XXXIX. Los mejores amigos

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El taxi me dejó en la entrada, fuis recibida por Isabella y atrás de ella venía John. Ahora mismo estoy hablando con las chicas mientras cada una tiene una bebida diferente en sus vasos. Han venido muchas personas, a las cuales no conozco bien, la casa es muy pequeña para todas las personas que invitó John por lo tanto también hay algunas afuera. Hay música, frituras y todo tipo de bebidas. 

—¿Qué podemos hacer para que no te vayas? —dijo Emma que se acaba de sentar en la silla que está al frente de mí.

—Propongo que la secuestremos —dijo Isabella para luego carcajear.

Y después respondí yo: —La verdad es que nada, chicas. No tengo opción. De todas formas, algún día iba a pasar…, solo que no quería que fuera tan pronto. 

—Te voy a ir a visitar cada dos meses —dijo Violet.

—Que linda eres —Sonreí de lado, mis ojos estaban por cristalizarse—. Yo vendré cada vez que pueda, ¿ok? No quiero que nos alejemos.

—Te quiero mucho, Liz —dijo Lucía.

—Yo también te quiero, Luci. A todas las quiero y mucho. Gracias por ser mis amigas, son muy buenas, ¿sabían? Sean tan unidas como lo hemos sido estos meses, que no fueron grandiosos, pero con ustedes nada es malo.

Abrí mis brazos para que me abrazaran, y al instante cuatro pares de brazos llegaron a mí y me calentaron por unos minutos.

Luego me acerqué a Isabella y tomé ambas manos.

—Isa... Eres grandiosa, eres preciosa, eres valiente. Adueñate de estas palabras, no te rebajes por nadie. Sé que eres segura de ti misma y no cambies eso jamás, eres bastante introvertida y eso no está mal, pero por eso no tienes que dejar de hacer muchas cosas que quisieras. Eres grandiosa, recuérdalo siempre.

Luego me fui al frente de Lucía e hice lo mismo.

—Luci, si tus padres no te aceptan tal y como eres yo lo hago, acepto cada cosa de ti, desde tus burlas hasta tus halagos. Eres perfecta, ¿sabes por qué? Porque estás conforme contigo misma, porque te amas y yo también te amo. Tus padres tienen a la mejor hija a su lado y no se dan cuenta, Luci ¡eres una persona espectacular! Y algo que nadie puede prohibirte es a quien amar. Como me lo dijiste tú, ámense sin prejuicios.

Solté sus brazos y antes de pasar hasta donde Violet, Lucía me detuvo. Sus ojos estaban llorosos. Me jaloneó para abrazarla.

—Gracias —dijo en medio de sollozos—. Necesitaba escuchar esas palabras.

—Solo dije la verdad.

Ella soltó el abrazo, se secó sus lágrimas y asintió.

Asimismo, proseguí a otra de mis amigas.

—Vio, deja de ser tan insegura, Nick no tiene intenciones en lastimarte, sé que nos cuentas casi todo lo que hacen para tener una especie de respaldo, pero él de verdad te quiere. Eres hermosa, Violet, él sabe lo que tiene y le costó mucho obtenerlo, no te va a perder con facilidad. Yo sé que también lo quieres demasiado. Y si por algún cambio de la realidad él se atreve a hacerte algo, tendrá cuatro enemigas, ¿ok? 

Y para finalizar, Emma.

—Emm, ¿Cómo comenzar contigo? Cambia la estrategia y si no funciona cambia al objetivo. Hay muchos más y hasta mejores que Harry. Si él no ve el monumento que se pierde que otro más te valore como tú quieres que lo hagan. Piensas que él es el indicado, pero si fuera así ya estuviera contigo, a él le falta eso que tu quieres, tu atención y apuesto millones que ahí atrás hay alguien que te dará toda la que quieras. 

A PruebaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora