0.18

9.8K 1.1K 354
                                    

[Cap. 18]
🍃Cerebritos y rompe bolas. 

— ¿A dónde vamos? — le pregunté a Hoseok mientras bajábamos las escaleras.

— Kyo me dijo que...

— Por favor dime que no son peleas.

— Es baile esta vez — respondió él.

— Okey, lo apruebo — dije y Hoseok me sonrió.

Seguí a Hoseok hasta el garaje y tomó dos cascos de la repisa, casi de inmediato me puse feliz. No sabía por qué, pero me gustaban demasiado las motocicletas y me traían buenos recuerdos con mi hermano.

Hoseok me tendió uno de los cascos, pero cuando lo iba a tomar, éste lo levantó, provocando que me tambaleara. Hábilmente me sostuvo por la cintura apegándome a él y lo miré feo, había caído en su trampa. Sin dejar su sonrisa de lado, su boca fue descendiendo para buscar la mía, pero de imprevisto tomé el casco y me lo puse antes de alejarme de él.

— Haruuu — se quejó y yo reí. — No te llevaré a ninguna parte si no vienes acá.

— Está bien, volveré a mi habitación — dije encogiéndome de hombros.

— ¿Por qué cada vez que quiero manipularte lo terminas haciendo tú?

— Es mi don — respondí y Hoseok simplemente negó divertido.

Me hizo subir a la motocicleta y partimos. Ver pasar las luces a nuestro alrededor y el viento chocando en mi cuerpo eran las mejores sensaciones de la vida, pero mi mente decidió arruinar aquello con el recuerdo de mi hermano.

No había visto a Jaesung hace casi siete años, ni siquiera sabía si estaba vivo o si ya había formado una familia. A pesar de ser cinco años mayor que yo, éramos muy cercanos y gracias a él logré adaptarme a mi nueva vida, pero la presión para él pareció ser demasiada y un día se fue sin decirle nada a nadie. Nunca supe si mis padres lo buscaron o si sabían algo acerca de Jae, pero desde que se fue, ellos decidieron actuar como si nada hubiera pasado.

Escuché sonar mi teléfono, lo cual por suerte me sacó de mis pensamientos, pero no iba a arriesgarme a tomarlo para que este se cayera, o peor aún, yo me cayera, así que simplemente seguí abrazada a Hoseok.

Esta vez el lugar al que Hoseok me llevó parecía legal, incluso habían guardias de seguridad en las puertas y una cola enorme para entrar, pero Hoseok simplemente rodeó el sitio, y Yoongi estaba ahí con un cigarrillo en sus manos mientras miraba su celular.

— Hola — lo saludé haciendo que me prestara atención y una sonrisa se formó en su rostro.

— ¿Debo suponer que ahora estarás en todos los lugares a los que Hoseok vaya? — preguntó juguetonamente.

— No lo creo — respondí mirando a Hoseok.

— ¿Quieres? — preguntó tendiéndome su cigarro y yo negué.

— ¿Sabías que hace muy mal fumar?

— Agh, no me digas que Hoseok te dijo que me dijeras eso.

— No lo hizo, ¿por qué?

— Porque es lo que le repito cada vez que saca su mierda — respondió Hoseok con desdén. — Esa cosa te terminará matando, y apuesto a que Haru tiene algún dato que lo confirme — dijo y tanto él como Yoongi se me quedaron mirando por unos segundos antes de que me atreviera a hablar.

— El tabaco tiene más de siete mil químicos y muchos de estos son cancerígenos.

— Dios, ambos son cerebritos y rompe bolas, menuda pareja — dijo Yoongi antes de apagar el cigarrillo y tirarlo a un basurero. — ¿Vamos a entrar o solo me hicieron apagarlo para joderme?

Perfectly Imperfect (#1); Jung HoseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora