Capítulo 15 - Damián

121 6 1
                                    

Capítulo 15 - Damián

Me despierto de golpe en la cama. Son las dos de la mañana. Julia no está y no paro de pensar en Ana. En su mirada tan intensa e indescifrable. Trato de recordar cada pequeño contacto que tuvimos anoche. Su delicada clavícula, su aroma, su timidez, el calor que desprendía su cuerpo al acercarme, el placer que sintió cuando tomé sus pies. Su piel... no lo puedo evitar, se me para al instante.

Me levanto, entro al baño y prendo la ducha. Necesito agua fría y calmarme. Me desnudo y dejo que el agua haga lo suyo. Las mismas imágenes se aparecen una y otra vez. Esos ojos...
Comienzo a masturbarme solo imaginando que ella está en la otra punta de la habitación mirándome. Tardo segundos en explotar. Toda la excitación contenida que tenía y aun así no me siento mejor, de hecho, estoy peor. Estoy enojado e insatisfecho.

Me visto y voy a buscar una copa de vino, pero decido servirme un whisky.
Reviso el celular y veo que Julia me escribió:

***Amor, me quedo en la casa de Susy, como te fue? Quiero detalles!!!***

No sé qué decirle, no puedo transmitirle todas mis incertidumbres. Así que soy sincero, a medias. Hasta entender mejor que me pasa.

***Excelente jornada, las fotos son increíbles, y no te lo voy a negar, quedé muy excitado***

***Que lastima no estar ahí para ayudarte con ese problema... Yo hablé con Diego un rato***

***Cómo te fue? ***

***Se abrió bastante, me contó que no se sentía bien, así que me dijo que desde hace unos días está aislado en una habitación sin tener contacto con Ana. Están con algunos problemas de pareja... me recuerdan un poco a nosotros...***

Julia...Julia... Siempre logra lo que quiere.

***Tengo sueño Juli, mañana me contas mejor***

***Que descanses, te amo Dami***

Tomo otro vaso de whisky y vuelvo a la cama. Sé que Ana tiene un secreto, todos tenemos uno.

***

Temprano salgo a correr. Parezco un gato encerrado corriendo en el parque de casa, pero no me queda otra.
Ana me atrae más de lo usual, sí. Me convenzo que la base de esa atracción está en esa incertidumbre que me genera. Tiene que ver con aquello que esconde y que necesito saber. Le sigo dando vueltas, hasta que descubro una pequeña salida.
Entro a casa rápido, transpirado y con una erección más que evidente. Julia está hablando por teléfono, se lo saco, corto la llamada y la llevo hasta el living.

−Damián, ¿qué te pasa? ¿Te volviste loco? ¡Era una llamada importante!

−Si, puede ser... perdón. Pero tenemos que hablar. Desde ahora absolutamente todo se hace cómo y cuándo yo lo digo. No quiero hagamos nada sin consultarlo antes con el otro.

Me mira sorprendida porque no se esperaba esta reacción repentina. Bajo el jogging y dejo ver mi miembro. Julia enseguida se relame. Le agarro la cabeza y la llevo hasta mi erección, freno unos centímetros antes. Me mira suplicante. La dejo acercarse del todo para que la saboree. Sus ojos se convierten en los de Ana. La puta madre. Me enojo. Aparo la mirada y le cojo la boca con ganas, hasta borrar a Ana de mi cabeza. Finalmente lo logro y acabo en su boca, pero es otro polvo que no me satisface en nada. Sigo enojado y frustrado.

−Cada vez que hagas algo sin mi consentimiento, vamos a hacer esto. Y no vas a recibir nada a cambio. Se acabó Julia, se hace como yo digo, o no se hace. ¿Está claro?

Me mira con los ojos muy abiertos. Evidentemente sorprendida ante mi ultimátum. Pero el juego de poder la excita, la conozco. Y sé muy bien que no me cuenta todo lo que sabe o hace con Diego.

−Si, me parece bien. Puede que me porte mal más seguido... -Se lame la boca reafirmando su respuesta-.

−Dame tu teléfono.

− ¿Qué vas a hacer?

Me da el celular y me siento en el sillón. Esto no es ajedrez, pero se parece. El rey va a hacer una jugada muy importante, va a quedar completamente expuesto a que le hagan jaque.

−Voy a escribir como si fueras vos. Me parece menos agresivo.

Armo un grupo de WhatsApp. Maldigo en voz baja esta puta pandemia que vuelve todo tan virtual.
Julia no me saca la vista de encima. Le cuesta ceder el control. En eso nos parecemos mucho, pero lo está haciendo bien. Nada va a distraerme ahora.

*Hola Ana y Diego, es difícil explicar por este medio algo tan complicado y a la vez tan placentero. Pero vamos a hacer el intento... Con Damián llevamos adelante una pareja abierta, hemos descubierto tras un tiempo de estar juntos que necesitábamos más, y ese "más" lo encontramos en sumar a otros a nuestras relaciones íntimas... que esto no los espante, sabemos bien que ustedes tienen una pareja más clásica, pero por favor lean hasta el final.
Hace un tiempo, estábamos desencontrados como pareja, discutíamos por todo o ni siquiera nos hablábamos. Un día, en una fiesta, nos encaró una pareja, nos dijo que querían invitarnos a pasar la noche con ellos... y después de pensarlo accedimos ¿que teníamos para perder? Desde ese día cambio todo para nosotros, nuestra visión de pareja, de amor...
Conocimos más parejas swinger, pero nunca funcionó como con la primera... y los conocimos a ustedes, jóvenes, hermosos, excitantes, y la cuarentena nos ayudó a dar el primer paso con este mensaje.
Sabemos que va a resultarles una locura, pero por favor no respondan nada hasta dentro de unos días... esto lleva tiempo, charlas, compromiso, pero les aseguro que puede ser una eficaz manera de enriquecer el vínculo que ya los une, y les aseguro que con una sobredosis de placer.
Por supuesto, esto sería muy paulatino, no estamos invitándolos a nuestra cama. Todo podría comenzar en una cena, conocernos, lograr confianza, que ustedes se saquen todas las dudas que quieran...
Por favor, un último deseo, que esto no quiebre la relación que ya tenemos.

Esperamos su respuesta,
Julia y Damián ****

Ahora resta esperar que no sea jaque mate.

Quiero verte bailarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora