XXXIV. Cumpleaños feliz, ¿feliz?

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—Feliz cumpleaños, mi niña —musitó mi madre cuando todavía estaba medio dormida. Abrí mi ojo derecho y me deslumbré por la luz, cuando éste se acostumbró abrí el otro y pude ver bien a mis padres, quienes estaban sentados a los pies de la cama.

—Buenos días —dije. Procedí a sentarme y a estirar mi cuerpo.

—Mi pequeña ya está grande —dijo mi padre sonriendo—. Ya son 17, es tu último año como adolescente.

—Sí —Reí por lo bajo—. Y lo disfrutaré al máximo.

Mi madre comenzó a hablar de nuevo:

—Sé que ha sido un año difícil para ti, Liz. Pero siempre estaremos contigo, nosotros jamás te fallaremos. Discúlpanos por estar tan ausentes, también nos ha sido difícil adaptarnos al establecimiento en una ciudad, no obstante, nos alegra tanto que tú sí hayas podido encontrar buenos amigos. Debemos tratar de olvidarnos de todo lo malo que pasó, no es algo agradable para nuestra conciencia. Tan lamentable es que ese chico Mark no era lo que pensábamos, nos agradó bastante y terminó siendo un traidor, pero ¿sabes qué? No le guardo rencor porque sé que de alguna u otra forma él te quiso y al menos intentó no lastimarte. Quizás en algún futuro encuentres a alguien que te ame tanto como lo hizo o hace él. 

—¿Cómo sabes todo eso? —Arrugué un poco mi cejas, pero no quería que se notase.

—Fui a visitarlo, mi amor. ¿Creíste que no lo visitaría para que me contara por qué te hizo todo eso? Él me dijo todo —Sonrió.

—No tenías que haber ido.

—Liz, no puedes impedirme nada. Además, soy tu madre y sabía que Mark me contaría cosas que tú no.

—Está bien —dije para acabar con el tema, no deseo aborrecer este día —. Gracias, a los dos, por todo lo que han hecho por mí, los amo.

—Nosotros también te amamos, mi amor —respondió mi padre. Ambos se acercaron y me dieron un abrazo, hace tiempo no me daban uno como este, estos que me hacen sentir querida.

—Ahora —Mi madre soltó el abrazo. Masajeó mi mano —. Arréglate, vamos a desayunar.

—Sí, no tardo.

—Pero antes dime qué quieres desayunar —Me fascina que en mi cumpleaños todas las comidas las elijo yo.

—No lo sé, mamá, ¿qué tal si me das algunas opciones?

—Estuve pensado: panqueques, ensalada de frutas, empanadas o waffles.

—Ya sé, haz esas sabrosas empanadas de camarones con queso.

Asintió, —Por supuesto, en cuanto bajes estarán listas.

Me levanté y pasé directamente al baño, está haciendo bastante calor, será mejor ponerme algo no abrigado. Me lavé la cara dos veces, siento sueño, aunque no tenga, lavé mis dientes y humedecí un poco mi cabello. Salí del baño y antes de buscar mi ropa nueva me senté en la cama y tomé mi celular, son las 9.12 a.m..., pensé que solo vería la hora, pero de un momento a otro me di cuenta que estaba en Instagram, entré a las notificaciones.

@lucia.a , @emma_floyd y @isa.bella te han mencionado en su historia.
@violetc27 te ha mencionado en su publicación.

Luego entré a mis mensajes.

Hay bastantes, no me esperaba que tantas personas me escribieran hoy. Bajé hasta el primer mensaje que me habían mandado y lo abrí, era de Charles, un chico con el que estudié años anteriores, es irlandés, pero vive en Canadá, me sorprendí a ver que envió un largo texto a las 2 de la mañana, ya no hablamos tanto como antes, aunque sí nos tenemos el mismo cariño de siempre. Luego proseguí y los siguientes mensajes eran del grupo de mi anterior clase, me felicitaron primero los profesores y luego algunos chicos, ellos eran bastante agradables, definitivamente quiero conocerlos en persona. 

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