hasta mañana para espantar esos fantasmas o hablar conmigo, así no va más. No soporto más estar última, que no me veas, que me ignores, se terminó.


Ya era hora de cantar: Basta para mí, basta para todos. La voz de mi conciencia me dice que no es un juego, es mi vida.
Salgo rápido sin darle tiempo a responderme. Quiero llorar y romper algo al mismo tiempo. Me pongo las zapatillas y salgo a caminar, necesito estar lejos. A las pocas cuadras el frio me hace temblar hasta las manos, me maldigo por no haber agarrado abrigo. Decido volver a buscar la campera, pero lo encuentro a Diego que está esperándome en la entrada. Esta enojado, ¿En serio?

_ ¡No te llevaste el celular! -Levanta la voz-.

¿Acaso es un delito salir si teléfono?

_No, no me lo lleve, quería caminar sola, ¿está mal?

_Entra ahora y mira el teléfono Ana.

Me habla entre dientes como si estuviera aguantándose las ganas de gritar.

_Le hago caso, reviso y voy borrando notificaciones sin sentido hasta que llegó al WhatsApp:

*Has Sido agregado al grupo "Propuesta"*
un grupo donde estamos los cuatro, Julia, Damián y nosotros.

Lo miro a Diego sin entender...

_Lee todo por favor.

Abro el grupo y hay un mensaje de Julia:

*Hola Ana y Diego, es difícil explicar por este medio algo tan complicado y a la vez tan placentero. Pero vamos a hacer el intento... Con Damián llevamos adelante una pareja abierta, - ¿Qué? - hemos descubierto tras un tiempo de estar juntos que necesitábamos más, y ese "más" lo encontramos en sumar a otros a nuestras relaciones íntimas, que esto no los espante, sabemos bien que ustedes tienen una pareja más clásica, pero por favor lean hasta el final. – Lo miro a Diego que esta más que impaciente-.
Hace un tiempo, estábamos desencontrados como pareja, discutíamos por todo o nisiquiera nos hablábamos. – No puedo evitar sentir que nos describen a nosotros-. Un día, en una fiesta, nos encaró una pareja, nos dijo que querían invitarnos a pasar la noche con ellos... y después de pensarlo accedimos ¿que teníamos para perder? Desde ese día cambio todo para nosotros, nuestra visión de pareja, de amor...
Conocimos más parejas swinger, pero nunca funcionó como con la primera, y después llegaron ustedes, jóvenes, hermosos, excitantes, y la cuarentena nos ayudó a dar el primer paso con este mensaje.
Sabemos que va a resultarles una locura, pero por favor no respondan nada hasta dentro de unos días... esto lleva tiempo, charlas, compromiso, pero les aseguro que puede ser una eficaz manera de enriquecer el vínculo que ya los une, y definitivamente con una sobredosis de placer.
Por supuesto, esto sería muy paulatino, no estamos invitándolos a nuestra cama. Todo podría comenzar en una cena, conocernos, lograr confianza, que ustedes se saquen todas las dudas que quieran...
Por favor, un último deseo, que esto no rompa con la relación que ya tenemos.

Esperamos su respuesta,
Julia y Damián ****

_ ¿Qué? ¿Qué que...qué???? – Estoy completamente desorientada-.

_ ¿Vos sabias algo?

_ ¿Te parece que sabía algo Diego? – Estoy mareada-.

_No se...

_Mira Diego, me importa un pito lo que hagan ellos en su intimidad -revoleo el teléfono y estalla en mil pedazos, alzo la voz- me importa lo que nos pasa a nosotros, lo que te pasa a vos conmigo. No te distraigas con esta locura de propuesta. Pensá que querés de tu vida, si querés estar solo o no. ¡Pero decidite, porque yo no voy a aguantar mucho más tu destrato!

Entro rápido a la habitación y cierro con llave. La respiración me va a mil, estoy por buscar el celular, pero lo había destrozado segundos antes, me agarro la cabeza... que boluda que soy. Primero nos llaman amigos, después trabajamos para ellos y resulta que todo fue para cogernos. No puedo sentirme más estúpida. ¡Lau cuanta falta me haces!

Quiero verte bailarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora