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[Cap. 51]
🍃 Él es.

Había estado corriendo todo el día de un lado para otro. En menos de veinticuatro horas estaría volando hacia Japón, así que estaba aprovechando la mayor parte de mi tiempo con Hoseok, pero estaba siendo más complicado de lo que creí. Desde que Hoseok había entregado las cartas a la policía y esto se había hecho público, las cosas se habían vuelto más que locas para todos.

Las entradas y salidas del hospital estaban repletas, incluso habían reporteros que intentaban colarse por las ventanas para tomar alguna foto de Hoseok.

Yoongi estaba siendo buscado por todo el país, pero parecía haberse esfumado de la faz de la Tierra, y no había ningún otro sospechoso a parte de él. Luego de que entregáramos las cartas, volvieron a revisar la casa y se dieron cuenta de ese particular detalle. Justo bajo su cama había una pequeña caja con un montón de sobres y algunas hojas escritas con la misma letra de las cartas que tenía Hoseok. Pero a pesar de que estaba la evidencia necesaria para culpar a Yoongi del accidente, Hoseok se negaba a declarar en su contra.

Si algo bueno había traído todo ese tema, era que el caso de Miyeon se había reabierto luego de siete años, y habían solicitado la extradición de todos los que participaron aquella vez debido a que se encontraron irregularidades en el proceso, así que existía una leve posibilidad de que por fin se hiciera justicia.

—Amor, ¿Me puedes pasar las fotos? —me preguntó Hoseok sin dejar de mirar la libreta en donde tenía anotado todo lo que recordaba.

—¿Ustedes volvieron? —escuchamos a alguien decir desde la puerta.

—¡Kyo! — dije feliz. Él había estado trabajando la mayor parte del tiempo y pocas veces lo habíamos visto, pero podía sus incesantes mensajes hacían demorar su preocupación. —¿Qué te pasó? —pregunté al ver su mano vendada.

—Esto pasa cuando trabajas más de lo que deberías — respondió con una sonrisa apenada.

—¿Tienes mucho trabajo? —pregunté.

—Demasiado, he tenido que trabajar el doble ahora que me mudé y debo pagar todo solo —respondió sonando exhausto. —¿Cómo estás, Hoseok?

—Mejor —se limitó a responder.

—Vi las fotos de tu auto, no creo que pueda reparar eso —dijo con gracia, pero Hoseok solo se encogió de hombros y Kyo rodó los ojos. —En estos momentos eres todo lo que odio. Haru, ¿Cómo puedes soportarlo?

—Supongo que me gusta demasiado —respondí, y de soslayo pude ver la sonrisa de Hoseok en sus labios.

—Entonces sí volvieron —concluyó, pero yo negué.

—Aún es mi ex —respondí yo subiendo mi tono de voz para que Hoseok se diera cuenta.

Nuestra relación de había afianzado durante la estadía en el hospital de Hoseok, y sólo quería volver a ser oficialmente su novia, pero él no parecía estar tan interesado en eso como yo, así que simplemente me rehusaba a ser siendo su ex y algo más.

—Haru, ¿podemos hablar? —preguntó Kyo y asentí.

—Puedes decirlo aquí —dijo Hoseok.

—Es una fiesta sorpresa para ti, la arruinaría si lo dijera frente a ti —respondió Kyo con gracia, pero el semblante de Hoseok era el mismo. —Está bien, solo quería saber si recordabas algo.

—No recuerdo nada.

—¿Nada de nada?

—¿Qué fue lo que pasó ese día, Kyo? —preguntó Hoseok y Kyo hizo una mueca. —Quiero recordar, es frustrante estar así.

Perfectly Imperfect (#1); Jung HoseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora