XI. Madrugada

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Ya nos fuimos a la cama, son las 12:04 de la madrugada.

Estoy acostada boca arriba con mi pijama de gato, es un short negro con puntos blancos y una camisa negra que tiene la cara de un gato.

—Supongo que ya nos dormiremos —digo en voz alta.

—Sí, chicas —bosteza Isabella— Buenas noches... Fue una noche increíble. —hace una pausa larga— Y lo siento Liz, nuevamente.

—Descuida Isa, Todo está bien.

—Las quiero chicas —dice Emma.

—Yo también —Decimos en coro las demás.

—Buenas noches —digo y todas responden con lo mismo.

Quiero dormirme, no obstante, a mi cabeza vienen los recuerdos con Anthony, los pasados desde que nos conocimos hasta el día de ayer.

Tony... Tony... Tony.

Pierdo la noción del tiempo pensando en él.

Me causa gracia el pesar que quiere parecer un fuck-boy, pero es demasiado blando para poder asemejarse.

Él ha sufrido: sus padres, su hermano y quién sabe qué otras cosas más. Pero tiene buenos amigos o es lo que aparentan.

¿Que estará haciendo? Le escribiré.

Mensaje para Anthony: ¿Sigues despierto?

No pasan más de dos minutos cuando me llega una notificación. Y si, es él.

Anthony: Sí, aquí el sueño aún no llega :b

Yo: Que raro, por acá tampoco ¿Y tú amigo?

Anthony: Pensé que me hablaste para saber de mí.

Me haces quedar mal.

Yo: No es que quiera saber de él, quiero saber si estás bien con él.

Anthony: Sí, ya se durmió, no aguanta ni un poco.

Yo: Aquí las chicas también D:

Anthony: ¿Qué tal si nos vemos?

Yo: Me gustaría, pero ¿no estamos lejos?

Anthony: Te oculte algo, John super cerca de la casa de Violet.

Yo: ¿Qué, por qué no me lo habías dicho?

Anthony: No lo consideraba importante...

Yo: Ah Okay.

Anthony: ¿Entonces salimos o qué?

Yo: No lo sé, es muy tarde.

Anthony: ¿Y? Vamos, sal :D

Yo: Está bien, veré por dónde salgo.

Anthony: Ummm ¿por la puerta?

Yo: No quiero que se den cuenta tan fácilmente que salí.

Anthony: Te espero en frente de la casa de Violet.

Por fortuna estaba al lado de la ventana y la habitación de Violet está en plata baja, no hay riesgos. No pienso quitarme el pijama así que me pondré mis botas, me peinaré y por último saldré por ahí.

A PruebaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora