0.52

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[Cap. 52]
🍃No existe un hoy.

Las palabras de Jaesung resonaban en mi cabeza una y otra vez. Kyo, él era el causante de todo lo que le pasaba a Hoseok. Fue increíble como en cosa de segundos todo pareció calzar en mi cabeza, los accidentes, las cartas, las trampas, todo era hecho por alguien cercano a Hoseok, pero jamás imaginé de quién se podía tratar.

Olvidé mis maletas, mi boleto a Japón, a mi hermano y corrí por el aeropuerto sin dirección alguna. Marcaba al número de Hoseok una y otra vez, pero él no contestaba y mis llamadas iban directo al buzón.

No pensaba con claridad, me sentía asustada y perdida, pero estaba tan preocupada por Hoseok, que no fui capaz de pensar en nada más que él.

Luego de un montón de llamados, por fin este fue respondido. Di un suspiro de alivio, el cual se desvaneció rápidamente cuando escuché que quién había respondido no era Hoseok, era su enfermera.

—¿Haruka? —habló ella. —¿Eres tú?

—¿Dónde está Hoseok? —pregunté de inmediato, pero la escuché suspirar.

—Es lo que todos estamos preguntándonos. Hoseok desapareció, pero dejó todas sus cosas.

—¿Y las cámaras? Búsquenlo, él debe estar ahí. Quizás solo salió a tomar aire, o tenía sed, quizás está en el baño o... encuéntrenlo, por favor.

—Hemos buscado por más de veinte minutos, ahora están revisando las cámaras pero... —no quería oír más y corté.

Las lágrimas rodaban por mis mejillas una tras otra, no podía contenerme y temblaba al pensar en que Hoseok estaba solo en algún lugar. El clima estaba frío y en cualquier minuto llovería, pero nada más me importaba y seguía corriendo.

Mis dedos se deslizaron por mi teléfono hasta llegar al número de Kyo. No sabía qué hacer, estaba desesperada y quería despertar de la maldita pesadilla en la que estaba metida. La operadora sonó dos veces, pero al tercer llamado, contestó.

—¿Haru? —lo escuché decir. Sonaba preocupado, y eso solo hizo que mi sangre hirviera.

—Quiero hablar con Hoseok.

—¿De qué hablas? ¿Le sucedió algo a Hoseok?

—¡Pásame a Hoseok ahora! —grité exasperada. Él estaba fingiendo, y aun en estos momentos lo seguía haciendo.

—¿Dónde estás? —preguntó. Su tono de voz había cambiado totalmente, causando espasmos en mi cuerpo. —Dime donde estas, Haru y te pasaré a Hoseok.

—E-estoy en el aeropuerto —respondí sin pensarlo más.

—Camina hasta el estacionamiento en silencio. Si le dices algo a alguien, juro que lo mato —amenazó. No quería que nada le pasara a Hoseok, así que seguí las ordenes de Kyo y fui hasta el estacionamiento. —Estaré ahí en poco tiempo.

—¿Y Hoseok?

—Ya tendrás tiempo para hablar con él —respondió entre risas. —Si lo quieres a salvo, mantente discreta.

No fui consciente de la cantidad de tiempo que pasó, pero para mí fue una eternidad. Me sentía expuesta ante él. Kyo, a quien alguna vez consideré un amigo, había estado detrás de todo en absoluto silencio, y recién ahora había decidido revelar sus verdaderas intenciones. Ni siquiera me preguntaba el por qué o quién era en realidad, solo estaba inquieta por no llamar la atención y mantener a Hoseok a salvo.

Entraban y salían autos del estacionamiento, pero ninguno era Kyo, lo que hacía que mis nervios aumentaran a medida que los minutos pasaban. Sentía que vomitaría y me desmayaría ahí mismo, pero estaba aguantándome todo, hasta que sucedió.

Perfectly Imperfect (#1); Jung HoseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora