Capítulo 29

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Un quejido brota de mi garganta cuando mi brazo es removido de su lugar

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Un quejido brota de mi garganta cuando mi brazo es removido de su lugar. Cierro mi abrazo al rededor de su cuerpo que esta a mi lado sintiendo como embona a la perfección contra mi cuerpo.
Vuelvo a sentir el mismo movimiento y esta vez ya no la tengo entre mis brazos, empiezo a abrir los ojos poco a poco y una sonrisa nace en mi rostro, la tengo sentada de espaldas junto a mi. Paso mis manos por la piel desnuda de su cuerpo dando leves caricias, me acerco a su rostro y dejo pequeños besos por toda su cara y parte de su cuello.

—  Me haces cosquillas — suelta una pequeña risa casi inperceptible, luego me mira sonriendo levemente.

Como quisiera que dejara la indiferencia, aunque sea conmigo. Pero luego recuerdo que los dos compartimos ese gesto con todos, es parecida...

— ¿Siempre terminarás despertandome?

Mis brazos entan envueltos en su cintura y mis piernas al rededor de ella, su espalda desnuda esta pegada a mi abdomen, gruño jugetonamente apretandola más contra mi, su trasero esta justo entre mis piernas y ya no puedo controlar la reacción involuntaria de mi cuerpo.

— Dios mio. ¿Ese es tu?

— Cállate — mascullo avergonzado. Entierro la cabeza en su cuello y mordisqueo su piel.

Una risita brota de su garganta  y se gira entre mis brazos hasta quedar frente a mi — Hola — susurra.

Soy conciente de su pecho desnudo contra el mio.
— : Hola — beso la punta de su nariz.

— ¿Que hora es? — pregunta buscando su telefono con la mirada.

— Creo que casi pasamos del medio día — le dejo un beso en el hombro y en la parte de su cuello — ¿Pedimos servicio a la habitación?

— Si tu me sueltas — dice entre risas.

— Nunca haré eso.

— Debo ducharme — masculla — Tenemos el viaje de vuelta.

Un suspiro brota de mi garganta y digo —: Deseo estar en mi departamento, si estuvieramos ahí podriamos estar todo el día en cama.

— No sabía que tenias un departamento... y ademas ya habrá tiempo para eso.

— Lo sé amor.

Me sonrie de nuevo y no puedo evitar besarla — Iré a ducharme — dice tirando de las sábanas contra su cuerpo, sostengo del otro extremo impidiendole envolverse con ella ; provocando una mirada irrtitada contra mi.

— No te lleves la sábana. Tengo frio — intento sonreir inocentemente, pero estoy sonriendo como un imbecil.

— lo único que quieres es verme — se queja entrecerrando los ojos.

Me encojo de hombros — Quiero verte desnuda, gatita, todos las veces que quiera.

Sus ojos se amplian haciendome reir como un idiota, ella tira del material una vez más y se envuelve en el dirigiendose al baño.
Espero unos segundos hasta que escucho el agua de la regadera cayendo y me levanto de la cama en dirección al baño.
La puerta está cerrada pero no echó el pestillo; así que no me es muy dificil escabullirme dentro. El vapor inunda la estancia, poniendo mi piel de gallina, abro la puerta del baño con mucho cuidado. Está de espaldas a mi, así que aprovecho para envolver mis brazos en su cintura.

— Hola... — susurro contra su oído.

— Hola — susurra de vuelta.

— ¿Me extrañaste?

— Tardaste demasiado.

Mi corazón empezó a latir demasiado fuerte contra mis costillas y no puedo evitar sonreír como un idiota —: No volverá a pasar — digo deslizando la puerta a su lugar acariciando su vientre con mi mano libre.




























[...]

























Llegamos a los Ángeles al anochecer.
Jamás en mi vida había sido tan feliz, tener a Cath al fin conmigo me trae loco.
Jake fue el primero en enterarse de que estuvimos juntos, se puso en modo "hermano mayor" diciéndonos que no volviéramos a desaparecer sin avisar y advirtiendome miles de veces de que si la fregaba estaría muerto.

Dejé a Cath en la entrada de su casa luego de llevarla por algo de comer, aunque hubiera querido pasar todo el día con ella.

¡Mierda!
¿En qué momento me volví tan cursi?

Subí de vuelta a mi coche y me fuí directo a casa...hoy fue uno de los días más felices desde hace mucho tiempo.
Llegué a casa dejando el coche en la entrada principal, entré a la sala y vi a mi madre sentada conversando con Cali, ambas con una taza de lo que supongo es café, en las manos.

Mi madre me sonríe y me acerco a saludarla —: ¿Qué haces aquí?

— Tu padre me llamó.

Fruncí el ceño al escucharla, por que razón la habrá llamado Maximiliano. Ellos no llevan una mala relación  después de su divorcio aunque es un divorcio solo entre ellos, nadie fuera de la familia lo sabe, para los demás ellos aún siguen juntos, pero es raro que mi madre haya venido solo por que Maximiliano la llamara.

— ¿Quieres algo de comer? — preguntó Cali poniendose de pie.
Ella siempre a sido amable conmigo pero yo solo paso de ella, no mantenemos una conversación muy seguido, es más casí nunca.

— Ya comí antes de venir — aclaré pasando mi vista hacia mi madre — ¿Te quedarás mucho rato?

— No cariño, puedes ir a tu habitación.

Le dejo un beso en la frente y doy la vuelta de camino a las escaleras:
— ¡Quiero conocerla! — la escuho decir.

Regreso a verla y la encuentro con una sonrisa al igual que Cali.

— ¿De que me hablas?

— La chica — aclara — Nunca antes te había visto sonreir así, solo puede haber una razón.

Niego con la cabeza riendo, sigo mi camino hasta las escaleras sin responderle.
No puedo creer que hasta mi madre lo haya notado ¿Tan obvio es? como sea, ahora lo único que me interesa es mantenerla conmigo, no importa lo que suceda.

Ni lo que tenga que hacer.
















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¡So far from number one!

Un 50% de regreso :)

Saludos a los que leyeron esta historia!
:3

Tu mi "y"  Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora