—Anthony, ¿qué has hecho? — Con pavor, tapando mi boca con mi mano le vuelvo a preguntar.
—Mierda Elizabeth ¡Que yo no he hecho nada! ¡Te lo juro!
—Entonces ¿Qué paso? Míralo, está muriendo. —Señalo a Andrew sollozando.
—No Andrew, amigo. No puedes morir, no así. Tenías un futuro —Pasa sus manos debajo de su cuerpo — ¡Vamos reacciona! —Sacude su cuerpo. Jipiando continua; —Vas a ser un doctor, el mejor de California, eso dijiste ¿no? No puedes dejar que esto te arrebate la vida ¡Necesito que habrás tus ojos! Por favor.
Sin saber cómo reaccionar solo lo que hice fue llorar, esta vez no pude ser la fuerte, no pude resistir y una lágrima bajó por mi mejilla. Me acerqué lentamente a ellos y bajé, sintiendo lo frío que está el suelo del salón.
Observo detenidamente al chico tirado en el suelo. Tiene una herida en su torso, es de una navaja. La sangre abundante no deja de salir. Su boca también tiene sangre. Tan pronto como llegué él sufría, se movía y revolcaba del dolor, no despegaba la mano de su abdomen, pero de la nada cayó y quizás... ya haya fallecido.
Ahora cambié mi vista a Tony; este que tiene sus ojos clavados en Andrew, llora en silencio con el muchacho en sus brazos. Colmado de sangre en todo su uniforme, el mismo que hace menos de una hora estaba totalmente limpio. Sin embargo, eso no tiene importancia en este momento. Sumido en la desesperación me pregunta que hacer. Pero ni yo sé que hacer.
Estamos en problemas, podríamos ir a prisión, yo ya estoy en vista de los policías ¿por qué me metí en esto?, mis padres no me lo van a perdonar jamás. Y lo peor: no vimos a nadie, lo cual nos hará más sospechosos. ¿Qué se supone que les debo decir? «Lo encontramos moribundo y fue después de minutos que decidimos llamar a la policía?» ¡Rayos, no! Eso no es creíble, aunque es la verdad. Además, que no hemos llamado a la policía. Tengo una idea, para podernos salvar debemos hacer que Andrew se mantenga vivo, no sabemos si ya ha muerto. Tengo que averiguar si tiene pulso, él debe llegar al hospital vivo, reponerse y que hable, que diga quien le hizo todo esto, quizás pueda ser el mismo que asesinó a Rachel.
—Permiso, suéltalo un momento, Tony. Veré si tiene pulso.
Él asiente con los ojos cerrados. Sus manos se despejan de él dejándolo nuevamente en el suelo.
Pose mi dedo índice y medio en su cuello al lado de la manzana de Adán. Presioné y esperé unos segundos, no sentía nada. Sin entrar en pánico cambié mi mano a su muñeca, subí la manga de su camisa y busqué su pulso.
—¡Sí! Tiene pulso —Sonreí mirando a Tony, él subió su mirada y me mostró una sonrisa de lado.
Busqué en mis bolsillos y saqué mi móvil, lo desbloqueé y comencé a marcar.
—¿Qué haces? —dice Tony al instante.
—Llamo a emergencias, ¿no es obvio? Sigue vivo, podremos salvarlo.
—Llamarás también a la policía ¿verdad?
—Por su puesto.
Y es ahí cuando suena el Timbre.
Hay clases, en este salón siempre hay clases.
Debo cerrar la puerta, hablo de pasarle el pestillo.
Estoy asustada.
Le marcó a emergencias, no pasan muchos segundos y me contestan.
—Hola, buenas tardes. Necesito una ambulancia. Es Urgente al ELI HIGH, hay un herido. Es un compañero, está agonizando... Sí, por supuesto que la necesito ahora mismo... Sí, voy a llamar a la policía... Oiga, ¿Puede venir rápido por favor? Tiene una herida en su pecho... Sí, sí tiene, suave, pero sí tiene pulso... No, obvio yo no hice nada, además eso no importa en este momento... Vale, muchas gracias.
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A Prueba
Mystery / ThrillerElizabeth es nueva en la ciudad, sus padres han terminado su gira y deciden establecerse. La matriculan en un instituto y es entonces cuando empieza lo que nunca imaginó... Anthony estudia en ese mismo instituto, pero en segundo y es líder de un ban...