XXV. Recuerdo y nueva vivencia

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Hace un mes vine a la playa junto a mi novio. En ese preciso momento no tenía idea que pasaría. Después que una ola chocara contra el mar y llegase a nuestros pies él tomó mis manos, me miró directamente a los ojos y confesó los sentimientos que tenía hacia mí, diciéndome que me quería y que estaba dispuesto a formar una historia conmigo.

Estuve tan distraída y a la misma vez enfocada con todo lo que ha estado pasando que no me percaté que estaba queriendo a Mark, como más que un amigo.

Cuando él me confesó cada cosa que sentía por mí fue que lo noté. Me di cuenta de que, por primera vez en mi vida me había enamorado. Me enamoré de un par de ojos verde eléctrico que cuando me miran me hacen sentir que soy tan importante como lo plantea, de un cabello rubio largo que revuelvo siempre que puedo, de una voz que amo escuchar a mi día a día llamarme 'Lady', de unas manos que puedo tomar cuando quiera, del chico alto con el que siento satisfacción al abrazar y de unos labios carmesí que me besan y me hacen sentir en el cielo.

Sus besos son magia. Mi primer beso ha sido tan fantástico como nunca imaginé. Mark superó mis expectativas. Lo quiero tanto.

Mark Es amable, cariñoso, gentil y sincero. Además de su personalidad y apariencia, lo que más me gusta de él es que cuando hace dibujos sobre mí. Lo hace de una forma tan esplendida, cada trazo que hace coincide perfectamente conmigo. Dibuja tan bien que parece fotografía a blanco y negro.

Mi ángulo favorito de él es cuando dibuja, sus ojos clavados en el papel, su boca apretada demostrando concentración y la mejor parte; cuando sonríe porque sabe que le ha quedado como quería.

Mark Anderson es el chico más tierno que he conocido.

Me enamoré de todo lo que hace a Mark, Mark.

Todo con él se volvió «rosa» este mes, claro que solo hablo de esta relación, lo demás es tema aparte. Jamás hemos peleado, ni estado cerca de eso. Él es muy pasivo. A veces soy yo quien suele ser molesta, pero el siempre saca el lado positivo de todo, como si todo tuviera solución. Ha sido un mes lleno de cosas buenas por encima de las malas.

Por otro lado, no hay rastro del asesino. Aunque los policías dijeron que tenían un sospechoso, y el oficial Ramírez me confirmó este hecho, no tomaron ninguna acción para arrestarlo y comencé a pensar que no habían obtenido evidencia concluyente de que cometió los homicidios. Solo espero que se acerquen para poder sentir la paz en cualquier lugar de esta ciudad.

Sin embargo, hoy no es un día para pensar en ello. Quiero despejar mi mente y aunque sea solo por hoy pensar nada más y nada menos que en mi novio.

Me dijo que nos encontráramos después de las clases en la entrada del campus y es ahí a donde me dirijo, pues la última clase terminó hace no más de 10 minutos, se trataba de ciencias sociales. Es posible que me esté esperando ya, le gusta llegar antes a donde me cita. Debo bajar tres pisos, por ahora voy terminando de bajar las escaleras para llegar a planta baja por fin. Atravieso el pequeño pasillo de profesores y dirección. Mi vista se fue hasta la oficina del director que tenía la puerta abierta y pude ver qué sucedía allí. La profesora Juliana se besaba muy apasionada con el director Brown. Dios mío, jamás eliminaré esa escena de mi pobre conciencia. Sigo caminando como si nada, espero que no me hayan visto, aunque creo que no lo hicieron porque me hubieran llamado, supongo.

Llegué al pasillo principal, después de atravesarlo ahí estaba, el chico por el que suspiró cada vez que pienso. Llevaba su mochila en mano y la otra la mantenía atrás de su cuerpo. Al verme sonrió y se acercó. Yo aún no sacaba de mi cabeza esa escena anterior.

—Lady hermosa, te extrañé. —No nos veíamos desde el receso pasado, el del almuerzo.

Miré el suelo, —Acabo de ver algo muy alterante —fue lo único que pude decir.

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