XXXI. Último día

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Un último viernes, unas últimas ocho horas y media, un último día de clases. Al menos no les veré las caras a estos imbéciles en dos meses.

Obviamente no estoy hablando de mis amigos. En cualquier caso, seguiremos reuniéndonos durante las vacaciones.

—Y?, ¿Pediste permiso para lo de la tarde? —me dijo Isabella. Esta tarde es el baile de fin de año, está invitado todo el instituto a una disco para menores que está al centro de la ciudad. 

—Sí, aunque no debía pedirlo en sí. Eso dijeron ellos —reí.

—¿Van a ir todas? —dijo John. Le respondimos que sí. 

Fue difícil convencer a Violet, puesto que está muy mal y claro que Louis irá a la fiesta, pero le dijimos que no estaríamos cerca de él. Además, que allá podría conocer a otro chico si ella quería. 

—Viste Tony, tienes que ir —volvió a hablar John.

—Sabes que no me agradan las fiestas. No he ido a una en años —respondió Tony.

—Pues esta noche te reconciliaras con las fiestas e iremos todos —le dije mientras me acercaba.

—No.

—¿Cómo qué no? No te estaba preguntando, Anthony. 

—Elizabeth déjame. No iré a esa fiesta, no quiero. No insistas —me miró fijamente a los ojos con las cejas arrugadas.

—Tenemos que despejar un poco la mente. Vamos, diviértete, baila, ríe con nosotros. Olvidemos todo solo por esta noche.

Se me quedó mirando aborrecido, ya lo había cansado. Sin duda estos días el humor de Tony va de mal en peor. Decidí dejarlo tranquilo son decir nada más.

Ahora mismo ha sonado el timbre de la entrada a la primera clase. Me toca química, en estas últimas clases no hemos hecho nada, ya que han terminado los exámenes. Venimos solamente por asistencia. Claramente no todos son así, muchos vienen para terminar sus exámenes, o volverlos a presentar en caso de haberlos reprobado o haber sacado obtenido poca calificación. Una de esas personas es Emma, que, aunque es muy buena estudiante, este año fue más complicado que los otros (en todo sentido). Emma reprobó física, ciencias sociales y música. Claro, ¿Quién reprueba música, si es lo más fácil? Lo es si se te facilita tocar instrumentos, lo que a ella no le pasa, lucha con la guitarra, con la trompeta, la flauta y el violín. El único que siempre le ha sido fácil es el piano y fue con ese que logró aprobar la materia. Gracias al cielo ahora le falta solo que le den la nota de ciencias sociales y su promedio total, estoy segura que aprobó y que tiene buenas notas para pasar a segundo de preparatoria. Ahora hablando de mí; aprobé todo con un promedio de 9.4, me bajaron las notas un poco comparado con los otros años, pero mis padres entienden, dicen que no está mal, salvo que he experimentado bastante este año extraordinario, hasta se esperaban notas más bajas. 



Las miradas aún me acechan, los rumores siguen videntes, muchos aún dudan de que Mark y yo ideamos todo. Sin embargo, no negaré que he estado tranquila, las cosas se han ido calmando y ya no soy el centro de atención. Era duro serlo, agradezco que haya acabado eso.




Cuando los cursos se redujeron hubo una clase de beneficio, en biología todos, el grupo completo quedamos juntos y como ninguno de nosotros reprobó esta materia el profesor nos dejó hablar entre nosotros durante la hora. Me gusta como son los profesores a final de año, tan liberales.

—Chicos... —susurra Isabella, pasando su mano por encima de la mesa para captar la atención de todos— ¿Irán a la fiesta con alguien?

—¿Así como cita? —pregunté. Ella asintió.

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