Normalicemos ser el número uno.
Ser egoísta es normal, ser arrogante y selectivo es normal.
Él era el número uno, creía ser, de hecho estaba seguro. ¿Que podía faltarle? absolutamente nada.
Así fue hasta una peculiar noche.
Encontró a alguien que...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— Espera — detengo a Zedd del brazo, me mira confundido y yo desvío la mirada — Estoy nerviosa.
Recibo una mirada confundida e inmediatamente se gira hacia mi.
— No lo estes, eres mi novia.
— Si, solo que si entramos así — digo refiriendome a nuestras manos unidas — Todos sabrán que...
— ¿Y eso qué? — frunce el ceño — ¿No quieres que se enteren? eres mi novia ¿No? — pregunta y simplemente asiento — ¿Entonces, cual es el problema, no quieres que todos se enteren que ya tienes novio?
Estaba molesto — : Nada, solo olvidalo.
Suelta mi mano y siento temor de haberlo arruinado, levanto la cabeza y sus manos ocupan lugar en mis mejillas, me obliga a mirarlo y sonrie antes de presionar sus labios sobre los mios, Zedd me besa y cuando se aparta noto un par de chicas mirandonos.
— Gatita, quiero que todos se enteren que estas conmigo.
— ¿Hasta en el instituto? — reniega de mi pregunta y al poco rato sonrie como si decidiera ignorarla, cuando está apunto de tomar mi mano una vez más se arrepiente y me pide algo más:
— Dame tu telefono
— ¿Mi telefono?
— Si — me lo arrebata y coloca la clave riendo — Lo descubrí ayer y aún no cambias la clave.
— No te burles.
No obtengo una respuesta y me mantengo en silencio para luego asomarme, veo que entra a la lista de los contactos y cambia el registro de su número.
— "Chico sexy, novio" — lee — Así está mejor.
— Hubieras omitido el calificativo.
— No lo creo, así está bien — me sobresalto cuando su mano toma la mia, entrelaza nuestros dedos y me mira con una sonrisa — ¿Lista para entrar a clase?
Trago despacio y le sigo el paso.
[...]
De todas las reacciones que pude haber imaginado de Cindy al vernos a Zedd y a mi tomados de la mano, su expresión atónita y alarmada no era una de ellas.
— ¿Qué están haciendo? — preguntó con la mirada fija en nuestras manos frunciendo el ceño — ¡Diganme que no es lo que creo!
Zedd me mira sonriendo ante la reacción de Cindy.
— Exactamente es lo que crees.
— ¡No, no no! — protestó mirando a Zedd y luego a mi — ¿Pero no son novios no?
