Perfectly Imperfect (#1); Jung Hoseok

0.30

[Cap. 30]
El problema con las ligas.

Ya llevaba más de un mes en mi nuevo hogar, y por fin había desempacado todo. Las cajas ya estaban totalmente vacías y todo estaba ordenado en su lugar. Sí, me había tomado mi tiempo con eso.

Vi la hora en el reloj que Hoseok me había regalado hace algunos días diciendo que me serviría para no llegar tarde a nuestras citas, y me di cuenta de que la hora había pasado más rápido de lo que creía. Así que en cualquier momento mi teléfono sona...

—¿Ya estás aquí? —pregunté al contestar la llamada.

—Por supuesto, bebé —respondió Jiwoo.

—Bajo enseguida —canté y ella rio.

Habíamos acordado en salir para pasar tiempo juntas. Nuestras clases no coincidían, por lo cual era difícil que nos viéramos en la universidad, y debido a mis "clases" con Hoseok, no habíamos tenido mucho tiempo para nosotras.

El día estaba algo caluroso, así que pensé en hacerme una coleta pero nuevamente recordé aquello de lo que había estado quejándome hace días, incluso con Hoseok, había perdido todas las ligas para el cabello y cada vez que decía que me compraría una, se me olvidaba.

Antes de salir, chequeé mi celular y vi que tenía dos mensajes, el primero era de Nam diciendo que no me olvidara de que esta noche se quedaría en mi casa luego de una fiesta a la que iría, y el otro era de Hoseok. No habíamos salido mucho los últimos días, ya que él había estado estudiando para sus exámenes, y yo no quería ser una distracción para él.

Él:
¿Nos vemos en la noche?

Haru:
¿Tú que crees? ;)

A penas cerré la puerta con llave, mi corazón comenzó a golpear fuerte dentro de mi pecho. Si todo salía bien, le contaría hoy a Jiwoo acerca de mi relación con Hoseok, y de verdad temía su reacción porque lo que menos quería, era perder mi amistad con ella.

Todo el camino hasta el auto estuve pensando en cómo decírselo y, por supuesto, en qué momento. Cuando la vi, ella me lanzó un beso y me saludó, lo que me hizo temer aún más por las consecuencias.

—¡Por fin puedo verte! —exclamó Jiwoo lanzándose sobre mí para abrazarme. —Siento que no te veía hace años.

—También yo, odio mi horario.

—Vale la pena si es por lo que quieres.

Ah sí, había olvidado mencionarlo. Hace un par de semanas debía escoger obligadamente acerca de mi futuro, y luego de las charlas tanto de Jiwoo como de Hoseok, decidí seguir a mi corazón. Me había apuntado para ser profesora, y si bien aún no les contaba a mis padres, me había sacado un peso de encima.

—¿Qué tienes planeado para hoy? —pregunté entusiasmada.

—Estaba pensando en que fuéramos por un helado porque tengo demasiado calor, y quizás luego... uhm...

—Suéltalo, Jung Jiwoo.

—¿Fiesta? —dijo con una sonrisa, pero la mía desapareció.

—Te dije que hoy no, Jiwoo.

—Vamos, ¿Por qué no? —preguntó haciendo puchero, y claro, no podía responderle que tenía planes con su hermano en la noche, así que debía pensar en una buena excusa.

—Porque no —respondí. Que buena excusa, Haruka. —Debo estudiar para los exámenes.

—Ugh, está bien. Entonces vamos por un helado y luego pensamos en qué hacer.