Capítulo 20 - Damián

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Capítulo 20 - Damián

Despierto temprano. Julia está a mi lado con un pequeño camisón, la piel parece brillarle y puedo apreciar sus magníficas curvas. Las preguntan me atacan. ¡¿Qué me pasa?! ¡¿Qué fue lo que me pasó ayer?!
Pretendo volver a ser yo. La contemplo durante unos minutos, incluso me excito al verla, pero me levanto para comenzar pronto a trabajar.
La mañana pasa rápido. Aún hay mucho trabajo por delante a pesar de no haber levantado la vista del monitor, me levanto en busca de un café. Ya en la cocina, suena el celular es un mensaje de Diego que llega a nuestro hermoso grupo:

***Anoche la pasamos muy bien. Tenemos mucho por aprender. Mientras sea paso a paso seguimos adelante. Eso no quita que tengamos dudas con algunas cosas...***

Sonrío, imagino que Ana está junto a él y respondo:

***Sería raro que no tengan dudas... Estamos para responder cualquier pregunta que necesiten. Nos alegramos de que la hayan pasado bien, sin duda fue una noche deliciosa. ***

Los mensajes despertaron a Julia -ya era hora- entra corriendo y me abraza por la espalda, parece una adolescente de 15 años.

−No sé de dónde sacaste esa idea de las frutillas, pero parece que funcionó.

−Y tengo muchas ideas más. – Sonrío y le doy un beso en el cachete-.

Llega otro mensaje.

*** Nuestra primera duda es... ¿Cuáles son los límites? ***

Con Julia sonreímos al leer el mensaje. Es lógico que tengan un poco de miedo... Después de todo es algo desconocido para ellos.

***Bien, buena pregunta. Claro que hay límites, algunos son comunes a todas las parejas que experimentan el "swingerismo o una pareja abierta". Más que un límite, es una regla: Jamás mentir. Después, en qué términos se lleve la relación, o con que límites, como ustedes lo llaman...Se habla. Por ejemplo, algunos de los más comunes: que no haya intercambio entre los hombres o entre las mujeres, o que no haya besos en la boca, que no haya sexo anal, etc. Perdón si soy un poco crudo...Pero como dije antes, esto se basa en confianza y seguridad, asiqué mejor ser lo más claro posible. En lo que a nosotros respecta, tenemos como límite ambos: el fisting y el sadomasoquismo más brutal. ¿Ustedes? ¿Hay algo que no quieran hacer?

La próxima respuesta tarda bastante en llegar y me encuentra nuevamente inmerso en el trabajo. Imagino que no es fácil decidir algo así y hasta quizás desconozcan algunos términos. Puedo imaginarlos googleando que es fisting.

***Bueno, fue mucha información de golpe... Pero está bien era necesaria. Creo que deberán tener paciencia, hay muchas cosas que vamos a descubrir en el camino y nos daremos cuenta si nos gusta o no, si lo soportamos o no. En principio, hay algunos límites que sí tenemos más claros:
Somos heterosexuales, asique no nos interesa el intercambio que puede darse con alguien de nuestro mismo sexo. Otra cosa que nos incomoda bastante son los besos en la boca. Y definitivamente compartimos la lista de límites que ponen ustedes. ***

Cuando levanto la vista me encuentro con Julia apoyada en el marco de la puerta haciendo casi un puchero.

−Me parece que me voy a quedar con las ganas de conocer el cuerpo de Ana...

−Tranquila, démosle espacio. ¿Anoche no se resistieron no? Es más, creo que lo disfrutaron. Es entendible que escapen un poco.

Julia asiente a regañadientes... volvió a ser una adolescente y aunque me irrita también me vuelve loco.

***Me parece muy bien que se tomen el tiempo que necesitan, definitivamente hay cosas que las van a descubrir en el camino. Respecto a sus límites, los aceptamos por supuesto, pero déjenme pedirles que lo piensen, o lo vivan físicamente antes de decir que no... Les pedimos que abran un poco más sus cabezas, y no piensen solo en el placer propio, les aseguro que ver y sentir el placer del otro es éxtasis puro. Y respecto a los besos sepan que lo lamentamos mucho, ambos deseábamos probar sus bocas. ***

A medida que voy escribiendo el último mensaje siento que la temperatura va en aumento, en lo único que puedo pensar es en los labios de Ana, en todas las veces que estuvimos a punto de besarnos.

Julia que no me había sacado la vista de encima, se acerca para comprobar el estado en que toda esta conversación me había dejado. Su boca se relame al ver la erección que empuja dentro del pantalón.

−Resuelto esto... creo que tenemos algo pendiente nosotros.

Quiero verte bailarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora