Son las 7:30 p.m. y acabo de llegar a mi casa, Anthony me acaba de dejar en el mismo lugar donde me recogió, fue a petición mía esa acción. En esta primera salida con él hubo mucho: risas, llantos, halagos. No sé qué significó eso lo que hizo, hablo de cuando coloco su mano encima la mía, no sé si haga eso siempre, la verdad me cuesta entender a los chicos.
Sin tomar en cuenta a lo que fuimos, fue una tarde dichosa, también tomamos malteada yo pedí una de chocolate con fresas y él uno de plátano con café. Hace un largo rato que no salía con alguien, pues no había podido salir con las chicas por cuestión de tareas. No he tenido muchos amigos y realmente tampoco quiero, en mi opinión es mejor tener pocos amigos leales que cincuenta hipócritas, las chicas y Anthony se han mostrado leales.
Anteriormente había nombrado que algunos chicos me pidieron mi número de teléfono y dije que les había dado el último número mal...Con Anthony no fue así, le di mi verdadero número y salimos, la tarde de hoy se repite en mi cabeza mil veces.
Saco de mi bolso la taza que contiene los trozos olorosos de Pie de limón, ahora me los comeré mientras hablo con Emma, ella me escribió hace un rato pidiendo que la llamara, dijo que necesitaba contarme algo. Me siento en mi cama cruzando las piernas, y le doy una probada al postre, está delicioso. Tomé mi móvil para marcarle a Emma, ésta no me responde.
Pasé casi una hora marcándole a Emma e iba directamente al buzón, le dejé un mensaje avisándole que ya estoy por dormir, entonces que mañana me cuente. También escribí por el grupo que tengo con las chicas y ellas no saben nada, pero me contaron que a veces se desaparece una o varias noches, solo porque quiere.
La noche esta fría, el aire entra por mi ventana, decido levantarme a cerrarla, me estoy helando. Al hacerlo veo en la calle una silueta que me parece distinguir, la del chico que estuvo conmigo hoy.
No creo que sea Anthony, ¿Hay posibilidades que viva cerca de mí?, pensé, Dios si las hay.
No dejo de mirar la silueta, lo que está haciendo es caminar y de acuerdo con sus movimientos está fumando, de pronto camina hasta el foco de luz, éste sigue de espalda, no dejo de obsérvalo. Segundos después se da la vuelta y me doy cuenta que no es él, es otro chico del vecindario. Yo lo conozco, se llama Jimmy, hemos intercambiado palabras solo una vez.
Cerré la ventana.
Estoy alucinando, no era para nada él.
Ya me debo ir a dormir, pero antes leeré un par de capítulos de mi libro.
Una semana después.
Mi alarma soné, me desperté aturdida. Tuve un sueño muy extraño; había una persona hablándome, su cara se veía oscura así que no la distinguía, su voz la conozco se me hace muy familiar, pero no logro saber de quién y de todo lo que me dijo solo recuerdo el final «Es tu turno, Elizabeth».
Entré al baño, mientras me miraba en el espejo intento recordar que más pasaba en mi sueño, sin embargo, no puedo. Lavé mi cara y luego mis dientes. Abro mi armario para buscar mi uniforme, me lo coloco y me termino de arreglar. Al estar lista bajo las escaleras y estoy por despedirme de mis padres hasta que noto que no están. Ellos siempre están, sobre todo a esta hora de la mañana ¿Habrán tenido algún imprevisto? Ni siquiera se despidieron de mí, le enviaré un mensaje a mamá diciéndole que me iré al colegio.
Todo saldrá bien hoy, pensé mientras caminaba al colegio. Es la primera vez que llegaré tan temprano, el tema de la enferma debemos hacerlo antes de la primera hora.
Llegué, solo hay personal de limpieza y administración. No busco a Anthony, él debe estar cerca, me senté en las escaleras y le escribiré para saber dónde está.
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A Prueba
Mystery / ThrillerElizabeth es nueva en la ciudad, sus padres han terminado su gira y deciden establecerse. La matriculan en un instituto y es entonces cuando empieza lo que nunca imaginó... Anthony estudia en ese mismo instituto, pero en segundo y es líder de un ban...