0.07

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[Cap. 07]
🍃Eres una excepción a todo.

Con Sunny en el conservatorio de música y Jiwoo en clases de verano, no tenía nada que hacer durante el día. Si bien había hablado con el profesor Kwon para reducir la cantidad de clases de Jiwoo, no lo había logrado. Incluso me mostró el informe de asistencia de Jiwoo, el cual ni siquiera llegaba a un 45%, así que fue imposible que él se apiadara de ella.

Durante el día había leído un par de libros sobre la historia de la música, pero me los sabía casi de memoria y ya no me mantenían totalmente inmersa en la lectura. Por otra parte, tampoco había visto a Hoseok tan seguido. De vez en cuando me lo encontraba en la cocina y nos saludábamos desde lejos.

Me había visto casi obligada a cambiar mi agenda de ejercicios, y había salido a correr durante casi tres horas para entretenerme. Los días eran cálidos y el vecindario de Jiwoo era tranquilo, así que no me preocupaba mucho por ir corriendo en la acera con miedo a chocar con alguna persona.

Lo primero que hice al llegar a casa, fue entrar a la ducha. No era amiga del sudor, y a pesar de que el día estaba caluroso, se me hacía imposible tomar una ducha de agua fría. Me había tomado mi tiempo con la intención de relajarme después de mi larga rutina, y cuando sentí que había sido una cantidad de tiempo razonable, até la toalla a mi alrededor y me dispuse a salir de la ducha.

Jamás pensé que en cuanto abriera la puerta, chocaría con quién había mantenido mi mente ocupada hace un par de noches.

— ¡Hoseok! — chillé sorprendida y él de inmediato me hizo señales para bajar la voz.

— Jiwoo llegó, no puede saber que estoy aquí.

— ¿Aquí en casa o en mi habitación?

Hoseok llevaba dos días sin volver a la casa, y había escuchado a Jiwoo quejarse a través del teléfono. Ella estaba preocupada, pero yo no había querido preguntar el por qué de su desaparición.

— ¡Haruuu! — se oyó la voz de Jiwoo a través de la puerta. Hoseok rápidamente me volvió a empujar dentro del baño junto con él, y cerró la puerta. — ¿Estás aquí? — preguntó golpeando la puerta.

— Eh... Si — dije dudosa, mientras veía la cantidad de gestos que Hoseok hacia rogándome para que no le dijera nada a Jiwoo.

— ¡Voy a entrar!

— ¡No! — gritamos Hoseok y yo al mismo tiempo. Ambos nos miramos, y entré en pánico.

— ¿Por queeeee? Necesito hablar contigo.

— Y-yo, uhm...

De un tirón, Hoseok me llevó de vuelta a la ducha, y sin pensarlo dos veces, abrió el grifo. Sentí el agua helada golpear en mi piel, y pegué un gritó.

— ¡¿Que pasó?! Haru, ¿Estás bien? — gritó Jiwoo preocupada. 

— S-si, puedes... puedes entrar — respondí apretando los dientes por el agua fría que caía sobre nosotros. 

Escuché la puerta abrirse y posteriormente cerrarse, los pasos de Jiwoo se escucharon más cerca y la oí resoplar antes de pegar un grito.

— ¿Qué sucede? — pregunté asustada.

— Estoy harta. Sé que soy la hija mayor, pero no significa que tenga que estar cuidando a Hoseok todo el tiempo. — Mis ojos vagaron hasta llegar a Hoseok, quien parecía demasiado absorto en la conversación mirando un punto fijo en la cortina que nos separaba de Jiwoo. —  Eso no quiere decir que no quiera protegerlo, es mi hermanito menor, pero llega un punto en el que nadie más que él puede protegerse.

Perfectly Imperfect (#1); Jung HoseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora