Quiero verte bailar

Capítulo 48 - Damián

Capítulo 48 – Damián

Acompaño a Julia a su departamento nuevo, tomamos un café. Todavía está asustada. Como en estado de alerta.

− Fue un robo de cientos. Alguna vez me iba a tocar a mí. – Creo que se lo dice mas a ella misma que a mi-.

Julia se fastidia ante mi silencio, se saca los zapatos y se sienta en el sillón.

El resto de la noche charlamos con tranquilidad. Me cuenta algunas cosas del trabajo, no toca el tema de Ana y se lo agradezco. Hacemos una recorrida por el departamento, cosa que en otro momento hubiera acabado con nosotros dos en la cama. No hay tensión sexual, ambos nos damos cuenta de eso.

Ya en la puerta recuerdo lo del sábado.

−¿Cenas el sábado en casa? Voy a preparar algo para Gus y Dani.

Evidentemente no se esperaba la invitación, por un segundo pienso que pudo malinterpretarse y estoy a punto de aclarar que es una cena de amigos.

− Tengo planes.

Lo dice sonriendo con una mueca picara que solo Julia tiene. Y entiendo todo. Me alegra verla así. Le doy un beso en la mejilla y nos despedimos con un "Hasta mañana".

Al llegar a casa estoy mentalmente agotado. Me encierro en el estudio y me pongo a trabajar. Después de varias horas de fotos y otras tantas de edición, ya no siento los ojos. Tengo la vista sumamente cansada, así que me rindo al sueño. Paso por el baño, me doy una ducha rápida. Ana se viene a mi mente una y otra vez. Cuando no estoy enfocado en algo, sus ojos, su piel, su aroma, se hacen carne. Se me pone dura al instante. Me provoca tantas cosas impensadas. Reniego de mi excitación, me frustro. Y decido meterme en la cama, aunque al cerrar los ojos noto que está amaneciendo.

***

Me despierto sobre las 9 de la mañana, destruido. El teléfono no paraba de sonar. Aclaré la garganta tomando un poco del vino que había quedado en una copa de la noche anterior. Es un asco. Cuando quise responder dejó de sonar. Tenía varios mensajes de Julia, me levante sobresaltado pensando que podría haberle pasado algo. Últimamente vivo en estado de alerta.

*Espero que estes durmiendo y no ignorando mis mensajes y llamadas*

Pude imaginarme incluso el tono en el que lo estaba escribiendo.

*Ya te veo conectado, me tengo que ir asique te de digo por acá*

Teclee rápido *Tenes toda mi atención*

*Ana se fue de su casa, se mudó momentáneamente a la casa de su amiga Laura, esta vez va en serio*

Me quedé congelado viendo la pantalla. Trague saliva, no sabía que hacer. Que responderle.

*Ya sé, soy la mejor amiga del mundo. Pero esto de ser doble espía me va a traer consecuencias, asique quiero un buen regalo*

Definitivamente nuestra amistad era única. No le respondí nada, empecé a vestirme, cuando llegó otro mensaje.

*No vayas ahora Damián*

Y ahí caí. Si se fue es porque había pasado algo. Algo importante con Diego.

*Que paso? Está bien?*

Esperé impaciente esa respuesta que no terminaba nunca de escribir.

A esta altura hubiese sido mejor hablar por teléfono.

*Te dije lo necesario. No voy a volver a traicionar la confianza de Ana. Pero dale tiempo*

¿En qué mundo Julia me pide que yo sea paciente y no al revés? En fin, tiene razón. Si Ana lo desea ya me lo contará ella. Después de todo lo más probable es que no quiera ni abrirme la puerta.

*Gracias Juli, sos la mejor*