No íbamos a dejar el cadáver de Joe pudriéndose en su casa hasta que alguien más lo encontrase, por ende, no tuvimos otra opción que llamar a la policía. Ellos no tardaron mucho en llegar, quizás fue porque la que llamó fue Emma y ella estaba —y sigue— aterrorizada, su voz desgarrada me causaba más temor que ver el cuerpo del chico en el suelo. Isabella fue la única que no entró a la habitación, al escuchar lo que había aquí adentro no fue capaz de entrar, ella no soporta la sangre, y está claro que hay mucha, por todas partes.
Las paredes tienen la salpicadura de la abertura de su cráneo y ni hablar de suelo, no sabía que una persona pudiera tener tanta sangre en su cuerpo, incluso más en una persona delgada como lo era él.
Hasta podía imaginarme la escena; Joe dejó entrar a su ¿jefe? (no sé cómo se le llame a ese líder de grupo homicida) y comenzaron a hablar hasta discutir, luego subieron a su habitación a.... No logro descifrar a qué fue ese tipo hasta allá ¿Por qué lo dirigió hasta allá? Y por alguna razón llevaba el arma encima, Joe lo hizo enojar demasiado, puede que amenazó con delatarlo y al instante recibió el pactó de la bala en el centro de su frente.
Lo que pensé no creo que sea posible de ser cierto, pero siempre cabe una posibilidad.
No hay nadie allí que no estuviese asustado.
Incluso Mark, que me sostenía mi mano y trataba de no parecer asustado, estaba igual.
Ahora nos encontramos cada uno en una habitación de esta casa, siendo interrogados nuevamente. Yo fui llevada hasta el comedor, ya debe de estar por llegar el o la oficial que me hará unas preguntas. Yo ya no lloraba, ya había secado mis lágrimas, mis ojos sí estaban rojos, podía sentirlos arder.
Me sorprendió ver al oficial Ramírez acercándose a mí y sentándose en la mesa.
—Antes de que preguntes —dijo mientras sacaba un lapicero de uno de los bolsillos de su pantalón, junto a una pequeña libreta que parece estar nueva —Paige ya no es el caso, creemos que los casos están conectados así que el caso se llama; Eli high, como su Instituto.
—No iba a preguntar nada —balbucee arqueando una ceja.
—Sé que lo ibas a hacer, ya lo has hecho Elizabeth —Se detuvo y se dedicó a mirarme, o me observarme, tan profundamente, como si quisiera leer la expresión de mi cuerpo, si se enterara sería: horror absoluto. — A lo que venimos entonces —Asentí—, ¿Qué hacían sus amigos y usted aquí?
—Vinimos a hablar con Joe.
—¿Sobre qué?
—Es personal.
—Elizabeth debe hablar. En cualquier caso, si no habla ahora, tarde o temprano sabremos la respuesta.
—¡Bien! —me rendí— Joe... me escribía cosas.
—¿Qué cosas? —arrimó su silla hacia adelante, pegando su pecho al tablero de la mesa.
—Joe me enviaba notas... amenazantes mayormente.
Sus cejas se arrugaron levemente al escucharme la confesión, —¿Lleva alguna encima?
—De hecho, sí, tengo dos. El resto las tiene mi amiga Lucía —Asintió mientras esperaba que sacara el par de papeles de mis bolsillos —Tome.
Él recibió mis notas y comenzó a susurrarlas, podía escuchar mientras las leía, —«¿Cómo puedes llegar a ser tan patética? El responsable está frente a ti» —Pasó al otro trozo de papel— «Así que le contaste a tus amigas de mí ¡Vaya que importante me siento! Será mejor que cuides sus espaldas» —Subió su mirada hacia mí, provocando un choque visual entre nosotros y se quedó en silencio por un momento —¿A qué se refería con «el responsable está en frente de ti»?
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A Prueba
Mystery / ThrillerElizabeth es nueva en la ciudad, sus padres han terminado su gira y deciden establecerse. La matriculan en un instituto y es entonces cuando empieza lo que nunca imaginó... Anthony estudia en ese mismo instituto, pero en segundo y es líder de un ban...